La gestión de Salud, a cargo de Mario Russo, definió no inmunizar en este momento porque no serviría para aplacar los casos actuales, pero sigue de cerca lo que hace Lula Da Silva. Corrientes compró 200 mil dosis.
El dengue sigue rompiendo récords en la Argentina. Esta semana se reportaron 52.466 casos y 32 muertes, un pico inédito desde que las cifras comenzaron a subir y cuatro veces más contagios que en 2023. En lo que va del año, hubo 151 muertos y 215.885 casos, un 50% más que en todo el año pasado. Por el momento, las provincias más afectadas y que condensan el 56% de los casos son las del centro del país: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.
La escasez de repelente y el colapso de guardias agravan un panorama que parece que llegó para quedarse. Pese a que el dengue tiene un componente estacional (la reproducción del mosquito es posible mientras la temperatura no baje demasiado y haya humedad), el calentamiento global está generando climas más cálidos y estaciones más laxas. De hecho, fue el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, quien aseguró que las pandemias y epidemias de este tipo “vinieron para quedarse”.
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Ante esta situación, el Gobierno tomó dos medidas: por un lado, abrió la importación a repelentes (la normalización de los productos en góndolas podría demorar hasta 15 días) y por el otro, definió no vacunar. “La vacuna no es una herramienta para mitigar el brote. La decisión personal es de cada habitante con su médico de cabecera ya que hoy necesita prescripción médica”, dijo en TN el ministro de Salud, Mario Russo.
Sin embargo, según pudo saber TN sí se está evaluando una posible campaña de vacunación sectorizada para los próximos meses, previendo otra suba de casos cuando vuelva el calor en septiembre u octubre. Para ello, el ministerio de Salud está monitoreando la experiencia en Brasil, en donde el gobierno de Lula Da Silva adquirió 6 millones de dosis que está aplicando principalmente a niños de más de 10 años y en zonas de alta circulación del virus. Además, el gobierno paulista está llevando a cabo un estudio de vacunación en 20 mil personas de entre 18 y 40 años con la vacuna Qdenga, del laboratorio Takeda (la misma dosis que está en la Argentina).
“Se está analizando la evidencia científica, en conjunto a la Comisión Nacional de Inmunizaciones y la Organización Panamericana de la Salud, con el objetivo de determinar un programa de inmunización focalizada y por rango etario, que sea seguro y efectivo, de cara a la próxima temporada. La vacuna no está recomendada como herramienta en un contexto de brote como el actual”, dijo a TN un funcionario del ministerio de Salud. Y agregó: “Se está observando la experiencia de Brasil que esta vacunado en menores. Para definir los rangos. Y la efectividad”.
Varios especialistas consultados por TN coincidieron en que, a esta altura del brote, no tiene sentido emprender una vacunación masiva. Para completar el esquema hacen falta dos dosis con tres meses de separación entre cada una y, además, muchas personas están inmunizándose ahora con la gran cantidad de casos, incluso asintomáticos. Pero sí ven necesario anticiparse a contagios futuros.
“La vacuna aplicada ahora va a tener poco impacto para este brote, pero sí va a tener impacto positivo, con sus limitaciones, para el próximo año, cuando aparezca la mayoría de los vacunados con anticuerpos”, dijo Amadeo Esposto (MP 13.891), jefe de Infectología del Hospital San Martín de La Plata.
Quiénes pueden vacunarse en la Argentina
La vacuna que está aprobada por Anmat en la Argentina -es decir que es totalmente segura- es Qdenga, del laboratorio Takeda. Protege contra los cuatro serotipos de dengue y, por el momento, sacando algunas excepciones de provincias que decidieron aplicarla de manera gratuita, el pago es de manera privada. En algunos casos, obras sociales ofrecen descuentos.
En el ensayo clínico, la vacuna se probó en 8 países en pacientes entre 4 y 16 años y demostró ser efectiva para evadir las internaciones en un 84%. La eficacia en mayores de 17 y hasta los 60 años se infirió a través de la extrapolación de los datos del estudio en menores y también por medio de un estudio hecho en Estados Unidos con adultos. No hay, por el momento, ensayos clínicos en mayores de 60 años. Sin embargo, según remarcó tanto la OPS como el Ministerio de Salud, la vacuna es segura y efectiva.