lunes, 7 octubre, 2024
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La comunidad formoseña agradeció 69 años de vida sacerdotal de fray Salvador Gurrieri

Durante una misa celebrada en la Iglesia Catedral.

Fray Salvador Gurrieri, cumplió el 1 de agosto 69 años de vida sacerdotal. Por ello, celebró una misa en la catedral Nuestra Señora del Carmen, a la que asistió la comunidad formoseña, la plana mayor policial y personal de esa fuerza, donde se desempeña como capellán.

Nacido en Rosario el 6 de septiembre de 1929, ingresó a la Orden Franciscana en 1947 y el 1 de agosto de 1954 fue ordenado sacerdote. Ese mismo año fue nombrado promotor vocacional de la Provincia Franciscana San Miguel, cuya tarea era presentar a niños y a jóvenes el ideal Franciscano y específicamente, atendía a las celadoras de la Obra Vocacional.

En el año 1960 fue enviado en forma imprevista a Misión Laishí, encargándosele la administración del establecimiento agrícola-ganadero San Miguel, donde tuvo la oportunidad de conocer de cerca a los aborígenes Tobas.

En el año 1980 fue designado párroco de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, en esta ciudad, cargo que desempeñó con soltura, ganándose el aprecio de grandes y chicos, en sus ya memorables misas de niños, donde utilizaba el humor para evangelizar.

En 2004, el gobernador Insfrán lo nombró Capellán de la Policía de Formosa, servicio que presta hasta hoy.

Finalmente, en su faceta de escritor, publicó varias obras. Hace unos años su salud le jugó una mala pasada, que derivó en varias internaciones, que supo sortear, y actualmente se prepara para viajar a Corrientes, por orden de sus superiores.

Un poco de historia

En una entrevista que concedió a la Agencia de Noticias Formosa (AGENFOR) en la capilla Divina Misericordia,  el sacerdote recorrió parte de su historia, cuando llegó a la provincia Formosa, directamente a Misión Laishí.

“En ese tiempo era un despoblado, estaba lleno de paisanos, porque era una misión franciscana. Tuve mucho cariño por parte de los paisanos” recordó tras señalar que recuerda con nostalgia a muchos de ellos, especialmente a Gregorio, encargado del aserradero y la carpintería.

Dijo que luego “Me sacaron de acá, para hacerme Provincial, es decir jefe de los franciscanos en todo el litoral argentino, luego por las cosas de la vida que a mí al principio no me gustó nada, me dijeron para ser Definidor general por América Latina, entonces tenía que recorrer toda América Latina, y mi oficina en Roma, ahí a 500 metros de El Vaticano”.

Luego, como siempre en su vida, volvió a Misión Laishí, tierra que lo tuvo como ganadero, administrador y un vecino notable de esa localidad.

Monseñor Scozzina

Con la grandilocuencia que lo caracteriza, Gurrieri recuerda su relación con el entonces obispo de Formosa, monseñor Raúl Scozzina. “Para mi Scozzina es un santo, un hombre sencillo, humilde, no quería figurar para nada, trabajador” contó y recordó que como máxima autoridad de la iglesia formoseña recorrió toda la provincia a bordo de un Jeep que manejaba él mismo.

“Llegaba a un pueblito, saludaba al intendente, al jefe de la Comisión de Fomento, y andaba por todos lados. Hacía mucho bien” consideró.

Sobre el Vía Crucis que ideó, recordó que fue casi al final de su vida. “ A ese Vía Crucis lo ha hecho con la intención de recordar a todos los que hicieron posible que Formosa saliera adelante. No es solamente un recorrido espiritual, sino un reconocimiento de las personas que han colaborado para que Formosa sea mejor” enfatizó.

A Corrientes

Gurrieri confirmó que sus superiores decidieron que continúe su vida en la provincia de Corrientes y como religioso franciscano, está llamado a obedecer. “Me voy a Corrientes, que para mí tiene dos correntinos, el orgulloso, caté (refinado) que se cree que Corrientes es la República, y el correntino sencillo, simple, amoroso, que te ofrece todo lo que tiene”.

Finalmente al reflexionar sobre su paso por Formosa expresó que la provincia representó “un alivio” para alguien proveniente de una ciudad grande como Rosario donde- dijo- a veces ni siquiera los vecinos se conocen.

 “Acá todo el mundo te saluda, acá hay más humanidad y le agradezco a Formosa que me dio eso” y añadió que “la gente de Formosa es un distintivo, es muy generosa, aún los pobres, aunque sea un mate cocido te dan, comparten lo suyo”.

El viaje de Gurrieri está previsto para el 17 de Marzo del año próximo, y vivirá en el convento San Francisco de la capital correntina.

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