No será una tarea sencilla para River. El único equipo argentino que continúa en carrera en la Copa Libertadores deberá pelear fuerte para quebrar la hegemonía de los clubes brasileños, que se quedaron con las últimas cinco ediciones del certamen. Este año, nuevamente marcan tendencia: en los cuartos de final cuentan con cinco representantes, que están viviendo presentes bastante disímiles. Junto al Millonario, también intentarán batirlos un elenco uruguayo, Peñarol, y uno chileno, Colo-Colo.
La supremacía brasileña no es novedad: esta es la tercera vez en las últimas cuatro ediciones de la Libertadores en que cinco conjuntos de ese país acceden a los cuartos de final. Este año se suma una novedad, ya que es la primera vez en la historia que tres equipos de la misma ciudad llegan a esta fase: Flamengo, Fluminense y Botafogo levantan la bandera de Río de Janeiro en este torneo. La contracara son los argentinos: esta es la segunda vez en la última década en que solo hay un representante en los cuartos. La otra fue en 2021, cuando River cayó en esa instancia ante Atlético Mineiro.
Entre los equipos brasileños, el que en estos días muestra un andar más sólido fronteras adentro es, al mismo, tiempo, el que más dudas genera en el tramo decisivo de la Copa: Botafogo. El conjunto dirigido por el portugués Artur Jorge y que cuenta con los argentinos Alexander Barboza y Thiago Almada (se incorporó después de los Juegos Olímpicos) es el líder del Brasileirão, en el que aventaja por un punto a Fortaleza.
En la Libertadores, fue escolta de Junior de Barranquilla en el grupo D y en los octavos de final debió toparse con Palmeiras, un conjunto que había llegado a las semifinales en las cuatro ediciones previas y había sido campeón en 2020 y 2021. En la ida, el Fogão se impuso 2 a 1 en el estadio Nilton Santos. En la vuelta, dejó escapar una ventaja de dos goles y sufrió hasta el último instante, pero terminó celebrando aliviado el 2 a 2 que lo clasificó a los cuartos.
Esos vaivenes son los que generan dudas, sobre todo porque hay un antecedente cercano que todavía no pueden olvidar los simpatizantes de un equipo que no gana un título nacional o internacional desde 1995. El año pasado, Botafogo fue líder del Brasileirão durante 31 fechas, llegó a gozar de una renta de 13 puntos, pero se desmoronó en el último tramo del certamen y terminó quinto, a seis unidades del campeón Palmeiras. Estas inseguridades han llevado a que, por ejemplo, el diario O Globo publicara el viernes un informe, con testimonios de dos psicólogos, en el que se analizaba si el equipo había logrado cerrar “un ciclo de traumas” al avanzar a los cuartos de la Copa.
Uno de los problemas con los que debe convivir en estos días el conjunto carioca es la ausencia de Júnior Santos, quien es el máximo anotador de la Libertadores (lleva nueve) y el goleador del equipo en la temporada (18). El delantero sufrió una fractura en la tibia izquierda a fines de julio y no podrá jugar al menos durante los próximos dos meses.
El rival de Botafogo en los cuartos de final será San Pablo. El conjunto que desde abril conduce Luis Zubeldía había ganado el grupo B (relegó a Talleres, Barcelona de Guayaquil y Cobresal) y superó sin demasiados sobresaltos a Nacional de Montevideo en los octavos de final: empató 0 a 0 en el Gran Parque Central y el jueves se impuso 2 a 0 en el Morumbí con goles de Jonathan Calleri y del paraguayo Damián Bobadilla.
Calleri, el segundo máximo anotador del Tricolor paulista en el año (lleva 13 y solo es superado por Luciano -14-), no es el único argentino del equipo: el exdefensor de Independiente Alan Franco y el exmediocampista de Banfield Giuliano Galoppo lo acompañan en un plantel que cuenta con hombres muy experimentados y con largo recorrido en Europa como Rafinha, Luis Gustavo y Lucas Moura.
