Argentina-Uruguay. Marcelo Bielsa-Javier Mascherano. 16 de julio de 2003. Una convocatoria y una historia de Selección. Como un déjà vu, como una historia de Macondo en Cien años de Soledad o un capítulo de Dark, la ficción alemana. ¿Qué relación existe entre el pasado, el presente y el futuro? ¿Son unidades espacio-temporales independientes o se retroalimentan? Las crónicas periodísticas dirán que el entrenador que hizo debutar al joven volante de 18 años en la Selección Argentina sin tener todavía un partido en la Primera de River, ahora, más de 20 años después, lo enfrentará en un partido entre los seleccionados preolímpicos de los clásicos rivales rioplatenses. Argentina-Uruguay. Marcelo Bielsa-Javier Mascherano. 2 de febrero de 2024.
Lo conocía bien Bielsa a Mascherano antes de la convocatoria para Selección mayor. El pibe ya había estado en la Sub 15 cuando todavía pertenecía a Renato Cesarini. Luego en la Sub 17, ya en River, y en la Sub 20. En marzo de 2002, para una gira por Europa previo al Mundial, el Loco convocó a 11 juveniles como sparrings. Ahí estaba Mascherano. Quedó deslumbrado. Por eso, el joven volante también tuvo un lugar entre los pibes que fueron al Mundial de Corea/Japón 2002.
En diciembre de 2002, tuvo una doble convocatoria, para el Sub 20 que iba a participar del Sudamericano en Uruguay y para la gira por Centroamérica que marcaría el arranque del segundo ciclo de Bielsa en el Selección, tras la renovación del contrato a pesar de la eliminación en la primera fase del Mundial de Corea-Japón. El juvenil fue campeón y Masche, sin demasiado tiempo para festejar, partió enseguida hacia Honduras junto con Gonzalo Rodríguez y Emanuel Rivas. En los tres amistosos (Honduras, México y Estados Unidos) estuvo en el banco de suplentes.
Mascherano seguía siendo una fija en los seleccionados juveniles mientras estaba relegado en River, mucho más después de la llegada del chileno Manuel Pellegrini. El Millonario tenía abundancia de volantes centrales: Leonardo Astrada, Claudio Husain, Guillermo Pereyra y Oscar Ahumada. Él, en tanto, se entrenaba con la Reserva, la Vitroleta, dirigida por Jorge Ghiso, con el Negro Marcelo Gómez, quien había regresado al club. Fue Vitrola quien recibió el llamado de Claudio Vivas, ayudante de Bielsa, confirmando que el pibe sería convocado a la Mayor, cuando todavía no había debutado en su club.
El 21 de mayo de 2003 estaba prevista la inauguración del estadio Único de La Plata y Mascherano iba a ser titular. Sin embargo, una lluvia torrencial anegó la ciudad e inundó parte del estadio y el amistoso con Uruguay fue postergado. El clásico se jugó dos meses después. Bielsa, otra vez, convocó al Jefecito. También a Lucho González. El 7 de julio a las 11 de la mañana había 17 nombres y a las 19 horas, en la lista que dio la AFA figuraban 15. No estaban ninguno de los dos, tras un acuerdo con la dirigencia de River para que ambos fueran a la gira del equipo de Nuñez por Estados Unidos.
Al Loco se lo contó un empleado y explotó. Convocó de urgencia a una conferencia de prensa en Ezeiza el 8 de julio y, fiel a su estilo, dejó en clara su postura. Estaba enojado, por eso leyó todo el mensaje que quería dar.«Solicité este contacto porque tenía el deseo de hacer una aclaración respecto del modo en que se implementó esta convocatoria. La lista para enfrentar el próximo miércoles 16 (a las 21, en la inauguración del estadio Ciudad de La Plata) no coincide con la que yo suministré. Fueron excluidos Mascherano y González, quienes habían sido informados por nosotros de la nominación. Esta medida fue tomada por la AFA y me enteré luego de que fuera implementada. El procedimiento habitual, que en este caso fue alterado, consiste en informar cuáles son los integrantes de cada convocatoria de manera simultánea a las autoridades de la AFA, a los clubes y a la prensa. Este procedimiento utilizado en las 50 anteriores convocatorias tiene como objetivo evitar que las designaciones sean productos de acuerdos previos y así todos los clubes reciban el mismo trato. Cada club posee el derecho de negar al jugador elegido sin necesidad de justificar la negativa. La AFA no ejerce el derecho de inhabilitar al jugador negado, más allá de que es un derecho que tiene. Desconozco los motivos por los cuales no se aplicó el método que siempre se utiliza y por eso me pareció pertinente aclarar ante los jugadores y los entrenadores que yo no soy el responsable. Esta es la síntesis de mi pensamiento de cómo se produjo esta última convocatoria, quería expresarla para dejar sentada cuál es mi responsabilidad en el camino que se eligió”. La fractura en la relación entre Julio Grondona y el entrenador, que renunciaría un año después porque se quedó sin energías, se profundizaba.
Finalmente, Mascherano fue titular ante Uruguay en el primer partido de fútbol que se jugó en estadio Único, el 16 de julio de 2003. “Juegue tranquilo, que confío en usted”, le dijo el entrenador. Fue 2-2 y el primer gol uruguayo fue por una mala entrega del joven volante. En el sitio The Players Tribune, el actual entrenador de la Sub 23 recordó así aquella primera experiencia: “Terminó el partido, volvimos al Predio, me subí a mi auto, manejé hasta mi casa en Belgrano y me fui a dormir. Listo”.
Pero en cada nota, el futbolista que llegó a completar 147 partidos hasta 2018 (los primeros 10 con Bielsa en el banco) y es el segundo futbolista con más partidos con la celeste y blanca después de Lionel Messi, siempre agradeció la oportunidad que le dio Bielsa.
Una y otra vez. Incluso, en mayo de 2012, en la previa de la final entre Barcelona -él como jugador- y Athletic Bilbao -Bielsa de técnico- por la Copa del Rey, expresó:” Yo era parte del grupo que usaba para los amistosos. Éramos un grupo de jugadores de 17 y 18 años que hacíamos gira con la selección y fuimos al Mundial. Después de la derrota en Corea, con toda la prensa en contra, se animó a agarrar un jugador que ni siquiera había jugado en primera división y lo puso en la selección. Tenía mucho más para perder que ganar y se la jugó conmigo. Le estoy agradecido de por vida«.
Pero no se quedó ahí y habló sobre lo que estaba en juego: “Yo quiero ganar este título, sería un broche perfecto y la mejor manera de encarar la próxima temporada. Desde el sentimiento, uno quiere ver a Marcelo ganando títulos, porque el fútbol con él ha sido demasiado injusto a la hora de premiarlo, porque ha merecido muchísimo más de lo que ha ganado. Pero quizás su mayor triunfo ha sido dejar su impronta en cada equipo y a cada jugador que ha entrenado«
Dos décadas después de aquel debut, una década después de aquella final, Mascherano enfrentará por primera vez y seguramente única a Bielsa. Con Argentina clasificada para el cuadrangular final y Uruguay ya eliminado de la competencia. Será este viernes desde las 20 en la ciudad de Valencia, en Venezuela. El pasado y el presente. ¿Y el futuro?