domingo, 6 octubre, 2024
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El Gobierno apura un acuerdo para aprobar la Boleta Única en el Senado y avanzar hacia la reforma electoral de Javier Milei

La reforma electoral que el presidente Javier Milei empezó a impulsar tras la sanción de la Ley Bases dio un paso decisivo en el Senado, donde el Gobierno buscó este martes apurar un acuerdo para aprobar la Boleta Única en Papel (BUP) en reemplazo de las boletas partidarias, con la expectativa de que se vote esta semana o la siguiente.

En rigor, el proyecto para cambiar el sistema de votación y aplicar la Boleta Única que ya usan varias provincias fue impulsado originalmente por Juntos por el Cambio, que le dio media sanción en Diputados en 2022. En el Senado, se firmaron dos dictámenes de comisión en febrero, pero no llegaron al recinto por falta de consenso.

El gobierno de Milei recogió el tema como parte de su reforma electoral y este martes envió al secretario de Interior, Lisandro Catalán, junto a otros funcionarios a la reunión de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia para que acerquen una serie de cambios propuestos por el Ejecutivo con el fin de lograr un consenso con la oposición dialoguista.

No obstante, Catalán (mano derecha del jefe de Gabinete, Guillermo Francos) les dejó a los senadores algo más concreto que las propuestas, al asegurar varias veces que habrá «respeto del Ejecutivo a lo que resuelva el Senado», especialmente en el punto que había trabado la discusión: la posibilidad o no de votar «lista completa» con la nueva boleta única.

Ese punto es el que más interesa a los partidos provinciales como los que gobiernan Río Negro y Misiones, cuyos senadores inclinan la balanza en el recinto. Tras la exposición de los funcionarios, dos senadoras dialoguistas aseguraron a iProfesional que «está mucho más cerca el consenso» y no descartaron que haya un acuerdo esta misma semana.

Javier Milei y la reforma electoral: un acuerdo clave por la Boleta Única en Papel

Cuando el Senado abordó el proyecto de Boleta Única en febrero, la rionegrina Mónica Silva del espacio Juntos Somos Río Negro (que gobierna esa provincia) presentó un dictamen de minoría que fue apoyado por el kirchnerismo y por el misionero Carlos Arce, uno de los dos alfiles del Frente Renovador de la Concordia, otro oficialismo provincial.

Dado que las reformas electorales deben ser aprobadas por una mayoría absoluta de cada Cámara (37 votos en el caso del Senado), la diferenciación de esos senadores trabó todo.

En su dictamen, Silva había propuesto adoptar el modelo de boleta única de Santa Fe, que obliga a votar por categorías y no contiene el botón para tildar «lista completa», lo que dificulta el «arrastre» de los partidos nacionales. El proyecto original de boleta única que salió de Diputados sí incluye esa opción.

En la oposición dialoguista aseguraron a este medio que si el oficialismo «acepta sacar el botón de lista completa, el proyecto se aprueba». En ese sentido, durante la reunión de comisiones Catalán les hizo el guiño que esperaban al afirmar que «el tilde para boleta completa es una discusión política que tiene que dar el Senado» y agregar: «Vamos a aceptar lo que salga».

Con aclaración, los senadores entendieron que tienen luz verde para hacer ese cambio. «El Gobierno quiere que esto se apruebe y que la Boleta Única salga de alguna manera», afirmó a iProfesional uno de los involucrados en las negociaciones, al tiempo que indicó que con el apoyo de Silva y de los misioneros se llegará a los 37 votos.

¿Cuándo se aprobaría el proyecto en el Senado?

En ese marco, una de las senadoras que participó del plenario de comisiones de este martes deslizó que el consenso en torno a la implementación de la Boleta Única en Papel está tan encaminado que «es posible que se incluya en la sesión del próximo jueves» para su aprobación y devolución, con los cambios, a Diputados.

El apuro tanto del oficialismo como de la oposición dialoguista es entendible dado que cualquier reforma electoral debe ser aprobada durante un año que no tenga elecciones. Es decir, que tienen tiempo hasta diciembre para avanzar con la Boleta Única.

En el caso del Gobierno, se le suma además que la «idea fuerza» de la reforma electoral que pretende Milei es la eliminación de las primarias (PASO) pero esa propuesta no encuentra apoyo suficiente ni siquiera entre sus aliados del PRO. Con la Boleta Única el Presidente tendría, al menos, un primer avance para su plan reformista.

Sin embargo, no todos en el Senado creen que el proyecto pueda tratarse el próximo jueves. La vicepresidenta Victoria Villarruel convocó a una sesión para ese día a las 10:00 con el fin de tratar la marcha atrás en el polémico aumento de las dietas de los senadores y está previsto convocar para el mismo día a las 11:00 a otra sesión.

Allí se tratará el proyecto de la oposición para modificar la fórmula de movilidad previsional que incluye un aumento extraordinario de 8% para las jubilaciones. Ese debate será largo y se llevará todas las miradas porque si la ley se aprueba como salió de Diputados, el Presidente la vetará, según dijo.

En ese contexto, el proyecto de Boleta Única quedaría para una sesión posterior que podría tener lugar la semana siguiente, si hay un acuerdo extendido y sólido, o a principios de septiembre.

Financiamiento a los partidos, plazos y otros cambios: ¿qué plantea el Gobierno?

Por otro lado, el acuerdo entre el oficialismo y los bloques dialoguistas en torno a la Boleta Única en Papel requerirá también de que las partes encuentren un punto en común respecto de los cambios que propusieron los funcionarios del Ejecutivo que concurrieron al Senado, algunos de los cuales son profundos.

Entre ellos se destacó el cambio en los plazos que establece el Código Electoral para registrar alianzas y candidatos. Hoy las alianzas se cierran 60 días antes de las elecciones y el Ejecutivo plantea que sean 80 días antes, mientras que el registro de candidatos se estiraría «10 días» por una «cuestión logística absolutamente necesaria» debido al cambio de sistema.

Pero además, el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, dijo que pretenden eliminar también «el aporte que hacía el Estado Nacional» a los partidos para la impresión de boletas porque «termina deformando el sistema político». Al dejar de lado las boletas partidarias, el Ejecutivo nacional se encargaría de financiar directamente la impresión de las boletas únicas. Se terminaría un viejo «negocio» electoral, según puntualizó.

En esa línea, los funcionarios también plantearon que el Ejecutivo tendría «capacidad para fijar pautas mínimas para la confección de la boleta» debido a que «la licitación lleva tiempo y las imprentas tienen que tener tiempo de imprimir, de mínima, 50 millones de boletas» que, además, tendrán un tamaño considerable. Esas pautas serán coordinadas con la Justicia, con competencia electoral de cada provincia.

Según la senadora del PRO Guadalupe Tagliaferri, el borrador que acercaron los funcionarios tenía otras modificaciones en temas más sensibles como la diferencia entre voto nulo y voto válido. Sin embargo, con la excepción de los plazos y el financiamiento para la impresión, muchos de los cambios que propuso el Ejecutivo serían dejados de lado por los senadores, según adelantó a iProfesional uno de ellos.

La intención es centrarse únicamente en la adopción de la Boleta Única en Papel y en las cuestiones logísticas que permitan cambiar el sistema para las elecciones legislativas del año próximo. Ese acuerdo es el que hoy está muy cerca en el Senado y le daría a Javier Milei el primer avance hacia la reforma electoral que pretenden llevar a cabo.

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