Los jueces que el presidente Javier Milei propone para integrar la Corte Suprema empiezan su recorrido en el Senado esta semana, con la audiencia pública a la que asistirá el juez federal Ariel Lijo para defender su candidatura en medio de las numerosas críticas que recibió de partidos políticos y asociaciones profesionales, además de la división que genera en el mismo bloque oficialista, que necesita sí o sí apoyo opositor.
Lijo tiene que presentarse el miércoles 21 de agosto en la Comisión de Acuerdos para responder preguntas de los senadores y defenderse de las 34 impugnaciones que recibió su candidatura a ocupar la vacante que dejó Elena Highton en el máximo tribunal. Una semana después será el turno de Manuel García Mansilla, el académico que Milei propuso para el lugar que dejaría en diciembre Carlos Maqueda.
En ambos casos, los pliegos deben tener dictamen de la Comisión de Acuerdos y luego ser aprobados por una mayoría de dos tercios en el recinto, 48 de los 72 senadores si están todos presentes. Nada fácil para La Libertad Avanza, que solo tiene siete. Por ello en el Senado hay incertidumbre sobre el destino de Lijo y Mansilla, pero sobre todo sorpresa porque creen que el Ejecutivo no se está moviendo.
«No parecen estar buscando los votos y los tienen que buscar ellos», deslizó a iProfesional una fuente de la oposición dialoguista que integra la comisión. La situación desconcierta a los potenciales aliados porque la candidatura de Lijo genera rechazo en las propias filas libertarias, donde Francisco Paoltroni anticipa que no acompañará a Milei en esto, y también porque el oficialismo necesita obligadamente apoyos del bloque Unión por la Patria, el más duro.
Sin embargo, en la Casa Rosada ya pergeñan un plan, según supo iProfesional de una calificada fuente del oficialismo: tender un puente de diálogo con Cristina Kirchner para buscar esos votos, con Lijo como candidato inamovible. «Sí o sí es Lijo, no hay otro», sentencian cerca del Presidente. Mientras tanto, el mismo juez federal ayuda con sus propias gestiones.
Los candidatos de Javier Milei para la Corte Suprema, al Senado: la estrategia de Ariel Lijo
Tres fuentes de distintos espacios políticos del Senado confirmaron a iProfesional que Lijo «habla con muchos senadores» casi desde que Milei dio a conocer su nominación. «Busca sus propios votos», comentan en la Cámara alta al tiempo que señalan al juez de la Corte Ricardo Lorenzetti como otro de los gestores.
Según esa versión, Lorenzetti habría sido quien le acercó a Milei el nombre de Lijo -ambos tienen una larga y aceitada relación- y también la promesa de juntar los dos tercios para él y García Mansilla. Aquí surge otro punto clave: en la Casa Rosada insisten en que «son los dos o ninguno» y así se lo habrían hecho saber a los senadores.
Esto dificulta más el acuerdo con la oposición porque uno de los cuestionamientos que atraviesa a todas las bancadas es que se intente nombrar a dos hombres en la Corte, que quedaría sin ninguna presencia femenina.
Ocurre que entre las gestiones de Lijo -a quien le atribuyen buena relación con varios gobernadores peronistas y también con referentes de la UCR y otros partidos- y el reclamo (muy extendido entre los distintos bloques) de que se respete el cupo de género, la que más sufre es la candidatura de García Mansilla. Todos ven al académico como la potencial moneda de cambio para votar por Lijo.
Incluso en La Libertad Avanza una de las fuentes consultadas por este medio señaló que estarían «los votos justitos» para Lijo pero «Mansilla está más complicado». Es también por esto que muchos se sorprenden ante la aparente pasividad del Poder Ejecutivo, sobre todo si quiere atar la suerte de los dos pliegos.
¿Un puente entre Javier Milei y Cristina Kirchner?: los votos que necesita el Gobierno
Sin embargo, allí es donde entra la idea de abrir un canal de diálogo con Cristina Kirchner, que todavía tiene una fuerte influencia sobre casi la mitad de los 33 senadores de Unión por la Patria. Para alcanzar la mayoría de dos tercios, La Libertad Avanza está obligada a sumar votos de la bancada peronista.
En algunos despachos de la Casa Rosada dejan trascender que, a pesar de la prédica incendiaria de Milei contra el kirchnerismo, están abiertos a buscar un entendimiento con ese bloque en torno a la Corte Suprema y que ya están pensando en proponer una reunión. Creen que el senador Eduardo «Wado» de Pedro y el armador libertario Sebastián Pareja podrían ser los interlocutores. Uno cercano a Cristina y otro a Milei y su hermana Karina.
Para justificar ese eventual contacto usan el argumento de que tienen que «dialogar con todos» porque son minoría y de la importancia institucional que tiene la Justicia, pero en rigor se trataría de abrir una negociación, necesaria para el Gobierno si se tiene en cuenta que ni siquiera en la UCR y en el PRO hay consenso para acompañar el nombramiento de Lijo.
Con los reclamos por el cupo de género sobre la mesa, en la Casa Rosada se muestran interesados en ver si Cristina Kirchner quiere proponer un candidato o candidata. Así, vuelve a sobrevolar el ambiente la posibilidad de un proyecto para ampliar la cantidad de miembros de la Corte, una idea que la ex vicepresidenta ya impulsó.
A los estrategas del Gobierno les da lo mismo si los jueces son hombres o mujeres. Lo que les interesa es que los pliegos de Lijo y García Mansilla -que comparte la filosofía liberal de Milei- pasen el filtro del Senado.
La interna oficialista, a punto de hervor
Para ello el oficialismo también necesita ordenar a su propia tropa. La posibilidad de tender un puente con el kirchnerismo obedece tanto a la falta de votos suficientes en el Senado para designar jueces de la Corte como a los que se les escapan de su bloque. El caso más resonante es el de Paoltroni.
El senador por Formosa organizó para este lunes, dos días antes de la audiencia pública con Lijo, un encuentro abierto en el Salón Azul del Senado con un grupo de juristas para exponer sobre el tratamiento de los pliegos de los jueces para la Corte Suprema. Se espera que funcione como un escenario para criticar la nominación del polémico juez federal.
Paoltroni ya adelantó que votará en contra de Lijo, a quien critica sin tapujos por haber enviado la causa por corrupción que involucró al ex vicepresidente Amado Boudou y al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, al Poder Judicial de esa provincia. Es uno de los tantos expedientes judiciales sensibles para el poder político que manejó el juez en su larga carrera en Comodoro Py.
A ello se le suma que la vicepresidenta Victoria Villarruel también se animó a hacer pública su diferencia con Milei en cuanto a la candidatura de Lijo. Ciertamente, la presidenta del Senado no vota, pero en los últimos días corrió el rumor de que Paoltroni podría no ser el único del bloque oficialista que rechace al juez sino que habría otro que, por lo menos, estaría dudando.
La interna libertaria recién estaría empezando, dado que una fuente del Gobierno advirtió ante iProfesional que quien no acompañe a los dos candidatos que propuso Javier Milei para la Corte Suprema «claramente no es del espacio». En ese contexto llegará Ariel Lijo al Senado para defender su pliego, en lo que será apenas el primer movimiento de una difícil partida de ajedrez.