Rodolfo Luis Tailhade es uno de los operadores judiciales y de inteligencia del entorno más cerrado de Cristina Kirchner. Y una de las principales espadas que tiene la vicepresidenta en la comisión de Juicio Político de Diputados que lleva adelante la embestida kirchnerista contra los miembros de la Corte Suprema de Justicia.
Tailhade lideró desde el comienzo los debates de la comisión y fue uno de los puntales de la ofensiva K contra el máximo tribunal, un rol que desplegó ocupando el centro de la escena con sus modos agresivos e insultantes que lo hicieron famoso: los usa habitualmente para referirse a la oposición, jueces, fiscales y periodistas.
Con ese perfil y a fuerza de polémicas denuncias y varias intervenciones controvertidas, el diputado ganó importante protagonismo entre la tropa legislativa del kirchnerismo hasta convertirse en una de sus principales espadas judiciales del sector para liderar todo tipo de acusaciones contra la oposición y comandar el ala más dura del kirchnerismo en el Congreso.
Tailhade, quien también integra en el Congreso la Comisión Bicameral de Inteligencia, no para de promover ataques desde el country donde vive.
Meses atrás, el ministro de Seguridad y Justicia porteño en uso de licencia, Marcelo D’Alessandro, lo denunció por el hackeo de chats suyos en Telegram y WhatsApp. Un día antes de las filtraciones, el diputado cristinista anunció por la radio K AM 530 que sabía de nuevas conversaciones privadas de D’Alessandro que iban a ser difundidas y nombró al sitio fantasma web en el que se publicaron.
Además de encabezar embestidas contra dirigentes opositores, los pasos de Tailhade siguen la estrategia de Cristina para tratar de anular las causas por corrupción en las que está procesada.
Opera en la misma línea que Oscar Parrilli, Juan Martín Mena, Leopoldo Moreau y Eduardo Valdés.
Tal es la confianza que le tiene la vicepresidenta que lo nombró representante del bloque del Frente de Todos ante el Consejo de la Magistratura.
En el Consejo de la Magistratura, donde es un alfil clave K. Foto: Maxi Failla.
Sus inicios y el ascenso
¿Cómo arrancó su carrera? Gracias a su militancia en una agrupación de abogados K (se recibió en la Universidad del Museo Social), logró ser concejal K en el municipio de Malvinas Argentinas.
Por esa actuación y sus juramentos de lealtad, en 2013 ingresó al gobierno de la segunda presidencia Cristina como titular de la Inspección General de Justicia (IGJ).
Desde ese cargo, prohibió que se difundieran los balances de las empresas Hotesur y Los Sauces de los Kirchner, de Austral Construcciones de Lázaro Báez y del Grupo Indalo de Cristóbal López, pese a la transparencia a la que obliga la legislación vigente. Un blindaje.
Fue justo cuando el periodismo y la Justicia empezaban a indagar sobre las irregularidades de esas empresas del entorno de los Kirchner en sus presentaciones a ese organismo estatal.
Pero su gran paso fue en el 2014. Justo después de que Cristina echó a Antonio “Jaime” Stiuso de la SIDE tras la firma del Pacto con Irán por la AMIA, nombró a Tailhade en lugar de ese poderoso espía como director de Contrainteligencia de la AFI. Estaba en el tercer cargo de importancia por debajo de Parrilli y Mena.
En diciembre de 2015, fue elegido diputado nacional por el Frente de Todos y se encargó de las denuncias ante la Justicia contra funcionarios del entoncesgobierno de Cambiemos.
Cuando denunció al diputado Fernando Iglesias, de Juntos por el Cambio, por supuestos enriquecimiento ilícito, éste lo llamó “Caracortada” por la célebre película en que Al Pacino hace de un narcotraficante cubano en Miami. A su vez, Tailhade apareció en el Congreso comiendo una banana para tratar de gorila al legislador y escritor. Tales sus modos.
La mayoría de sus denuncias, hasta ahora, han derivado en sobreseimientos o directamente fueron cerradas por inexistencia de delito.