Otros 45 pesos subió este miércoles el dólar blue, para cerrar en $ 1.225. A media mañana había llegado a tocar los $ 1.250, empujado por la demanda de ahorristas que huyen del peso en medio de la escalada de la inflación y el derrumbe de las tasas de interés.
En términos nominales, sin tener en cuenta el efecto de la inflación, los $ 1.225 marcan un récord. Sin embargo la cotización actual en términos reales está 30% abajo del pico de $ 1.200 al que había llegado en octubre.
Pese a este salto, el blue quedó relegado al segundo puesto entre los dólares alternativos más caros. Esa escala es liderada por el contado con liqui (CCL), el dólar que usan las empresas y que aumentó 5,2% en el día. Así llegó a $ 1.276.
En las 12 ruedas que transcurrieron de 2024, el CCL trepó 31,2%. Por su parte el dólar MEP, que se negocia en la bolsa porteña, subió 4,4% en el día, a $ 1.215, con un salto del 22,1% en el mes. Con este avance, el CCL está a solo 65 pesos del dólar tarjeta, que con $ 1.321 sigue actuando como un techo para los dólares alternativos, el blue incluido.
¿Por qué suben con fuerza los dólares alternativos? Hay varias razones. La primera es que el mercado cada día le tiene menos fe a la estrategia cambiaria del Gobierno, que promete mantener el ajuste mensual del tipo de cambio oficial en 2%. Con la inflación en torno al 25%, ese movimiento del crawling peg luce pobre y ahonda la percepción de atraso. Desde Aurum Valores calculan que el dólar oficial llegaría a fin del próximo mes «a niveles muy similares a los que tenía previamente a las PASO 2019».
Los analistas marcan que desde la devaluación del 13 de diciembre que llevó la cotización mayorista a $ 800 «el valor del dólar oficial en términos reales ha perdido $ 100».
Estos datos refuerzan la idea de que el Gobierno a mediano plazo deberá hacer un nuevo ajuste en el valor del dólar y esto lleva a que los inversores convaliden los precios actuales de los dólares financieros.
Otra razón es que con la baja de las tasas de interés, que hace que hoy un plazo fijo ofrezca un rendimiento mensual del 8%, ya no es atractivo quedarse en pesos y por eso los ahorristas buscan otro refugio. Y en palabras de PPI «no se vislumbran muchos otros refugios más allá del dólar«. Frente a la inflación de diciembre, la tasa muestra una pérdida en términos reales de 13%.
Además, hay motivos estacionales que hacen despegar al dólar y tienen que ver con que ya terminó el período de alta demanda de pesos relacionado con los gastos de fin de año y el arranque de las vacaciones. Entonces, quienes hoy tienen pesos disponibles en lugar de gastarlos prefieren irse al dólar, más aún si la expectativa es que puede haber una nueva devaluación en el mediano plazo.
El clima político tampoco ayuda, con los cuestionamientos que el Congreso le hace a la ley Omnibus y las objeciones de la Justicia al DNU que podrían frenar al plan agresivo que intenta llevar adelante el presidente Javier Milei.
En este combo, el elemento que sigue jugando a favor es que la oferta de divisas de parte de los exportadores continúa, pese a que se está desacelerando. Esto le permite al Banco Central seguir comparando dólares. En esta rueda se llevó US$ 208 millones y ya embolsó en 35 días US$ 4.800 millones.
El economista Christian Buteler apuntó que «el BCRA sigue comprando dólares porque el sector exportador sigue liquidando. El 20% de esas liquidaciones van al CCL y sirven como oferta para contener su precio. En los primeros días de gobierno eso hacía bajar al CCL, pero en los últimos 30 días sube, a pesar de esa oferta, 34%».
Mientras la oferta de dólares sigue fluyendo aunque se va achicando, la duda es cuándo se reactivará la demanda. En los últimos días el Gobierno amplió las autorizaciones para que los importadores accedan al Mercado Unico y Libre de Cambios (MULC). Pero este acceso es escalonado y según los analistas recién empezará a verse con fuerza dentro de diez días, por lo que al Central aún le quedarían algunas ruedas para seguir acumulando compras y recuperando reservas.