Después de un flojo campeonato estadual, en el que cayó en los cuartos de final ante el modesto Novorizontino, y del despido del técnico Thiago Carpini, el equipo experimentó una mejoría con Zubeldía y hoy marcha sexto en el Brasileirão, a ocho puntos de Botafogo. Además, está en los cuartos de final de la Copa do Brasil.
Otro conjunto brasileño conducido por un técnico argentino también se anotó entre los ocho mejores de la Libertadores: el Atlético Mineiro de Gabriel Milito. El conjunto de Belo Horizonte, el segundo de mejor rendimiento en la fase de grupos detrás de River, ganó la zona G, que compartió con Peñarol, Rosario Central y Caracas, y en los octavos de final eliminó a San Lorenzo: empató 1 a 1 en el Pedro Bidegain y se impuso 1 a 0 en su feudo el martes con un gol de Rodrigo Battaglia.
El campeón de la Libertadores 2013 tiene un plantel de primer nivel, en el que se destacan Gustavo Scarpa (regresó de Europa a principios de año), Paulinho y el veterano capitán y goleador Hulk, quien se perdió la llave ante San Lorenzo por una lesión en el gemelo derecho. Además de Battaglia, otros tres argentinos integran su dotación: Renzo Saravia, Fausto Vera y Matías Zaracho.
El ganador de las últimas cinco ediciones del Campeonato Mineiro no está teniendo una actuación demasiado brillante en el Brasileirão, en el que marcha octavo a 16 unidades de la cima y a ocho de la línea roja del descenso. El Galo es otro de los equipos brasileños que está compitiendo en tres torneos, ya que también está en los cuartos de final de la Copa do Brasil.
Si el presente de Atlético Mineiro en el Brasileirão no es muy luminoso, el de Fluminense, que será su rival en los cuartos de la Libertadores, es incluso más flojo: ocupa el antepenúltimo puesto, solo encima de Cuiabá y Goianiense, y el riesgo de descenso es concreto. Semejante desempeño se llevó puesto en junio a Fernando Diniz, el técnico que hace menos de 10 meses condujo a este equipo a su primera consagración continental con la victoria ante Boca en la final en el Maracaná.
Con ese incómodo telón de fondo, pero también con una remontada en las últimas semanas (llegó a estar último en el Brasileirão con solo una victoria en sus primeros 16 encuentros), el elenco que ahora dirige Mano Menezes se aferra a la defensa del título en la Libertadores como único camino para dibujarse una sonrisa este año. Tras una fase de grupos muy tranquila, en la que desfiló en el grupo A, necesitó sudor, temple y puntería para eliminar a Gremio en los octavos de final: cayó 2 a 1 en la ida en Porto Alegre, triunfó por el mismo marcador el martes en el Maracaná y luego se impuso en la definición por penales
“Sin duda, esta clasificación tendrá un efecto positivo en el rendimiento en el Brasileirão, que ya es bueno”, pronosticó Menezes, quien pidió a sus detractores que repasaran los resultados de su conjunto en las últimas semanas. “Fluminense es el séptimo mejor equipo de la segunda ronda (del torneo local). De los últimos siete partidos, ganamos cinco, empatamos uno y perdimos uno. Nos está llevando tanto tiempo salir de los cuatro últimos puestos porque estamos empantanados ahí. Si seguimos así, pronto saldremos”, destacó.
El último integrante del pentágono brasileño en los cuartos de final de la Libertadores es Flamengo, que va en busca de su cuarto título en este torneo (lo ganó en 1981, 2019 y 2022). El Rubronegro ha recorrido hasta aquí un camino en el que Bolívar ha sido su acompañante permanente. Terminó segundo en el grupo E detrás del conjunto boliviano, que, caprichos del reglamento mediante, también fue su adversario en los octavos de final. En la ida se impuso 2 a 0 en el Maracaná y en la vuelta hizo valer esa ventaja, pues la derrota 1 a 0 le permitió avanzar.
