En el primer trimestre de 2024 la participación de las y los asalariados en el producto alcanzó el más bajo nivel de la serie histórica reciente, con un 45 por ciento del PBI. Por el contrario la ganancia de los empresarios llegó a uno de los más altos niveles de la serie con un 40 por ciento, según informó Indec el martes. El ingreso mixto de cuentapropistas y autónomos también creció respecto de igual período de 2023, hasta alcanzar el 15,8 por ciento del PBI. Esta distribución de la riqueza muestra que Argentina se volvió un país menos equitativo que años atrás, lo cual ocurre de la mano de una sensible pérdida de puestos trabajos en 2024.
El Indec publicó el informe denominado “Cuenta de generación del ingreso e insumo de mano de obra” en donde muestra cómo se distribuye entre el capital y el trabajo la riqueza producida en el país a lo largo de un año. Es la medición que tradicionalmente se conocía como distribución “funcional” del ingreso, en la medida que evaluaba la función social de los distintos individuos dentro de la economía: están las y los trabajadores que reciben una “remuneración al trabajo asalariado” (RTA) y los empresarios dueños del capital que se llevan el “excedente bruto de explotación” (EEB), pero además se considera al sector de los cuentapropistas y autónomos que reciben el “ingreso mixto bruto” (IMB). Descontando los impuestos, la suma de estos tres sectores arriba al 100 por ciento de la riqueza o del “valor agregado bruto a precios básicos” (PIB).
En el primer trimestre de 2024 la RTA se llevó el 45 por ciento del PBI, lo cual es el porcentaje más bajo para un primer trimestre de la serie histórica reciente, que empieza en el año 2016. En 2016 y 2017 dicha participación alcanzaba al 54 por ciento para luego bordear el 50 por ciento en los últimos años del gobierno macrista en 2018 y 2019, cifra que se mantuvo en el 2020 pandémico. El primer trimestre de 2021 capta mejor el impacto de la pandemia y la RTA se reduce hasta un 46 por ciento, para aumentar en los siguientes dos años hasta un 48,3 por ciento en el primer trimestre de 2023. Este dato contrasta muchísimo con el más reciente publicado por Indec y habla del carácter regresivo de las políticas del Gobierno de Javier Milei.
Como contrapartida el EEB alcanzó en el primer trimestre del año un 40 por ciento, es decir uno de los valores más altos de la serie, superado sólo por el 41 por ciento de 2021 y 2022. El dato inmediatamente anterior, con el que debe contrastarse el recientemente publicado es del 38,7 por ciento, que corresponde al primer trimestre de 2023.
Es decir que los trabajadores asalariados perdieron 3 puntos de participación en el PBI mientras los empresarios ganaron 1,3 puntos, la diferencia se explica por la mayor relevancia de los cuentapropistas y autónomos entre los períodos analizados, y además porque los impuestos netos de los subsidios a la producción restan una parte menor del PBI que un año atrás (0,8 contra 1,9 por ciento).
El IMB en el primer trimestre de 2024 alcanzó al 15,8 por ciento del PBI, es decir aumentó en 0,9 puntos porcentuales contra el mismo ratio en el primer trimestre de 2023. Este porcentaje se mantuvo en torno al 12 y 13 por ciento entre 2016 y 2018, para ascender a 14,2 por ciento en el primer trimestre de 2019 y luego ubicarse en cifras similares a las actuales, con una baja importante en 2023.
Repasando entonces, los asalariados pierden participación en el reparto de la torta de la riqueza, mientras ganan los capitalistas y los trabajadores por cuenta propia. El informe de Indec acompaña esta información con datos de cantidad de puestos de trabajo, que apenas crecieron 0,5 por ciento en el primer trimestre de 2024 pero mostraron caídas en las siguientes ramas de la actividad: construcción (7,7 por ciento), minería, industria y servicios públicos (2,4 por ciento en promedio) e intermediación financiera (1,3 por ciento). El deterioro en términos de los puestos de trabajo, que explica el deterioro general de la RTA.
A nivel sectorial
Esta misma información se presenta a escala sectorial en el informe de Indec, allí se observa que en el primer trimestres en las actividades extractivas la participación asalariada en el ingreso total fue mucho más baja que el promedio general: agricultura 21,3 por ciento, minería 26 por ciento y pesca 38,2 por ciento. En tanto que la industria manufacturera –que se supone un sector más igualador- también mostró una participación de la RTA inferior al nivel general, con un 33,2 por ciento. En el comercio la RTA fue de 29,2 por ciento y en la construcción del 41,5 del PBI, mientras que en otro sector importante para la economía argentina como es el financiero ascendió al 54,5 por ciento.
En la agricultura el EBE fue 69,6 por ciento en el primer trimestre del año, en la minería 73,7 por ciento y pesca 59,1. En tanto que en la industria manufacturera el EBE fue inferior al nivel general, con un 36,2 por ciento. En el comercio el EBE fue de 38,9 por ciento –similar al nivel general- y en la construcción del 43,9 del PBI –superior al promedio. En la intermediación financiera ascendió al 44,4 por ciento.
Por su parte, el IBM fue notoramiente superior al promedio –es decir duplicó al promedio general- en la industria, alcanzando a 30,1 puntos del PBI. También en el comercio la participación de autónomos y cuentapropistas fue destacada con un 31,6 por ciento de la riqueza.