La expectativa de un inminente recorte de tasas de interés en Estados Unidos derrumba al dólar. La moneda estadounidense mantiene la tendencia bajista y su índice de referencia global se ubica en mínimos del año, lo que directa a indirectamente puede tener efectos positivos sobre las economías de otros países, incluida la Argentina.
El mercado se mantiene a la espera de la disertación que hará el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, el próximo viernes en el tradicional simposio de Jackson Hole, donde posiblemente dará señales acerca de la decisión que tomarán en la reunión de septiembre respecto a las tasas de interés.
El dólar, cae a la espera de la decisión de la FED sobre las tasas
Los inversores tienen la certeza de que el banco central estadounidense aplicará un recorte de las tasas de interés, en medio de la desaceleración de la inflación y los temores por una recesión económica. Lo que ahora falta es certidumbre acerca de la magnitud de la baja que dispondrá en la reunión del próximo mes, ya sea de 25 o 50 puntos básicos.
Ante la expectativa de menores rendimientos, la moneda estadounidense empezó a debilitarse desde junio y en las últimas jornadas llamó la atención en el mercado por la tendencia bajista sostenida, que ya la ubica en los niveles más bajos desde diciembre del año pasado, de acuerdo con el índice global de la divisa (DXY).
«El impacto será positivo, pero muy moderado. Moderado porque la Argentina no tiene una economía muy abierta, con mucho comercio exterior. Esto impacta más que todo en economías que tienen más comercio exterior. Desde ese punto de vista, la debilidad del dólar no nos impacta mucho», afirma el asesor financiero José Ignacio Bano en diálogo con iProfesional.
Es positivo, de acuerdo con Bano, porque si el peso argentino continúa con la relativa estabilidad con la que viene operando (desde hace varias semanas cotiza en torno a $1.300 por dólar), la debilidad de la moneda estadounidense le da margen para ganar mayor competitividad a través de la fortaleza que pueden adquirir otras monedas de países emergentes.
«La Argentina, justamente, está perdiendo competitividad a través de un tipo de cambio relativamente estable durante el último tiempo, mientras la inflación, a pesar de que viene desacelerando, aún sigue en niveles altos. Entonces, el impacto de un dólar barato será positivo porque ayudará un poco a no perder tanta competitividad», sostiene.
Los analistas de Patente de Valores afirman que el debilitamiento del dólar a nivel global impacta positivamente sobre el peso porque se aprecian todas las monedas emergentes y destacan que también debería beneficiar a las cotizaciones internacionales de las materias primas, que varias de ellas se exportan desde la Argentina.
«A la Argentina le conviene por las materias primas. Lamentablemente, por ahora no está impactando sobre los precios de los productos agrícolas, que son los más importantes para el país. Pero sí sobre los de energía, que de a poco la Argentina se va a convertir en exportador. También impacta sobre el oro, pero de eso no tenemos, y sobre la minería, que esperamos tener», sostienen.
Poco optimismo en la Argentina ante la baja del dólar en el mundo
Salvador Vitelli, analista de Romano Group, coincide en que el abaratamiento del dólar puede ser un buen augurio para los precios internacionales de las materias primas. Sin embargo, resalta, no hay mucho optimismo para los precios del agro, que últimamente han estado en baja por mayor oferta global y caída de la demanda, especialmente de China.
«Al mercado cambiario local le brinda algo de oxígeno, pero poco. Si bien implica apreciación de otras monedas (principalmente, emergentes), lo cual nos vuelve indirectamente menos incompetitivos, la realidad es que la Argentina juega otro papel con su control de capitales y tipo de cambio administrado», afirma Vitelli en diálogo con iProfesional.
De todas maneras, Vitelli sostiene que la «menor incompetitividad» que indirectamente le agregará al país, a través del fortalecimiento de las monedas emergentes, será poca. Afirma que la apreciación de las monedas emergentes contra el dólar le otorga competitividad al peso argentino, pero no de manera significativa porque la variación está «administrada», en el marco de los controles cambiarios.
Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, agrega ante este medio que si bien la caída global de la divisa estadounidense favorece en parte a la Argentina debido a que el país tiene compromisos de deuda en esa moneda, lo más importante, en términos de tipo de cambio real, se encuentra en el desempeño del real brasileño.
«Este año, la moneda del país vecino ha estado depreciándose respecto al dólar, aunque en las últimas semanas logró recuperar algo de terreno con apreciación. Si el real brasileño se deprecia, presiona a la Argentina en materia de tipo de cambio real», sostiene el especialista.
Más allá del desempeño de las monedas de Estados Unidos y Brasil, de acuerdo con Franco, lo más importante para la Argentina son los factores locales. Especialmente, lo relacionado con el flujo de divisas, lo cual debería mejorar ante la eliminación de los controles cambiarios, que considera como uno de los puntos más relevantes que deberá resolver el gobierno de Javier Milei.