lunes, 2 diciembre, 2024
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Una escuela de San Martín de Los Andes da clases en la playa de un lago porque no le dan el edificio nuevo

Los reubicaron en febrero de 2022 por una obra que comenzó en octubre de ese año y que nunca se concluyó. “Damos clases adentro de una carpa”, le dijo la directora a TN.

Gonzalo  Molina Prado

(Foto: gentileza Escuela N°116).

(Foto: gentileza Escuela N°116).

Tener clases en una playa que da a un lago de San Martín de Los Andes podría ser el sueño de cualquier niño que está dando sus primeros pasos en una escuela primaria. Sin embargo, no todo es lo que parece cuando se conoce el motivo por el que los chicos del colegio Lolog hace una semana que tienen jornadas educativas frente al agua.

La escuela N°116 estaba ubicada en el paraje Lolog, entre el departamento Lácar y el Huiliches, a 15 kilómetros del centro de San Martín de los Andes. Esa era su ubicación hasta que en febrero de 2022 los reubicaron y nunca más pudieron volver a su casa de estudios.

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El periplo que vivió la comunidad educativa de Lolog comenzó en febrero de ese año, cuando desde el gobierno provincial comenzaron con un proyecto para realizar obras en el edificio que estaba deteriorado. La comunidad educativa fue dividida: el nivel inicial pasó a la escuela N°313 y el nivel secundario, a la N°188, ambas ubicadas en el centro de la reconocida localidad neuquina.

Recién ocho meses después, en octubre, comenzaron las obras para la construcción de una nueva escuela. Es decir, se iba a tirar el edificio abajo y se iba a construir uno nuevo en un plazo estimado de 270 días. “Ese plazo se extendió considerablemente por la veda climática”, explicó Irene Urra, directora de la institución.

(Foto: gentileza Escuela N°116).

(Foto: gentileza Escuela N°116).

Los motivos por los que los plazos no se cumplieron fueron varios, pero en 2023 le confirmaron al equipo técnico del colegio que la escuela iba a estar lista para el comienzo de clases que debía ser el 5 de febrero de este año. Esa promesa tampoco se cumplió.

(Foto: gentileza Escuela N°116).

(Foto: gentileza Escuela N°116).

(Foto: gentileza Escuela N°116).

(Foto: gentileza Escuela N°116).

En el medio hubo presentaciones por doquier, desde cartas al municipio hasta una reunión con la ministra de Educación, Soledad González. “Se comprometió a dar respuestas y todavía no tenemos fecha concreta de la obra”, señaló Urra.

A medida que se acercaba el inicio de clases fueron cada vez más insistentes las presentaciones que hizo el equipo docente al municipio y el Ministerio de Educación para, por lo menos, obtener respuestas.

(Foto: gentileza Escuela N°116).

(Foto: gentileza Escuela N°116).

En paralelo, las clases no iniciaron en gran parte de la zona por un conflicto con la licitación del transporte. “Las escuelas rurales de la provincia de Neuquén tienen garantizado el transporte y acercan a los chicos a las aulas. Este año, como no se concretó la licitación, todas las escuelas rurales estuvieron sin clases seis semanas”, explicó la directora.

La paradoja del conflicto es que si la escuela N°166 de Lolog hubiese estado terminada, podría haber empezado las clases porque no necesita transporte, dado que toda la comunidad vive cerca de la institución. Sin embargo, como tienen que trasladarse hasta una escuela rural en San Martín de Los Andes y el transporte era necesario, no podían comenzar las clases.

(Foto: gentileza Escuela N°116).

(Foto: gentileza Escuela N°116).

Cuando ese conflicto se solucionó, las clases se suspendieron en la escuela N°188 (a donde habían sido reubicados) porque las calderas estaban rotas y no se podía combatir el clima. “No las arreglaron porque no bajan el dinero de la municipalidad”, comentó Irene.

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Transitados casi dos meses de un conflicto que parece no tener solución (ni el del transporte ni el de la obra), los maestros decidieron tomar la posta y les propusieron a los padres de los alumnos darles clases en la playa del lago Lolog.

(Foto: gentileza Escuela N°116).

(Foto: gentileza Escuela N°116).

“La comunidad aceptó la iniciativa, lo estamos haciendo porque el clima da y para poder poner en valor el vínculo. Es una comunidad chiquita, pero le ponemos el pecho a la situación”, explicó la directora de la escuela N°166.

Irene Urra detalló que continúan enviando notas, videos y haciendo reclamos en el Concejo Deliberante para que al menos les den una respuesta sobre cuándo van a estar la obra: “Queremos que se hagan cargo de lo que les corresponde, fueron elegidos por el pueblo para que resuelvan”.

(Foto: gentileza Escuela N°116).

(Foto: gentileza Escuela N°116).

En ese sentido, agregó: “Esto nos quita de nuestro eje y de nuestra función. Nosotros no tenemos que mandar 20 notas repitiendo lo mismo. Uno lo hace para encontrar herramientas porque queremos a los niños en el aula, pero no es nuestra función. Nosotros ponemos en valor lo pedagógico”.

“Después casi 8 semanas sin clases, hoy la preocupación de la comunidad es la falta de respuesta de la nueva fecha de entrega del edificio. A la empresa no le pagan y no avanzan las obras”, remarcó la directora, quien, en paralelo, agregó: “Hay familias que quieren mandar sus hijos a nuestra escuela y como no lo pueden hacer porque está en obras la mandan a otra”.

(Foto: gentileza Escuela N°116).

(Foto: gentileza Escuela N°116).

Cómo es dar clases en la playa: “Le damos el desayuno frente al lago”

“El contexto es hermoso, pero la realidad es que es un problema que no haya escuela. No es el lugar donde tienen que estar las infancias”, con esa frase describió cómo se siente Irene Urra al avanzar con la iniciativa de darle las clases frente al lago Lolog.

La directora explicó que todos los días de esta semana dieron tres horas de clases en la playa, a la que acondicionaron levemente para que tenga al menos algunas similitudes con espacio escolar.

(Foto: gentileza Escuela N°116).

(Foto: gentileza Escuela N°116).

“Armamos una carpa y trabajamos adentro. Les llevamos el desayuno, un termo con mate cocido y galletitas”, comentó Urra, quien aclaró que el desayuno se compra con las partidas que llegan desde el Ministerio de Educación, pero que los prepara cada maestro en su casa.

En paralelo, tuvieron que improvisar un baño porque los chicos están en la playa desde las 10 de la mañana hasta las 13: “Hay baños que suelen estar abiertos al público en temporada. Solicitamos la llave a la municipalidad y nuestra auxiliar la limpió para que esté en condiciones”.

(Foto: gentileza Escuela N°116).

(Foto: gentileza Escuela N°116).

Las actividades en la playa varían. Comenzaron realizando caminatas para recolectar distintos instrumentos que luego formaran un mural, luego pasaron por una ronda de lectura y con el correr de los días fueron sumando actividades.

El martes pasado, el clima no acompañó y tuvieron que avanzar con una particular manera de dar clases: “Armamos una carpa y llevamos adelante las mismas actividades en el interior”, explicó la directora.

La titular del equipo directivo reconoció que los alumnos deberían estar en las aulas ocho horas y apenas están tres, pero se consuela: “Al menos le damos prioridad al vínculo pedagógico”.

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“Los chicos lo tomaron como una aventura. El planteo de los docentes fue desde ese lugar, hacemos algo distintos y nos encontramos desde ese lugar. Poder tener ese mate cocido calentito y ese sanguchito es buenísimo”, remarcó.

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