“Una niña no puede simplemente desaparecer”, dice Marcos Sosa, hermano de Agostina, una nena de 12 años que salió de su casa para visitar a una amiga de la familia, en Villa Gesell, y no volvieron a verla. Lo mismo dicen la mamá de Guadalupe Lucero (5) y el hermano de Loan (5): “Alguien se los llevó”.
Sus madres, hermanos y tías tienen la necesidad de decirlo, como para imponerse a la idea de que están perdidos: “Lo vendieron”, “le hicieron daño”, “lo secuestraron”, repiten.
En la Argentina no existe un registro oficial serio que determine cuántos niños faltan de sus hogares. El listado de mayor consenso es el de Missing Children, que suma unos 110 niños y adolescentes.
Entonces, si el Estado no sabe exactamente ni siquiera eso, ¿realmente los busca? “A Agustín (8) lo dejaron de buscar a los tres meses”, denuncia su mamá desde Clorinda, en Formosa. María Elena Delgado, mamá de Sofía Herrera (5), cuya desaparición en Tierra del Fuego tomó la agenda política y hacía pensar que este tipo de dramas empezaría a tener un abordaje prioritario, cree lo mismo: “El Estado no busca a mi hija”.
Los niños que visibilizamos en esta investigación son solo aquellos que tienen 14 años o menos y desaparecieron entre el 28 de septiembre de 2008, día en el que fue vista por última vez Sofía Herrera, y el 13 de junio de 2024, día en el que desapareció Loan Peña. En esta nota no fueron incluidas las búsquedas relacionadas con sustracciones parentales y fuga de hogares de menores, además de aquellas sobre las que resultó imposible contactar a un familiar del niño desaparecido.
Casi ningún familiar entrevistado para este informe recibió la visita del fiscal o el juez que lleva la investigación. “Nunca vino ni recibí un llamado de nadie”, se indigna Marcos Sosa y se apena porque a la última marcha en la que piden por la aparición de Agostina “no fue nadie más que la familia”.
Quienes hoy esperan que ese hijo, ese sobrino o ese hermano sea encontrado, se aferran más a la corazonada, al deseo profundo, que a los resultados de una investigación: en la inmensa mayoría de los casos ni siquiera hay detenidos involucrados en la desaparición. “Mi mamá murió en un accidente en la ruta, tratando de encontrar a su nieta Brisa (5)”, cuenta Paulina, tía de la niña y sigue: “Hacía el trabajo que debió hacer la Justicia”.
Durante los últimos años, los familiares lograron identificar cuáles fueron los principales errores e irresponsabilidades que favorecieron la desaparición de esos niños: “en la comisaría nos dijeron que esperáramos 72 horas”, “nunca cortaron la ruta”, “demoraron dos días en lanzar la Alerta Sofía”, “no hay policías, jueces ni fiscales entrenados para encontrar a un niño” o “tardaron 12 años en creerle al nene de seis años que contó que vio a un hombre llevarse a Sofía”.
Madres, tías y hermanos denuncian por qué el Estado no pudo encontrarlos
María Elena Delgado, madre de Sofía Herrera
El 28 de septiembre de 2008 salimos a pasar el día a un camping. Fuimos mi marido, Sofía y yo, y una pareja amiga con sus dos hijos. Queríamos comer un asado y fuimos al camping John Goodall, ubicado a 60 kilómetros de Río Grande, donde vivimos. Llegamos cerca de las 11.30 y mi marido y nuestro amigo bajaron del auto para ver si había un lugar donde poder hacer el asado.
Detrás de ellos fueron los hijos de este amigo, de 6 y 9 años, y Sofi, que tenía 3 años y 8 meses. Pero volvieron en seguida porque no había dónde hacer el asado, solo una chapa. Sofi no volvió. Entonces le pregunté a Fabían dónde estaba y me dijo que pensó que había vuelto al auto, pero no había vuelto. Fuimos desesperados a buscarla por el lugar, gritamos. No había señal como para llamar a nadie. Así que nos fuimos a la casilla del cuidador que tenía una radio y pedimos por la Policía y Defensa Civil.
Norma Beatriz Vallejos, mamá de Juan Agustín Bataglia El 24 de diciembre de 2010 Juan Agustín estaba con mi mamá, es decir su abuela, y una primita. Hacían compras navideñas en una calle comercial en Clorinda, donde vivimos. Estaban en el cruce de San Martín y Buenos Aires, cerca del puente fronterizo que va a Paraguay. En un momento mi mamá se distrajo para comprar algo y mi sobrina le dice que Juan Agustín no estaba más. Fue un segundo. Lo empezaron a buscar y le avisaron a Gendarmería, que estaba ahí cerca. Pero no lo encontraron. Yo estaba en Buenos Aires, en el Hospital Garrahan, porque tenía a mi otra nena internada por problemas renales. Pudimos volver el 28 de diciembre.
José Peña, hermano de Loan Danilo Peña Ese 13 de junio, mi papá decide pasar con Loan por la casa de su madre, Catalina, mi abuela. Mi papá no sabía que ella había organizado un almuerzo con otra gente. Ellos dos cayeron ahí. Después de almorzar, los niños y algunos de los adultos, menos mi papá, se van a buscar naranjas a un lugar de ahí cerca. Entonces es cuando Loan desaparece, según dijeron. Mi mamá, yo y el resto de mis hermanos nos enteramos cerca de las 16 que Loan no aparecía.
Yamila Cialone, mamá de Guadalupe Belén Lucero Cialone El 14 de junio de 2021 mi pareja actual, mi hijo Benjamín y Guadalupe, que tenía cinco años, fuimos a festejar el cumpleaños de mi hermana a su casa. Llegamos y Guada se puso a ver unos videos en mi teléfono porque estaba aburrida y no habían llegado los primitos. Cuando llegaron todos al cumpleaños, ella me insistió y me insistió para ir afuera, a la vereda, a jugar. Yo acepté que ella saliera porque había muchos niños, y también estaban mi hijo y el hijo de mi pareja. Esa fue la última vez que la vi, cuando ella me dio el teléfono. En un momento, a los minutos, entra mi sobrinita para decir que Guada no aparecía. Como estaban jugando a las escondidas pensamos que se había escondido muy bien, salió mi mamá y comenzó a llamarla. Yo salí también a buscarla y fue cuando nos desesperamos todos porque no la encontrábamos. La empezamos a buscar por todos lados. Los vecinos también nos ayudaron. La policía vino rápido porque en San Luis hay agentes de a pie en los barrios, así que uno dio aviso, vinieron los patrulleros e hicimos la denuncia.
Marcos Sosa, hermano mayor de Agostina Nadin Sorich El 15 de octubre de 2010 Agostina había vuelto de hockey y se iba a la casa de la “tía”, una amiga de la familia, como otros fines de semana. Yo en ese tiempo tenía una moto. Ese día la estaba arreglando y ella me preguntó si la podía llevar a la casa de la tía. Le dije: “Uy, hoy no puedo”. Y se fue caminando, como siempre. Y ahí empezó el calvario: no la volvimos a ver.
