Este año la Argentina tiene que pagarle al FMI un monto de US$ 7.285 millones. Una porción de esa cifra son cancelaciones o devoluciones del préstamo de Mauricio Macri de 2018 (vencimientos de capital), por US$ 4.487 millones. La otra, intereses por US$ 2.798.
Los datos salen de la Secretaría de Finanzas del Ministerio de Economía.
La proporción indica que casi el 40% de los pagos al organismo este año saldrán por concepto intereses (38%), esto es el doble a 2023 si se tiene en cuenta que fue 18% el año pasado.
Daniel Marx, ex secretario de Finanzas y negociador de la deuda en varios gobiernos argentinos desde la vuelta de la democracia, explica uno de los motivos detrás del aumento del peso de los intereses en la plata que se le paga el FMI. “Es porque este año no hay tanto vencimientos de capital con el FMI, por eso cambia la proporción”.
En 2023 la Argentina pagó al FMI unos US$ 17.000 millones por el capital prestado en 2018. Y en 2024 -siempre según las planillas de Economía-, los vencimientos serían mucho menores: US$ 4.487 millones (esto es porque primero vencieron los pagos de los primeros desembolsos del stand by de Macri que fueron los de mayor magnitud y en 2023 la incidencia fue mayo).
Toda esta ingeniera financiera hace que automáticamente el peso de los intereses cobre proporcionalmente más relevancia en 2024.
Hay un segundo motivo por el cuál sube la proporción del pago de intereses. “La tasa de interés subió bastante a nivel mundial y la tasa del FMI es flotante sobre una canasta de monedas”, explica Marx. “Todas las tasas de intereses subieron”.
Ante una mayor inflación como consecuencia de la pandemia y de la invasión rusa a Ucrania, la Reserva Federal comenzó en marzo de 2022 a subir las tasas de 0 a 5,5% en lo que fue el endurecimiento monetario más férreo en cuarenta años de la Fed. De ahí que la tasa de intereses que Argentina pagó al Fondo se haya duplicado.
El país tiene que pagarle al FMI en los próximos diez años US$ 16.261 millones en intereses y US$ 39.990 millones de capital según el cronograma de Economía al 30 de septiembre (último dato disponible).
La tasa de interés que cobra el FMI hoy es 4%. Es la más alta en quince años. Como la Argentina paga intereses (1% más) y además sobrecargos por la demora en cancelar las cuotas del préstamo siguiendo su refinanciación (roll over), la tasa de interés total es más más alta. Según una estimación del economista Jorge Neyro podría rondar arriba de 7,5/8%.
La Argentina negocia con el FMI en estas horas un desembolso por US$ 3.400 millones. Es una plata que tiene a disposición bajo el tipo de acuerdo firmado con el organismo para esta etapa del programa y que corresponde a la séptima revisión. Esto consiste, básicamente, en que los economistas del FMI monitoreen el desempeño de tres metas entre julio y septiembre. La Argentina no las cumplió pero se descuenta que el Fondo igual aprobará el giro del dinero dando waivers y otros argumentos.
Qué metas no aprobó el país
“Al tercer trimestre sólo se cumplió la meta de asistencia monetaria al Tesoro porque la asistencia fue indirecta vía bonos en el mercado secundario y no vía adelantos transitorios”, explica el economista Pedro Martínez, de la consultora pxq. “La meta fiscal no se cumplió, era de -$2.335.700 millones en el resultado acumulado y fue -$2.632.498 millones, y la meta de acumulación de reservas internacionales netas tampoco”.
¿Llegará la plata este mes?
“La Argentina presionará para que haya desembolso para fin de mes pero no será fácil que eso ocurra”, dice Marx “No sólo está la negociación sino el periodo de llamar al Directorio en caso que haya que pedir waivers que algo de eso habrá. Se estará justo. En todo caso para para pagar los vencimientos [N.R: la Argentina tiene que pagar US$ 1.950 millones a fin de mes] y se podrá gestionar pedir un préstamo puente con otros países”.
Para Héctor Torres, ex representante en el Fondo por la Argentina, “la idea es llegar a Directorio antes de fin de mes. ¿Si llegan? Es la primera vez que el FMI va a negociar con gobierno que se propone hacer un ajuste fiscal más draconiano de lo que el propio fondo pediría. Estimo que eso va a facilitar una suerte de “recauchutaje” del programa firmado por el gobierno anterior. No es lo más adecuado para un gobierno que tiene un programa económico muy distinto al de Fernandez, pero es lo que permitirá reiniciar los desembolsos en el menor plazo posible”.