En una extenuante jornada de 23 hoyos, Tiger Woods agrandó aún más su leyenda al superar este viernes el corte clasificatorio del Masters de Augusta por 24º ocasión consecutiva, un récord absoluto de este emblemático torneo de golf.
La segunda ronda del viernes en el Augusta National Golf Club vivía la pugna por el liderato entre las figuras estadounidenses Bryson DeChambeau y Scottie Scheffler pero la mayoría de los focos se concentraron en la conmovedora lucha de Tiger contra los desafíos del campo y sus propias limitaciones físicas.
A los 48 años, Woods finalizó su segunda vuelta en 72 golpes (par) para una acumulado de 145 (uno sobre par) que lo dejó por encima de la línea de corte y le aseguraba la presencia en el fin de semana decisivo.
Woods rompió la paridad con Fred Couples y Gary Player y fijó la mayor marca del evento con 24 ediciones seguidas superando el corte. En Augusta, donde ganó el primero de sus 15 títulos de Grand Slam en 1997 y el último en 2019, el californiano sólo falló el corte en 1996 cuando jugaba como amateur.
«Ha sido un día largo. Fue una buena lucha, creo que lo hice bien y estoy con grandes opciones de llegar al fin de semana», declaró Woods a ESPN.
Este viernes, el astro estadounidense fue uno de los 27 jugadores que madrugaron para finalizar la primera ronda, inconclusa el jueves debido a un retraso por las lluvias.
A pesar del endemoniado viento en el Augusta National Golf Club (Georgia), Woods firmó un esperanzador registro de uno bajo par en sus 13 hoyos completados el jueves pero en la reanudación de la mañana cometió dos bogeys para cerrar la primera vuelta en 73 golpes (+1).
Sin apenas descanso, Tiger enfrentó los 18 hoyos de la segunda ronda alentado en todo su recorrido por una multitud de aficionados que lo aclamó en cada golpe.
Las secuelas en su pierna derecha del grave accidente de auto de 2021, sumadas a sus múltiples cirugías de espalda, hacen que el mayor desafío para Woods sean las largas caminatas por este ondulado campo de casi 6.800 metros, escenario de algunas de las mayores gestas de su extraordinaria carrera.
Luchando por sobrevivir en Augusta, donde triunfó en cinco ocasiones, Woods vivió una montaña rusa con cuatro birdies y cuatro bogeys hasta completar exhausto su 23º hoyo del día y saludar agradecido a sus aficionados.
En paralelo al recorrido de su ídolo, DeChambeau y Scottie Scheffler protagonizaban un duelo por el título que simboliza también la división que se vive en el mundo del golf.
DeChambeau, miembro del circuito rebelde LIV, disfrutaba del liderato en solitario con -8 después de 13 hoyos.
Scheffler, la gran figura de la PGA, estuvo igualado con DeChambeau pero cometió sus dos primeros bogeys del torneo en el quinto y séptimo hoyo y descendió a -5.
La segunda plaza provisional la ostentaba el también estadounidense Max Homa, que finalizó su segunda vuelta en -6.
El danés Nicolai Hojgaard compartía la cuarta plaza con -4 soñando con la gesta de ser el primer debutante en enfundarse la codiciada chaqueta verde desde Fuzzy Zoeller en 1979.
El vigente dueño de la emblemática prenda, el español Jon Rahm, entró en acción en la tarde con la necesidad de remontar posiciones después de su decepcionante primera vuelta, completada en 73 golpes (+1).
Rahm, sin embargo, no lograba levantar cabeza y tropezó con dos bogeys en sus ocho primeros hoyos que lo tenían en el lugar 39 con +3.
Entre los representantes latinoamericanos, el chileno Joaquín Niemann avanzaba en el decimocuarto lugar con -1 al completar la primera parte del recorrido del viernes.
Por su parte, el colombiano Camilo Villegas concluyó la segunda ronda en 75 golpes (+3) y, con un acumulado de +5, se encontraba justo por debajo de la línea de corte.
Mucho peor terminó el argentino Emiliano Grillo, que completó la segunda vuelta con 83 impactos, 11 por encima del par, y quedó eliminado. El chaqueño, que había empleado 72 golpes en la jornada inicial, cometió cuatro doble bogeys y otros cuatro bogeys en una jornada que se le tornó muy complicada.
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