Daniela Angela Sosa, madre de Maximiliano Sosa Mi otro hijo, Juaquín, nació el 15 de diciembre de 2015. El 16 me dieron el alta y el 17 volví a mi casa, donde Maxi, que tenía 3 años, estaba al cuidado de mi mamá. Vine a buscarlo para que conozca a su nuevo hermano. Pasamos toda la tarde con él. Mi madre me recomendó dejarlo (a Maxi) a su cargo una semana, hasta que yo me acomodara con el otro nene, recién nacido y prematuro. Le dije que sí. Era mi madre la que me lo pedía. Pero nunca me imaginé lo que pasó después: me internaron junto a mi bebé, que decían podría tener fiebre amarilla y esa misma tardecita del 21 de diciembre de 2015 me enteré de que Maxi no aparecía, que se había perdido, que lo buscaban. Me dijeron que mi mamá no quería que estando internada tuviera esa triste noticia. Así que esa misma tarde, primero vino la policía y luego el papá de la criatura y me dijeron lo que estaba sucediendo. Sinceramente, no lo podía creer.
Paulina De Kemmeter, tía de Brisa Ayelén Pereyra Mi hermana, Paola, la mamá de Brisa, le había dejado la nena a Víctor Sequeira. Era diciembre de 2014. Él no era el padre biológico de Brisa, pero cuando estuvo en pareja con mi hermana, la adoptó como hija. Me acuerdo el día que se la dejó porque fue la última vez que vi a Brisa. Yo le había dicho a mi hermana que me la dejara a mí. El único momento que yo veía a Brisa sonreír era cuando jugaba con mis nenas, que son sus primas, y estaba conmigo, que soy su tía, y mi mamá, que es su abuela. El 31 de agosto de 2015, Paola se cruza con Víctor cerca de la Villa Zabaleta y le pregunta por la nena. Él le dice que hacía un mes la había dejado en la puerta de su casa. En ese lapso de tiempo, mi hermana nos venía diciendo que veía a la nena y que la nena estaba bien. Era mentira. Recién ahí hacen la denuncia a la policía y allí comienza la búsqueda desesperada de Brisa. Víctor declaró que dejó a Brisa el 21 de julio de 2015 en la esquina de la casa de mi mamá y mi hermana, en la Villa Zabaleta, en Alvarado y Magaldi, en el barrio porteño de Barracas.
Modesta Polijo, mamá de Delia Gerónimo Polijo El martes 18 de septiembre de 2018, Delia estaba en el colegio, pero faltó un profesor y entonces los chicos salieron antes, a las 16. La escuela los dejó ir sin avisar a los padres. A las seis de la tarde, como siempre, mi hijo mayor la fue a buscar. Entre mi casa y la escuela hay seis kilómetros, así que la llevábamos y la traíamos. Cuando mi hijo llegó a la escuela y vio que estaba cerrada, supo que habían salido antes. Volvió a casa y me dijo que ella no estaba, pensando que estaría volviendo. Pero no. Después la fue a buscar mi otro hijo para ver si la veía por el camino que siempre hacíamos. Y nada. Entonces mi marido, que hace changas, llegó de trabajar y fuimos a la policía a hacer la denuncia.
Carolina Tachile, mamá de Claudio Adrián Tachile En la primera semana de vacaciones de invierno mi hermano se había llevado a mi hijo Adrián (así le llamamos, por el segundo nombre) a trabajar de ayudante de albañil. Era grandote, no parecía de 14 años. Y el fin de semana se vino a casa. Era domingo y antes de cenar, a la noche, me dice: ‘Me voy con unos amigos a la vereda’. Salió y no volvió más. Lo fui a buscar y no lo encontré. Llamé a mis familiares para saber si estaba con ellos, me fui a la casa de sus amigos y nada. Yo estaba desesperada. Con mi familia estuvimos buscándolo hasta el lunes a la mañana. Una chica me dijo que llamemos a Missing Children y le dije que sí. Estuvimos buscándolo por los hospitales, en las morgues, por todas partes. Y a las dos semanas hicimos la denuncia en la policía y en un juzgado.
¿Qué creés que le pasó?
María Elena Delgado, madre de Sofía Herrera Estoy segura de que alguien se la llevó. Aunque se investigaron muchas hipótesis: se trabajó en que podía haberse ido hacia el mar, se buscó si pudo haber sido atropellada por un auto en la ruta y se investigaron las operaciones de trasplantes de órganos, por si la habían raptado para sacarle los órganos.
Norma Beatriz Vallejos, mamá de Juan Agustín Bataglia Creo que alguien se lo llevó. Decían que pudo haber sido una red de trata. Pero no sé. Se sacaron muchas conclusiones pero no se llegó a nada.
Los padres de Juan Agustín piden reactivar su búsqueda. Hoy tendría 21 años.
Marcos Sosa, hermano mayor de Agostina Nadin Sorich Creo que a mi hermana la secuestraron y la entregaron a una red de trata. Vinieron y se la llevaron. No puede simplemente haber “desaparecido”. La tierra no se traga a la gente. Si a mi hermana la hubieran secuestrado y matado, ya hubiera salido a la luz, algo hubiera aparecido. Y creo que la policía tuvo algo que ver porque en un primer momento no nos dejaron hacer la denuncia. Después, traían cualquier prenda de ropa y nos decían que podía ser de ella, pero me acuerdo hasta el día de hoy lo que tenía puesto, como si el día de su desaparición hubiese sido ayer. Si la policía hubiese estado presente desde el minuto cero capaz que hubiese sido otra la novela, pero es un cuento de terror sin fin y cada vez más triste.
Yamila Cialone, mamá de Guadalupe Belén Lucero Cialone Alguien se la llevó en contra de su voluntad porque nunca se encontró nada de Guada.
Yamila dice que su hijo menor besa las fotos de Guadalupe, a quien no llegó a conocer
José Peña, hermano de Loan Danilo Peña Alguien se lo llevó porque no se encontró nada de él. Solo un botín que fue plantado por Laudelina [Peña, su tía paterna, imputada en la causa]. Creo que alguien lo vendió y detrás hay algo muy grande. En un 100% creo que es trata de personas. Los 700 vecinos del pueblo rastrillaron más que la policía. Nos chocábamos entre nosotros. Pero él no está. Mi hipótesis es que quizás ya está en otro país. Y para mí está vivo. Está vivo y va a estar acá, debe estar extrañando a su mamá, a toda la familia. Queremos que vuelva Loan. No se lo tragó la tierra, tengo fe en que va a aparecer. Pienso que los detenidos saben lo que pasó y no hablan. También llama la atención que atacan a los más débiles y dejan de lado a los más poderosos. Nadie le pide explicaciones al Gobernador [de Corrientes, Gustavo Valdés] por tuitear que estaba resuelto el caso cuando Laudelina había declarado que Carlos Guido Pérez [exmilitar que fue con su esposa, la ex funcionaria municipal María Victoria Caillava, al almuerzo] lo atropelló sin querer y lo mató. Después Laudelina declaró que mintió porque el abogado [José Fernández] Codazzi le dijo que si decía eso, le regalaba un departamento. ¿Por qué el Gobernador estaría seguro de que eso era cierto? ¿Por qué se metió Codazzi? ¿Por qué se metió el Gobernador?
