Olivera: “La interna peronista vuelve a estar por encima del compromiso institucional”
Consideró que “la fuerte interna peronista corrompe la voluntad popular”, el evaluar que “determinadas actitudes mezquinas e intereses sectoriales imponen autoridades que no expresan el sentir del vecino”. Y planteó que hoy “el crecimiento electoral se refleja en la conformación del Concejo Deliberante, pero no repercute en lo básico: la distribución de cargos”.
El Concejo Deliberante de la ciudad acaba de ratificarle la presidencia del cuerpo al peronista Darío Di Martino, y en lo que para la oposición fue considerado un despojo a la voluntad popular, dejó en manos de Hugo García, del oficialismo provincial, la vicepresidencia primera; el siguiente espacio jerárquico recayó en el radical Juan Carlos Amarilla.
“Hoy, producto de negociaciones, la crisis interna del peronismo, y el retroceso político, hay seis ediles de un lado y seis del otro; esa es la conformación real”, evaluó el concejal Fabián Olivera, al opinar sobre el escenario parlamentario municipal.
“El gobernador está desesperado, ve enemigos en todas partes; cuando se pierde el enfoque de lo básico el que más lo siente es el vecino. Hace muchos años, los dirigentes radicales reemplazamos a los punteros peronistas en los barrios; pese a no contar con los medios estructurales que están en manos del Poder Ejecutivo, logramos construir una relación madura en base al dialogo y a gestiones ante las áreas pertinentes, de donde obtenemos los resultados que debieran bajar de otra manera”, contextualizó el legislador municipal.
“El Concejo Deliberante capitalino hoy muestra fuerzas bien equilibradas, pero el manejo y el poder político provincial interfieren con dureza, a través de la interna peronista, un indignante choque de intereses sectoriales que avergüenza y corrompe el valor del voto de los vecinos”, reafirmó Olivera, que en la semana adelantó su decisión de ofrecer un candidato radical al electorado capitalino en las elecciones de fin de año para la intendencia de la ciudad.
“No se puede ser indiferente al clamor social; el peronismo debe respetar el compromiso institucional y admitir los nuevos tiempos”, amplió.
“El rescate de la vieja política, la del escritorio y la burda disponibilidad de los bienes públicos para intentar comprar voluntades, imponiendo actores que fueron puestos de lado por razones que no vienen al caso recordar, sólo le sirve a una mínima minoría”, redondeó.