En ese duelo en el Hernando Siles de La Paz, fue fundamental la tarea del arquero argentino Agustín Rossi, quien está teniendo una muy buena temporada. Más allá de la alegría por la clasificación, la excursión a La Paz le acarreó un problema grave al Fla: tras regresar a Río de Janeiro, Tite, su entrenador, debió ser hospitalizado luego de que experimentara un aumento en la frecuencia cardíaca y una arritmia como consecuencia de la altura. En principio, no podrá estar con sus jugadores el domingo en el partido contra Bragantino por la 24ª jornada del Brasileirão.
En ese certamen, el conjunto carioca se ubica cuarto, a cinco unidades de la punta. Y también está clasificado para disputar los cuartos de final de la Copa do Brasil. Con tres torneos por los que pelear en el horizonte y con una billetera bastante gruesa, su dirigencia trabaja para reforzar el plantel. Uno de los hombres a los que apunta prioritariamente es el exmediocampista de Racing Carlos Alcaraz, hoy en el Southampton inglés.
El próximo adversario de Flamengo en la Copa Libertadores será Peñarol, que también consiguió superar los octavos de final pese a definir su cruce jugando en La Paz. El Carbonero, escolta de Atlético Mineiro en el grupo G, encaminó la serie con la victoria 4 a 0 frente a The Strongest que logró en la ida en el estadio Campeón del Siglo. La caída 1 a 0 en territorio boliviano no fue óbice para que los uruguayos se metieran entre los ocho mejores de Sudamérica por primera vez en 13 años.
“Ilusionarse es válido, pero queda mucho. Ahora intentaremos pasar la siguiente fase y para eso vamos a trabajar. Sería extraordinario lograrlo, pero es muy complicado”, intentó bajar la espuma el técnico Diego Aguirre después de que sus hombres abrocharan la clasificación en La Paz. “Tenemos que ir con mucha humildad, mucha tranquilidad, pero con mucha confianza. Estamos creciendo como grupo, como equipo, y veremos qué nos depara el futuro”, añadió.
En paralelo con su derrotero continental, el Aurinegro viene cumpliendo este año una sólida labor fronteras adentro: fue campeón invicto del Torneo Apertura y perdió por penales frente a Nacional la final del Torneo Intermedio (el Clausura comenzó el fin de semana pasado). El conjunto que hace dos semanas sumó al enganche de San Telmo Adrián Fernández pretende seguir reforzándose para el último segmento de la campaña: su dirigencia intenta repatriar al lateral Damián Suárez (hoy en Botafogo) y al extremo Brian Rodríguez (América de México).
Mezclado entre siete potencias sudamericanas, también se ilusiona Colo-Colo, el rival de River en los cuartos de final y el equipo que ha transitado un camino más largo para acceder a esta instancia, puesto que debió disputar dos eliminatorias antes de llegar a la fase de grupos: eliminó a Godoy Cruz y a Sportivo Trinidense de Paraguay.
Ya en su zona, la A, el elenco que desde enero dirige Jorge Almirón terminó segundo detrás de Fluminense y delante de Cerro Porteño, con el que igualó en puntos, diferencia de gol y goles a favor, y al que relegó por haber anotado un tanto más jugando como visitante. En los octavos de final, sorprendió al Junior colombiano: ganó 1 a 0 en la ida en el Monumental de Santiago y se impuso 2 a 1 en el desquite en el Metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla.
El único campeón chileno en la historia de la Libertadores (la ganó en 1991) apoya su sueño sobre la experiencia de Arturo Vidal y Mauricio Isla, pero también en el rendimiento de algunos jóvenes como Lucas Cepeda, Vicente Pizarro y Carlos Palacios. En su plantel hay siete futbolistas argentinos: Javier Correa, Leonardo Gil, Gonzalo Castellani, Emiliano Amor, Matías Moya, Ramiro González y Fernando de Paul.
No solo en la Copa Libertadores deposita sus esperanzas el Cacique, que también da pelea en los dos certámenes locales que está disputando. En el Campeonato Nacional marcha segundo, a cuatro puntos del líder Universidad de Chile y con un partido pendiente (frente a Huachipato). Y en la Copa Chile está clasificado a la final regional de la zona Centro-Sur, en la que se medirá con Magallanes.