José, hermano de Loan, en el altar que hay la casa de sus padres
Paulina De Kemmeter, tía de Brisa Ayelén Pereyra Al principio creí lo mismo que los investigadores, que la pareja de mi hermana había vendido a Brisa o la había cambiado por drogas. Cuando pasó un año, intuí que le había hecho daño porque la nena no aparecía en las cámaras de seguridad de la esquina de la casa donde dijo que la dejó.
Daniela Angela Sosa, madre de Maximiliano Sosa La verdad es que no sé lo que pasó. Hasta el día de hoy no tengo una hipótesis contundente. No sé si me lo robaron o si hubo algo más. Pero con lo que sucedió con el caso Loan llegué a pensar que también pudo haber ocurrido que a Maxi me lo vendieron. Estoy en duda todavía. Muchas veces me puse a pensar qué pasó que Maxi ya no está entre nosotros.
A raíz del caso Loan, Daniela cree que a Maxi lo vendieron
Modesta Polijo, mamá de Delia Gerónimo Polijo
Mi corazón me dice que a mi hija me la agarraron, no una sola persona, creo que varios. Pero no aparece ni viva ni muerta. Tres meses después de la desaparición, una vecina denunció en la policía que su marido había tenido algo que ver. Pero él se suicidó al día siguiente. Cuando la policía fue a buscar a mi hija a esa casa, encontraron los aritos y una cadenita de ella. Pero no encontraron a mi nena. Ahora esa mujer no vive más en el barrio y nadie sabe dónde está Delia. Nadie me dice nada.
Carolina Tachile, mamá de Claudio Adrián Tachile
Creo que se fue porque quiso. Yo sigo orando para que esté bien y que tenga deseos de volver. Los amigos me preguntan por él, pero no sé si sabrán algo. Él se había ido otras veces, pero lo íbamos a buscar o volvía solo. Pero esa vez fue diferente porque pasó mucho tiempo. Se fue con lo puesto y sin plata. Él era muy limpito, le gustaba vestirse bien. Y yo lo cuidaba mucho del frío porque siempre se resfriaba o le agarraba anginas. Lo mimaba mucho. Esa noche hacía frío, había salido con una campera finita que se había comprado y abajo tenía puesta una con piel adentro que yo le había regalado y le gustaba. De más chico era muy mimoso conmigo. Después ya se hizo más adolescente y no quería estudiar. Entonces yo ya le ponía más límites. Eso lo alejó un poco de mí. Es muy angustiante no saber nada de él.
Carolina Tachile tiene fe en que Claudio Adrián aparezca
¿Qué hizo la policía, el fiscal o el juez apenas hiciste la denuncia?
José Peña, hermano de Loan Danilo Peña
Mi papá dio aviso a la policía a eso de las 16 y los agentes llegaron recién a las 18. Entre la comisaría y el campo donde estaban hay 10 o 15 minutos en auto. Ellos empezaron a buscar en la zona donde supuestamente se perdió, pero como muy por encima. Los vecinos y nosotros fuimos los que más buscamos. Eran más vecinos que policías.
Marcos Sosa, hermano mayor de Agostina Nadin Sorich
Al principio no nos dejaron hacer la denuncia. La policía nos dijo que esperáramos 72 horas porque seguro era “una travesura” o “se había ido con el noviecito”. Mientras tanto, con mi papá y mi hermano mayor la buscamos por todos lados. Si nos decían “la vieron por allá”, íbamos. Cuando nos dijeron que la tenían unos chancheros, fuimos. La policía, cero apoyo. Recién tres días después pudimos hacer la denuncia. Y ahí empezó el calvario. La policía empezó a llamar a amigas y familiares de Agostina. Pero todo el tiempo sentíamos que nos querían inculcar que había sido una travesura, que se había escapado, que se estaba escondiendo. Pero yo estoy muy seguro de que ella jamás se hubiera escapado. Somos ocho hermanos, una familia muy unida, todos vivíamos en la misma casa. La policía actuó mal.
Yamila Cialone, mamá de Guadalupe Belén Lucero Cialone Esa noche fue caótica. Había muchos vecinos buscándola, policías, gente a mi alrededor que me preguntaba cosas. Me tenían cerca del teléfono por si alguien llamaba. Los investigadores me preguntaban de todo. Yo solo hacía lo que me decían. Estaba desbordada, desesperada y no me dejaban ir a buscarla. Me llevaron a mi casa para agarrar ropita de Guada para que los perros pudieran olerla y buscar su rastro. Pero no sé si estaban capacitados porque solo daban vueltas por la manzana. Esa noche vino un bombero retirado y también me pidió ropita para que sus perros la buscaran. El rastro los guió a través del descampado que estaba por detrás de la casa de mi hermana, hacia la ruta nacional 7. Los vecinos y nosotros pedíamos que se cerrara esa ruta pero no lo hicieron. No sé por qué. Ese bombero le dijo a la policía, pero no le quisieron tomar declaración porque no era parte oficial de la investigación. Dos meses después logré que viniera un equipo de perros de búsqueda desde Santa Fe y ellos hicieron el mismo recorrido que los perros del bombero. El olor de Guada termina en el asfalto, entonces alguien se la pudo haber llevado por la ruta. Pero se perdió tiempo.
Yamila todavía guarda la ropa de Guadalupe
María Elena Delgado, madre de Sofía Herrera
El día que Sofi se pierde llamamos a la policía y Defensa Civil a las 12 y aparecieron recién a las 14. Cualquiera la podría haber sacado por la frontera con cualquier documento, si estábamos a solo 90 kilómetros del límite con Chile. Se perdió mucho tiempo.
Carolina Tachile, mamá de Claudio Adrián Tachile En la policía me decían que esperara, que seguro estaba dando vueltas por ahí y que ya iba a volver. Me dijeron que pusiera sus fotos en todas partes y que si yo me enteraba de algo que les avisara. Y que si ellos llegaban a tener información de él, me iban a avisar. Pero yo siempre iba a la comisaría y al juzgado y nunca tenían novedades. Nunca se hicieron allanamientos en ningún lado.
La policía no buscó bien a Claudio Adrián, dice su madre Carolina Tachile
Paulina De Kemmeter, tía de Brisa Ayelén Pereyra
Fueron mi mamá y mi hermana las que llamaron primero a la policía. Un patrullero las fue a buscar a ellas y a la pareja de mi hermana, que fue la última persona que vio a mi sobrina, y los llevó a declarar esa misma noche. Pero a él no lo detuvieron, lo dejaron ir. El fiscal me decía que lo dejaba “caminando” porque en algún momento se iba a pisar o iba a contar la verdad. Pero nadie deja a una nena de cinco años sola en una esquina, como dice que hizo la pareja de mi hermana. Yo le pedía que lo detuvieran por abandono de una menor. Pero no hicieron nada.
