El gobierno informaría este miércoles el aumento de tarifas para el gas por redes a aplicarse a partir del primero de abril, según trascendió en la noche del martes de fuentes extraoficiales, sin ser confirmado ni desmentido por el Ministerio de Economía (pese a ser consultado). De acuerdo con la información extraoficial, los sectores de más altos ingresos verán cuadruplicada la tarifa (equivale a un aumento del 300 por ciento), por el impacto de la quita de subsidios. A ello se sumaría un nuevo aumento en el mes de mayo por el cambio de precio estacional (hasta septiembre), más otro ajuste pendiente en la retribución a transportistas (TGS y TGN) y distribuidoras de gas que se aplicaría en los meses siguientes.
La conducción económica va tomando decisiones contemplando la prioridad de eliminar el déficit fiscal, para lo cual considera como aspecto central la baja en los subsidios sobre los servicios públicos. El recorte en los subsidios energéticos le representarían a las cuentas fiscales un «ahorro» equivalente a 0,5 puntos del PBI en el año.
El gobierno avanzó con las tarifas eléctricas, luego parcialmente sobre el autotransporte de pasajeros, pero decidió postergar el tarifazo en el gas tratando de evitar un impacto mayor sobre los índices de precios. Más que proteger a los sectores económicos (hogares e industrias) que verán dañadas sus posibilidades de mantener sus respectivos niveles de vida o de actividad, la preocupación del ministro Luis Caputo era que no se le desdibujara el aparente «avance» en la baja nominal de la tasa de inflación, luego de alcanzado el nivel «record» del 25,5 por ciento en diciembre de 2023.
Es por eso que el sendero trazado por el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, que preveía aplicar el primer aumento en el gas por quita de subsidios en febrero, se fue postergando y, de acuerdo a la nueva versión circulante, se pondría en vigencia en abril.
Las empresas del sector –transportistas y distribuidoras– se reunieron este martes con las autoridades del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) presumiblemente para firmar los acuerdos que pondrán en marcha el nuevo esquema tarifario. Ello supondría un aumento inmediato en el precio del gas consumido en abril, que se verificará en las boletas recibidas en los primeros días de mayo, pero que impactarán mucho más fuerte a partir de junio cuando estacionalmente sube el consumo por el uso del gas natural para calefaccionar los hogares.
En cuanto a la industria, sectores pymes que no son necesariamente los más electrointensivos demandantes, ya vienen denunciando que el aumento de hasta el 300 por ciento en las boletas de la luz que comenzaron a recibir en marzo los coloca en una situación de riesgo, dado que el aumento de ese costo básico golpea en un momento de fuerte recesión en la actividad. Ahora, con las boletas de gas que reciban en mayo, se teme que se vea agravada la magnitud del impacto.
Los nuevos precios que definirá el aumento a punto de anunciarse están referidos al valor del gas que entrega el productor (la petrolera) en el punto de ingreso al sistema de transporte. Es sólo el primer componente de la tarifa, al que luego se le suma la retribución del transportista y la correspondiente al distribuidor.
Según señalan quienes han tenido acceso a la norma que este martes habría definido el Enargas, los usuarios que según el actual esquema de segmentación tarifaria representan el Nivel 1 (altos ingresos) y los del servicio general que no son residenciales pagarán entre USD 2,70 y USD 2,95 por millón de BTU (sigla de British Thermal Unit, unidad calórica que se toma como referencia para medir el volumen de gas entregado).
Por su parte, los usuarios N2 (bajos ingresos con tarifa social) pagarán por el gas entre USD 0,74 y USD 0,78 por millón de BTU desde la vigencia de la nueva tarifa. Mientras que los usuarios N3 (Ingresos medios) abonarán entre USD 1,10 y USD 1,17 por millón de BTU Hasta un determinado nivel de consumo mensual. Por encima de esa línea, el volumen utilizado paga una tarifa similar a la de la categoría N1 (tarifa sin subsidio).
Antes de la determinación de la nueva tarifa de invierno, durante el período mayo a septiembre, la Secretaría de Energía tiene la expectativa de tener vigente la llamada Canasta Básica Energética, que contemplará un nivel de consumo esencial para cada zona climática de la Argentina.
Por encima de estos valores, quedan por definir los aumentos que convalidará Energía para los servicios de transporte y distribución. Las empresas habían solicitado aumentos de hasta el 500 por ciento en la retribución de sus respectivos segmentos. De otorgarse una recomposición al menos aproximada a la pretensión de las empresas, el aumento global de la tarifa para el conjunto del año podría oscilar entre el 600 y 800 por ciento.