Modesta Polijo, mamá de Delia Gerónimo Polijo Cuando fuimos a la Policía estuvimos dos o tres horas y después salieron a buscarla. Ya era de noche. Al día siguiente la buscaron también los bomberos.
Delia era muy amorosa con sus hermanos y sus padres
Daniela Angela Sosa, madre de Maximiliano Sosa
Recuerdo que al principio los fiscales hablaban de la posibilidad de una venta de Maxi. Nos preguntaron si existía la posibilidad de que lo hayamos vendido por razones económicas. La policía, bomberos, Gendarmería y vecinos lo buscaron en pozos, en una cava y hasta en una laguna chica que hay cruzando la ruta. Hubo alerta en la ciudad por este caso. Pero a pesar de varios días de búsqueda, Maxi nunca apareció.
Norma Beatriz Vallejos, mamá de Juan Agustín Bataglia
Cuando desapareció Juan Agustín hicimos la denuncia en la policía y le avisamos a la Gendarmería, que estaba ahí nomás. Mi hijo mayor fue a buscar a mi marido, que estaba trabajando, y empezaron a buscarlo también. La brigada también lo buscó en su momento.
¿Se cometieron errores durante la búsqueda?
María Elena Delgado, madre de Sofía Herrera Un montón. En esa época no había Alerta Sofía y no había fotos en los DNI de los menores de ocho años. Al día siguiente de la desaparición uno de los nenes que estuvo en el lugar, Néstor, de seis años, dijo que vio cómo un hombre se llevó a Sofi en un Gol gris. Estábamos a la vera de la ruta y hasta meses después los perros seguían el rastro de ella hasta un alambrado que daba a una especie de estacionamiento. Se estuvo trabajando en eso. Se hizo un identikit. A los ocho meses, los peritos dijeron que el nene mintió. Cuando Néstor cumplió 18 años, en 2020, fue a la Justicia y declaró lo mismo. Se hizo otro identikit y coincidía con el que había hecho de niño. Entonces dieron con que era un ciudadano chileno, en situación de calle, que se había presentado varias veces en la causa como testigo para denunciar pistas que se comprobaron como falsas. Ese hombre [José Dagoberto Díaz Águila] es buscado por Interpol desde ese año y pasó de testigo a imputado. Pero se perdió mucho tiempo. Los primeros meses perdieron mucho tiempo investigándonos incluso a nosotros. Tuvimos como dos meses dos policías viviendo en casa porque sospechaban de nosotros. Empezaron a decir que era un ajuste de cuentas porque mi marido jugaba en el casino y nunca pisó uno, que Sofi no era nuestra hija y que la habíamos vendido. Puras barbaridades que se constató que eran mentiras.
María Elena conserva los peluches de Sofía
Norma Beatriz Vallejos, mamá de Juan Agustín Bataglia
Sí. Directamente no tuvimos ayuda del juez que tenía el caso de Juan Agustín. Pedimos las imágenes de las cámaras de Gendarmería, pero el juez jamás lo autorizó. A los tres meses, en abril, ya no lo buscaban más. Le preguntábamos al juez y no nos atendía. No le importaba encontrarlo porque somos pobres. Para él, buscarlo era una pérdida de tiempo. No hubo una búsqueda intensa. Ni un mes entero. Tampoco lo buscaron en Paraguay.
Yamila Cialone, mamá de Guadalupe Belén Lucero Cialone Se cometieron muchísimos cuando la causa estaba en el fuero provincial. Hubo perros que siguieron los rastros de Guada hasta un descampado desde el que se llega hasta la ruta nacional 7, pero no quisieron cerrar esa ruta. Sí requisaban los autos. Pero mi familia, que también salió a buscarla en auto, vio que solo paraban a algunos. Además, mi hija se perdió un 14 de junio y recién el 16 a las 3 de la mañana me llevaron ante un juez a firmar la Alerta Sofía. Ya era muy tarde. No se puede esperar 24, 48, 72 horas para lanzar la alerta. Otra cosa es que la fiscal de la causa me hostigó. Si yo le gritaba a un policía o a un periodista, me decía “quien se altera algo esconde” y me amenazaba con que me podían llegar a sacar la custodia de mi nene, el hermano mayor de Guada. También hubo errores con los allanamientos. Los medios provinciales ayudaban y dificultaban a la vez porque por querer tener la primicia decían qué lugares se iban a allanar. Eso pasaba porque se los había dicho la misma policía. Tampoco se resguardó a los niños que estaban con Guada cuando desapareció. Declararon en Cámara Gesell recién a la semana y media de desaparecida Guadalupe. Y creo yo que se contaminó lo que vieron porque todo el mundo hablaba de la causa y ellos escuchaban todo. Por otra parte, la causa pasó tarde al fuero federal, recién a los seis meses.
Guadalupe festejando sus 5 años
Marcos Sosa, hermano mayor de Agostina Nadin Sorich Un montón. Pero no te diría errores. Para mí lo hicieron a propósito. No sé si está bien o no lo que estoy diciendo, pero si hubieran querido encontrar a mi hermana, hubieran hecho las cosas mucho mejor. Después de que desapareció, hicieron un rastrillaje superpatético en el parque temático, como si hubiera estado escondida ahí. Después, otro en los médanos, porque habían dejado una nota que decía: “Soy Agostina, ayudenme, y estoy en la playa”. Pero les dije que con eso estaban perdiendo el tiempo. También trajeron a los perros, una semana nada más. Siguieron el rastro de Agostina y después se quedaron parados en una casa que vendía materiales de construcción. Se clavaron ahí, en el medio del camino. Entonces los policías dijeron que mi hermana había llegado hasta ahí y que después la levantaron. Pero no investigaron nada. Siempre enfocaron la búsqueda como si hubiera sido una travesura. Que “se fue con éste”, que “se fue con el noviecito”, que “está escondida en la casa de una amiga”. Nunca contemplaron, por ejemplo, hacer un cerrojo en la ciudad, en la frontera, nada de eso. Nunca buscaron fuera de Gesell. Nunca lo tomaron como un posible secuestro, como un caso de trata. Si lo hubieran tomado así, por ahí hubiera sido diferente.
José Peña, hermano de Loan Danilo Peña
Sí. La policía llegó tarde ese primer día y no se cortaron las rutas. El comisario [Walter Maciel, detenido e imputado] actuó encubriendo a los que ahora están imputados. Ni siquiera bloqueó la zona. Hay rutas y caminos linderos y se dejó todo abierto. No hubo controles en los autos para revisar qué llevaban en los baúles. La Alerta Sofía sirve, pero se hizo tarde. El día que desaparece Loan le sacaron el teléfono a mi mamá, que no estuvo ese día ahí, y mi papá no tiene celular. Pero a todos los que estuvieron en esa casa se los quitaron a las semanas. Además, cuando la causa la toma la Justicia Federal, se tendría que haber empezado de cero. A los dos días les tendrían que haber hecho otra Cámara Gesell a los chicos. Pero esperaron 20 días [a 54 días de desaparecido Loan] para hacerles la segunda y ellos reiteran [como en la primera] que un hombre encapuchado se llevó a Loan. Si tenían ese dato ya desde la primera declaración de ellos, ¿por que se esperó tanto? ¿Por qué no lo buscaron? Se perdió mucho tiempo. Y ahora, al salir este dato en los medios, se está alertando a ese hombre ¿Cómo puede ser que eso ocurra?
Modesta Polijo, mamá de Delia Gerónimo Polijo
No buscaron como deberían haberla buscado. En vez de buscarla, nos investigaron a nosotros y hasta a mis tíos de Mendoza. Así pasó el tiempo. Tres meses después de la desaparición, una vecina denunció que su marido le había hecho algo a mi hija. Pero él se suicidó al día siguiente. La policía fue con perros y un drone a buscarla cerca de su casa. Encontraron los aritos y una cadenita de mi nena, pero no encontraron a mi hija. La policía nos dijo que le hicieron preguntas a la mujer pero que no dio mucha información. Mi abogado me dice que no se sabe todavía nada sobre si la mataron o la vendieron. Yo quiero que investiguen bien porque no quiero que nadie más sufra todo lo que estamos sufriendo nosotros.
Daniela Angela Sosa, madre de Maximiliano Sosa Se hizo lo que era posible hacer en aquel momento. Ahora no hay nada nuevo. Tal vez si se reaviva nuevamente el caso y se vuelve a investigar puede haber alguna novedad. No hay que olvidarse que pasaron casi nueve años desde la desaparición de Maxi. Y nunca se supo nada más.
El mural que recuerda que Maxi sigue sin estar con su mamá
Paulina De Kemmeter, tía de Brisa Ayelén Pereyra
Se cometieron errores desde el día uno. A Víctor, la pareja de mi hermana que dijo que dejó a Brisa en la puerta de la casa de ella y mi mamá, no lo detuvieron nunca. Cuando lo llevaron a declarar, el primer día, fue con su hija Sashana. Ni siquiera ese día le sacaron la guarda de la nena, sabiendo que quizás había hecho desaparecer a Brisa o la había vendido. Recién a los seis meses, los investigadores de la fiscalía allanaron la casa de él, que vivía en una casilla en Villa Albertina, en Lomas de Zamora, con Brisa, Sashana y Alexis, de ocho años, que era hijo de otra mujer. Después le sacaron los nenes y los llevaron a un hogar. No podían vivir en las condiciones en las que vivían. Yo iba todos los días a la fiscalía para que me dijeran algo y era pelearme porque no hacían nada. Cuando pasó un año, yo ya intuía que no la había vendido ni la había cambiado por drogas. Estaba segura de que algo le había hecho y se lo dije al fiscal.
Éramos mi mamá y yo contra el mundo. Poníamos la foto de la nena en todas partes. Mi madre murió en un accidente en la ruta en septiembre de 2017, cuando volvía del sur porque le habían dicho que había una nena parecida a Brisa. La pareja de mi hermana ya había muerto en agosto de ese año. Yo seguí pidiendo que buscaran a mi sobrina. Ahora, en diciembre del año pasado fui a ver al fiscal y me dijo que, semanas antes, Sashana y Alexis, que ya son mayores de edad, declararon que la pareja de mi hermana mató a Brisa. Un día la golpeó mucho y la nena perdió la conciencia. Él los mandó a comprar Ibuprofeno. Cuando volvieron, la nena estaba muerta en la cama. La pareja de mi hermana la levantó y se la llevó. Los investigadores estuvieron buscando el cuerpito de Brisa en la villa pero todavía no lo encontraron. Si lo hubiesen detenido cuando yo les pedí, quizás él habría declarado antes de morir dónde dejó a mi sobrina. El fiscal me dio la razón recién ahora, llorando. ¿De qué sirve? Brisa está muerta y mi mamá se murió buscándola. No les importó nunca el caso porque somos pobres, y eso se lo dije al fiscal también.
Carolina Tachile, mamá de Claudio Adrián Tachile Yo no sabía ni siquiera quién lo tenía que buscar. No sabía nada cómo funcionaba una búsqueda de un chico. Cuando yo iba a la policía me daba la sensación de que no se preocupaban por buscarlo. Me decían que estaba por ahí, que ya iba a volver.
Carolina recuerda lo pegado a ella que era Claudio Adrián cuando era chico
¿Alguna vez te fue a ver el juez o fiscal a tu casa?
Yamila Cialone, mamá de Guadalupe Belén Lucero Cialone No. Yo iba a preguntarles cómo seguía la búsqueda.
María Elena Delgado, madre de Sofía Herrera Nunca un fiscal pisó mi casa, jamás. Una vez sola vino un juez, a los tres días de que se perdió Sofi, cuando allanaron mi casa. Pasaron los años y la Justicia no ayudó mucho. En la provincia tenemos una policía y una Justicia empobrecida que no tienen ni elementos para trabajar. No tenían móviles para patrullar y no había nada digitalizado. La causa de mi hija ocupa una habitación entera, del piso al techo. La gobernadora de Tierra del Fuego en ese entonces, Fabiana Ríos, tampoco nos habló nunca.
Paulina De Kemmeter, tía de Brisa Ayelén Pereyra Nunca. Yo iba o llamaba. Y como veía que no hacían nada, siempre que iba terminaba peleándome.
José Peña, hermano de Loan Danilo Peña No. Y eso es lo que te da más bronca. Nosotros le pedimos a la jueza que venga a explicarle a mis papás si lo están buscando o no a Loan. Pero ella no los quiere atender. Yo fui a hablar y la secretaria me dice que no quiere entorpecer la investigación, pero yo le dije que han pasado más de 50 días y no nos dan una pista de dónde está Loan.
Carolina Tachile, mamá de Claudio Adrián Tachile No. Una vez me llamó la policía para preguntarme si el nene había vuelto. Solo eso.
Norma Beatriz Vallejos, mamá de Juan Agustín Bataglia Nunca vino nadie. El único que vino una vez a ver si teníamos noticias fue el fiscal. Ni la policía vino.
Marcos Sosa, hermano mayor de Agostina Nadin Sorich Nunca estuvieron ni la policía ni los jueces. Fue una toma de pelo del Estado hacia nosotros. Nunca estuvieron comprometidos. El caso lo tuvieron cinco fiscales y si alguno hubiera estado comprometido se hubieran quedado más años. Es un pasamanos: agarran la causa, la miran y la dejan así. Nunca recibí nada, ni un llamado de nadie. Fueron inoperantes, pésimos, dan vergüenza. Es más, ahora yo tengo el número de un fiscal nuevo. Le mandé un mensaje, me respondió a la semana y me dijo que por ahí archivaban la causa. Yo no pude ir, pero para hablar con él mi familia tuvo que viajar hasta Dolores, ni siquiera se acercó hasta Gesell. Sentimos un abandono total hacia nosotros. Fue y sigue siendo muy triste.
Modesta Polijo, mamá de Delia Gerónimo Polijo La policía, los primeros días. Después ya no. Nunca vino un fiscal o un juez.
Delia, de más chica (de celeste) junto a sus padres y hermanos
Daniela Angela Sosa, madre de Maximiliano Sosa Solo para interrogarme y nada más. Reconozco que nadie podía prometer algo. Destaco que una fiscal me habló claro y me dijo que ella no podía prometerme nada, que solo iba a hacer lo que ella podía. Lamentablemente, la repercusión del caso Maxi se apagó muy pronto.
Carolina Tachile, mamá de Claudio Adrián Tachile Yo no creo que la policía lo esté buscando ahora porque pasó mucho tiempo.
Yamila Cialone, mamá de Guadalupe Belén Lucero Cialone No. Ahora solo reciben los llamados de las personas que creen haber visto a Guada, pero no se investiga.
José Peña, hermano de Loan Danilo Peña Yo creo que sí, pero en un 50% lo hacen mal. Pasa una mosca, siguen a la mosca. Parece que no saben para dónde ir. Nosotros queremos que se concentren al 100% en encontrarlo.
María Noguera, la mamá de Loan, sostiene un retrato de su hijo
Norma Beatriz Vallejos, mamá de Juan Agustín Bataglia Lo dejaron de buscar a los 3 meses. El Estado no hizo nada.
María Elena Delgado, madre de Sofía Herrera El Estado no está buscando a mi hija. Los investigadores hace años me dijeron que no hay mucho nuevo para hacer. Estuvimos mucho tiempo pidiendo la actualización de la carita. Una chica de México me hizo la proyección por inteligencia artificial y otra chica de Colombia también. Se las mostré a la Justicia, pero el perito dibujante no está muy convencido. La Justicia trabaja, pero no investiga. No hay gente mirando el expediente de mi hija para revisar los datos a ver si algo se les pasó. Lo último que se hizo fue hace tres años, cuando una señora me mandó la foto de una nena que había sido adoptada en San Juan, muy parecida a Sofi. A través de la Justicia se pidió un ADN. Cuando cumplió los 18 en 2022, accedió a hacerse el exámen y el resultado estuvo recién en los primeros meses de este año. Fue negativo.
Marcos Sosa, hermano mayor de Agostina Nadin Sorich No. Hasta siento que nunca la buscaron, que nunca la quisieron buscar. Ya ni recuerdo lo último que hicieron, porque fue hace mucho tiempo. Pero en su momento todo fue un circo, una pantalla. Trajeron perros, caballos, un micro. Hicieron todo un circo igual que el que hicieron en el caso de Loan, con la diferencia de que duró muchos menos días. Como mucho, habrán tenido presente el caso un año, siendo muy generoso. Después, nunca más. Es como si hubieran perdido unas llaves en la playa y para buscarla hubieran revuelto la arena dos segundos para después decir “listo, no busquemos más porque no vamos a encontrar nada”.
Daniela Angela Sosa, madre de Maximiliano Sosa Hoy no. Parece que se olvidaron del caso. Ojalá que ahora, después de lo que le ocurrió a Loan, los investigadores vuelvan a buscarlo. Lo último que se hizo fue buscarlo aquí en Ceres y hubo algunos comentarios de que se lo vio en otros lugares, pero nada especial que fuese verdad.
Un afiche que recuerda la búsqueda de Maximiliano Sosa
Paulina De Kemmeter, tía de Brisa Ayelén Pereyra No. El Estado no hizo nada. El avance en la causa se dio a fines del año pasado gracias a que Sashana, media hermana de Brisa, y su hermano, los dos ya mayores de edad, fueron a declarar por voluntad propia y contaron que su papá, pareja de mi hermana y padre adoptivo de Brisa, la mató y ocultó el cuerpo. Pero nunca encontraron el cuerpito.
Modesta Polijo, mamá de Delia Gerónimo Polijo No. La búsqueda está un poco frenada, así que ahora en agosto mi abogado se va a presentar en la fiscalía para que la sigan buscando.
Modesta Polijo, mamá de Delia Gerónimo Polijo Mi familia y los vecinos, y Missing Children.
Yamila Cialone, mamá de Guadalupe Belén Lucero Cialone Los vecinos y Missing Children me ayudan con la difusión de la búsqueda. Ahora estoy en contacto con Madres de Víctimas de Trata para ver cómo reactivamos la investigación.
Carolina Tachile, mamá de Claudio Adrián Tachile Mi familia me acompañó mucho, ellos también salieron a buscarlo. Missing Children todavía publica su cara, pero como si fuera más grande. Yo estaba muy confiada en que lo iba a encontrar con la ayuda de los medios y esa organización.
La mamá de Claudio Adrián dice que no pierde la esperanza de abrazarlo nuevamente
María Elena Delgado, madre de Sofía Herrera En un principio nos ayudó mucho Julio Cobos, que era vicepresidente de la nación. Y siempre tenemos mucha ayuda de Red Solidaria.
Daniela Angela Sosa, madre de Maximiliano Sosa La policía, la Gendarmería, los Bomberos Voluntarios y los vecinos del barrio y del resto de la ciudad. Pero fueron unos días. Hasta trajeron perros que están adiestrados para buscar personas. Como no se encontró nada para seguir la búsqueda, con el correr de los días eso pasó.
Norma Beatriz Vallejos, mamá de Juan Agustín Bataglia Missing Children me llamó y pusieron una foto de Juan Agustín. Pero nada más. La red Infancias Robadas está ayudando a reactivar la búsqueda y una diputada (Gabriela Neme) también me vino a ver para intentar abrir de nuevo la causa.
Paulina De Kemmeter, tía de Brisa Ayelén Pereyra
Nadie.
José Peña, hermano de Loan Danilo Peña Los vecinos fueron los que nos ayudaron más. El primer día y al siguiente había más vecinos que policías y bomberos buscando. Los vecinos se metieron en el monte con machetes y en la laguna con caballos. La policía daba vueltas
Marcos Sosa, hermano mayor de Agostina Nadin Sorich Missing Children, que siempre nos pedía y publicaba fotos de mi hermana. Y los vecinos, compartiendo lo que publicaban. Obviamente también amigos y familiares. Pero ahora, en Gesell, solo se habla de su desaparición el día del aniversario, después es como si se esfumara.
Norma Beatriz Vallejos, mamá de Juan Agustín Bataglia Acá estamos solos, no tenemos la ayuda de nadie, así que hacemos lo que podemos con los pocos recursos que tenemos. Hicimos un Facebook. Pedí si me podían dar un teléfono para que me llamen si lo ven, pero nunca me lo dieron. Tengo solo un celular y lo usó cuando hay wifi. Mi marido es herrero y ahora no trabaja porque se tiene que operar los ojos. Y yo trabajo en casas de familia.
José Peña, hermano de Loan Danilo Peña Con nuestros abogados estamos viendo que nos den información y que no se lo deje de buscar [el equipo del abogado Fernando Burlando no les cobra por representarlos]. Y ahora los vecinos nos ayudan con comida y con las marchas.
Marcos Sosa, hermano mayor de Agostina Nadin Sorich Es difícil. Siempre trato de tener el número del fiscal que tiene la causa. A veces me preguntan a mí si tengo alguna hipótesis, pero lo único que sé es que mi hermana no está y que, si supiera algo, sería al primero al que se lo comunicarían. Yo no tengo herramientas, plata o movilidad. Somos una familia de laburantes. Difundimos la búsqueda en las redes, publicamos lo mucho que la extrañamos. Aunque a veces no todos en la familia estamos de acuerdo, organizamos alguna marcha. Pero a la última no fue nadie, autoridades menos. Nos sentimos muy solos.
La ropa de Agostina, la niña de 12 años que desapareció en Villa Gesell
María Elena Delgado, madre de Sofía Herrera En mis redes sociales recibo cientos de mensajes y todos los días los leo. Tratamos de imprimir afiches, llamamos a la fiscalía para ver si hay novedades. A veces pedimos ayuda para viajar si surgen pistas porque no tenemos muchos ingresos.
Sofía junto a su papá durante un paseo
Daniela Angela Sosa, madre de Maximiliano Sosa Nosotros, la familia, lo seguimos buscando. En un sitio web en el que se habla de Trata de Personas hacemos comentarios. En las redes sociales siempre comparto imágenes. Pero nunca me llegó un mensaje en el que me digan dónde está.
Carolina Tachile, mamá de Claudio Adrián Tachile Yo sigo atenta a si me mandan información. La cara de Adrián sigue en algunas boletas de impuestos. Ya no hacemos carteles porque él es grande (actualmente ya debería tener 29 años).
Yamila Cialone, mamá de Guadalupe Belén Lucero Cialone Tenemos un perito de parte que trabaja ad honorem en la causa y nos ayuda con la búsqueda. Yo estoy pendiente de los mensajes que me mandan a las redes sociales.
Paulina De Kemmeter, tía de Brisa Ayelén Pereyra Me las arreglaba con mi mamá y el resto de mi familia, como podíamos. Mi tío materno fue quien conducía cuando tuvieron el accidente y murió mi mamá, la abuela de Brisa. Volvían del sur porque les habían dicho que había una nena parecida a ella.
Modesta Polijo, mamá de Delia Gerónimo Polijo Tenemos las redes sociales y también nuestro abogado.
Yamila Cialone, mamá de Guadalupe Belén Lucero Cialone Le pediría que la Alerta Sofía se pueda activar de manera inmediata. Entiendo que se ocupan muchos recursos del Estado, pero es mejor prevenir antes que seguir lamentando todos los años que los niños no aparecen. El gobierno de San Luis quiere crear la alerta Guadalupe a nivel provincial para que sea inmediata y sin la necesidad de la aprobación de un juez.
Daniela Angela Sosa, madre de Maximiliano Sosa Sinceramente, al Estado le pediría que reabra el caso, porque está cerrado. Que vuelvan a abrirlo e investiguen bien. Creo que la Justicia tiene cosas para hacer, para mí que sí. Por eso les pido que reabran la causa.
José Peña, hermano de Loan Danilo Peña Le pediría más que nada a la Justicia que trabaje, que no deje de concentrarse en Loan, en encontrarlo. Después, que investigue a las personas imputadas.
Norma Beatriz Vallejos, mamá de Juan Agustín Bataglia Le pediría que me ayuden con la búsqueda de mi hijo Juan Agustín.
Una foto escolar de Juan Agustín, a sus 5 años
Paulina De Kemmeter, tía de Brisa Ayelén Pereyra Pediría que cambien de fiscal, que pongan un fiscal competente.
Marcos Sosa, hermano mayor de Agostina Nadin Sorich Que tengan un poco de empatía con la familia. Gesell es el famoso “pueblo chico, infierno grande”. Nos han dicho que la matamos nosotros, que la vendimos, mil pelotudeces. Les recriminaría que abandonaron a mi hermana y a nosotros. Por eso les pediría empatía. Si realmente quieren buscar una persona, la buscan y la encuentran. Nunca tuvieron la verdadera voluntad de buscarla. Por ahí mis papás lo ven de otra manera, pero desde mi punto de vista es así. Yo un día estaba por la calle, volvía de entrenar, y un policía me preguntó qué hacía ahí en vez de estar buscando a mi hermana, como si yo, además de no tener derecho a intentar seguir con mi vida, tuviera los recursos como para hacer su trabajo.
María Elena Delgado, madre de Sofía Herrera Les pediría que inviertan y capaciten a la gente para la búsqueda de los niños, desde policías a investigadores. También que haya una política de Estado para acompañar a las familias, porque hoy, después de un tiempo, uno tiene que manejarse solo para mantener activa la búsqueda, imprimir los panfletos, comprar pasajes. Y muchas de las familias que buscan a sus hijos son muy humildes y no pueden costearlo.
Modesta Polijo, mamá de Delia Gerónimo Polijo Yo pediría que la vuelvan a buscar.
Carolina Tachile, mamá de Claudio Adrián Tachile Ya no puedo pedirles nada. Si me dicen que la causa sigue abierta, no sé qué más puedo hacer y pedir.
Norma Beatriz Vallejos, mamá de Juan Agustín Bataglia Tengo mucha fe de que cambie la búsqueda de los nenes. Con el caso de Loan, ahora hablan de que en Clorinda tenemos un Loan, que es Juan Agustín. Espero que se reflote su búsqueda.
Paulina De Kemmeter, tía de Brisa Ayelén Pereyra No sé. Ojalá cambie algo. Creo que los cambios deben empezar desde arriba. Desde la política y la Justicia. Hay que capacitar a todos en la búsqueda de niños, tiene que trabajar gente competente. Veo el caso de Loan y todo lo que hicieron mal y me acuerdo del caso de Brisa. Es una desgracia. Me parte el alma.
María Elena Delgado, madre de Sofía Herrera Yo espero que cambie la forma en la que se buscan los chicos, que hasta los policías del pueblo más pequeño estén preparados en caso de que desaparezca un nene. Que incluso el juez actúe más rápido, ya que es el responsable de pedir la Alerta Sofía y que se pida inmediatamente. No puede ser que estén en feria o sea fin de semana y no se haga nada.
Daniela Angela Sosa, madre de Maximiliano Sosa Claro que puede cambiar, sí. Son casos muy parecidos. Sucede que en el caso de Loan se supieron muchas cosas, algo que no ocurrió en el caso de Maxi. Me gustaría que acá los investigadores hagan lo mismo.
Yamila Cialone, mamá de Guadalupe Belén Lucero Cialone Ojalá que revisen todos los casos y todos los errores que se cometen siempre para que se hagan las cosas bien. Tiene que haber mayor capacitación. Dicen que a diferencia del caso de mi hija, en el caso Loan hay muchos detenidos ¿Para qué sirve? Loan no apareció todavía, nadie dice nada. Entonces, no sé si lo están buscando bien.
José Peña, hermano de Loan Danilo Peña Deberían cambiar muchas cosas. Deberían saber buscar realmente a los chicos, cortarse rutas… pero es difícil si hay poderosos en el medio.
Marcos Sosa, hermano mayor de Agostina Nadin Sorich Nada. Va a seguir todo igual. A medida que pasa el tiempo los medios cada vez hablan menos del caso. Ojalá que aparezca con vida.
Modesta Polijo, mamá de Delia Gerónimo Polijo Sí, es un caso que está en todas partes y puede ayudar a que se busque mejor.
Carolina Tachile, mamá de Claudio Adrián Tachile La búsqueda activa se debería hacer en las primeras horas. Por lo de Loan, aunque no creo que cambie tanto, tengo más esperanza de poder encontrar a mi hijo.
Carolina Tachile, mamá de Claudio Adrián Tachile No.
María Elena Delgado, madre de Sofía Herrera No.
Norma Beatriz Vallejos, mamá de Juan Agustín Bataglia No.
Yamila Cialone, mamá de Guadalupe Belén Lucero Cialone No.
José Peña, hermano de Loan Danilo Peña Son siete los detenidos, seis personas que estuvieron en el almuerzo y el comisario Walter Maciel [quien primero encabezó la búsqueda de Loan].
Paulina De Kemmeter, tía de Brisa Ayelén Pereyra No. Ni ahora ni antes. Nunca.
Marcos Sosa, hermano mayor de Agostina Nadin Sorich No. Pero solamente por su actuar, por cómo se comportaron con nosotros, por no tomarnos la denuncia hasta tres días después, mínimamente los policías que nos atendieron deberían estar presos.
Modesta Polijo, mamá de Delia Gerónimo Polijo No. Hay posibles involucrados, pero no detenidos.
Daniela Angela Sosa, madre de Maximiliano Sosa Los hubo. Estuvo detenida mi mamá y otra persona, pero no sé mucho de la segunda persona que detuvieron. A mi mamá, después de más de cuatro años en prisión,la dejaron en libertad por falta de mérito. Sinceramente no le creo a ella (en relación a que no tuvo nada que ver con la desaparición de su hijo). Creo que estuvo involucrada en el caso. Me hablo con ella, pero muy poco. Ella ya no está en Ceres ni en la zona.
Daniela Sosa cree que su madre estuvo involucrada en la desaparición de Maxi
Carolina Tachile, mamá de Claudio Adrián Tachile Todo extraño. Siempre recuerdo cuando Adrián era chiquito, era muy mimoso conmigo, muy pegado, porque le di el pecho hasta grande. Siempre hablamos acá de él, de cómo mi hijo mayor le enseñó a caminar. Tengo un nieto que tiene 24 años ahora y que era chiquito cuando Adrián desapareció. Él lo extraña mucho y también salió a buscarlo con el padre. Todos lo extrañamos. Todos lo amamos. Siempre sueño con que vuelve a casa y lo abrazo.
María Elena Delgado, madre de Sofía Herrera Todo. Era muy compañera, una nena muy inteligente, hablaba mucho y clarito, le gustaba bailar. Veíamos una novela juntas. Yo estaba embarazada y ella me decía que si era nena, se tenía que llamar como la protagonista, Giuliana. Y así fue. Pero nunca la conoció.
Sofi con su muñeco de Barney
Daniela Angela Sosa, madre de Maximiliano Sosa Yo extraño todo. Pero sinceramente, lo que más extraño hoy son sus caricias. Era muy pegado a mí. Maxi era un niño muy alegre. Le gustaba jugar mucho al fútbol. Era hincha de River y siempre lo decía. También le gustaba dibujar, pintar y esperaba siempre que lo llevaran a la escuela. Tengo presente los momentos de cuando íbamos al parque, al campo, sus caricias. Hacíamos muchas cosas juntos.
Una dedicatoria de Daniela a su hijo desaparecido
Norma Beatriz Vallejos, mamá de Juan Agustín Bataglia Extraño todo de él, lo extraño muchísimo. Era muy bueno, muy querido. Era muy inteligente. Sabía volver en colectivo a casa. Repetía siempre un refrán: “La unión hace la fuerza, es un dicho popular, si nos lo proponemos, lo haremos realidad”. Deseo con todo el corazón tenerlo en mis brazos, abrazarlo y decirle cuánto lo quiero.
José Peña, hermano de Loan Danilo Peña Se extraña todo. Todos lo extrañamos. Siempre estábamos pendientes de él. Siempre había alguien mirándolo. Mi mamá está destrozada, de un momento a otro empieza a llorar y dejamos que llore, para que se descargue. Hay que darle algo para que se tranquilice. Yo vivo al lado de mis padres y cambió todo. Loan venía todas las mañanas a casa, tocaba la puerta y pedía jugar con mi nene, de tres años. Ellos dos hacían desastres jugando en casa. Mi hijo ahora está muy solo, está muy pegado a la mamá porque siempre jugaba con Loan. Está triste. Pregunta cuándo va a ir Loan a jugar. Y nosotros no le decimos que está perdido, lo distraemos, le hablamos de otra cosa.
La bicicleta de Loan hoy está en un rincón del jardín de su casa
Yamila Cialone, mamá de Guadalupe Belén Lucero Cialone Todo. Que esté conmigo. Era mi compañera. Tengo dos hijos más y los amo. Pero me pregunto cómo sería ahora compartir nuestra vida con mi niña. No tener a Guada es difícil. Hace dos años nació su hermanito menor, él ve las fotos de Guada en las paredes de casa, le dice “nena” y le da besos. Me tengo que preparar para explicarle que tiene una hermana que estamos buscando.
Lulú, la muñeca preferida de Guadalupe
Paulina De Kemmeter, tía de Brisa Ayelén Pereyra Extraño verla, extraño su sonrisa, dando vueltas de aquí para allá, o quietita, porque era muy tranquila, muy tímida. Extraño verla jugando con mis nenas, mirando dibujitos.
Marcos Sosa, hermano mayor de Agostina Nadin Sorich
Lo que más extraño es reírme con ella. Nosotros somos ocho hermanos y en las familias así numerosas hay algunos que se llevan mejor que otros. Y yo con ella me llevaba rebien. Mi apodo era Chucky pero ella lo terminó transformando a Chuli y ahora todos me dicen así. La amaba con todo mi corazón, éramos muy unidos.
Modesta Polijo, mamá de Delia Gerónimo Polijo
Extraño todo. Era buena chica, inteligente, era muy cariñosa conmigo, hablábamos. Le gustaba hacer todo, ayudaba en la casa cocinando, limpiando. Le gustaba la música cristiana. Estamos todos traumados con la desaparición de Delia, siempre lloramos, desde los más grandes hasta mis hijos más chicos. En mis sueños siempre la veo conmigo, siempre está llegando y le pregunto: ´Después de tantos años, dónde estuviste”. Y ella me contesta: ¨Me llevaron”.