Javier Milei sorprendió con algunas definiciones durante el fin de semana. En el programa de Susana Giménez dio un giro sobre dos hechos concretos: uno fue el relacionamiento con China, país que el Presidente visitará en enero próximo.
La otra cuestión refirió a la estricta dinámica de la economía local: «De acá para adelante solo quedan buenas noticias», enfatizó Milei durante la entrevista.
¿Qué quiso decir el jefe de Estado al anunciar el cambio de época? ¿Se trata de un giro discursivo respecto de su discurso en las escalinatas del Congreso -cuando les advirtió a los argentinos lo que se vendría: una devaluación, un fuerte ajuste fiscal junto con la suba de la inflación y de la pobreza-? ¿O hay algo más?
Tras el ajuste, surge nueva necesidad de Javier Milei
A cuatro jornadas de cumplir los 300 días en la Casa Rosada, Milei dio por terminado el período en el que se enfatizó la dureza del ajuste. Lo que el propio Presidente nombró como «el ajuste más grande en la historia de la humanidad».
No significa que el Gobierno vaya a modificar sus objetivos básicos. El déficit cero es «innegociable» e «inquebrantable». Eso no cambia. Por convicción y también por necesidad. El Ejecutivo está convencido de que, al día de hoy, el Estado argentino no tiene financiamiento. Ni salida a los mercados voluntarios de crédito, al menos en el corto y mediano plazo.
El cambio en el discurso de Milei tiene que ver, en principio, con una necesidad política. Las encuestas empezaron a mostrar que el humor social empeora y que hay más argentinos que ahora responsabilizan al líder libertario por el deterioro en los ingresos reales.
En simultáneo, el Gobierno empezó a tomar nota que la inflación residual es difícil de combatir y que hay un «núcleo duro» que resulta complicado deshacer, luego de años de alza constante en los precios.
¿Cuáles son las buenas noticias que espera Javier Milei?
La pregunta concreta es si el Presidente tomará medidas de corto plazo para aliviar la dinámica económica, que le ponga un soporte político a su gestión, y que se mantenga robusto el respaldo popular.
Concretamente, tanto Milei como Luis Caputo desestimaron en reiteradas oportunidades la posibilidad de una devaluación.
¿Qué significa esto? ¿La postergación de la salida del cepo? La quita de las restricciones determinaría un salto del tipo de cambio oficial. Hoy la brecha se encuentra en mínimos históricos, pero ni aun así el Gobierno quiere dar el salto.
Milei no quiere exponerse a la volatilidad del mercado. Sabe que en el Banco Central no hay reservas para defender un determinado tipo de cambio. Y nadie podría aventurar el precio del dólar si todo se libera.
Funcionarios del equipo económico no dejan trascender en qué momento podría darse ese paso. Pero está claro que por ahora no se cumplen las condiciones impuestas por Milei para salir del cepo.
Si hay algo que el Gobierno tiene entre manos para ayudar a una desaceleración inflacionaria son los precios de los servicios «regulados».
Dar «buenas noticias» en el tema de la inflación podría venir por ese lado. Y, de hecho, el Gobierno empezó a dar señales en ese sentido.
La rebaja del precio de la nafta aplica al concepto de las «buenas noticias». La decisión, emparentada con la caída del precio del petróleo en los mercados internacionales, también significa una apuesta: el Gobierno dejaría de actualizar el retraso impositivo en el valor de los combustibles.
En el caso del fluido, la decisión pasa por aplicar la estacionalidad el verano, en donde se reduce el consumo y también se ajustarían las tarifas.
De todas formas, este cambio tendrá impacto en el índice de precios, pero no tanto en los presupuestos de las familias: las boletas suelen llegar con montos manejables durante la época estival.
En el caso de la luz, la decisión llegará más cerca del verano. Con problemas —ya anunciados— en el abastecimiento, se limitarían los aumentos en las tarifas. Desde el equipo económico no quieren que el enojo por la posibilidad de cortes en el suministro conviva con la posibilidad de boletas más abultadas.
¿Se activa el REPO?
Desde el Gobierno dejaron trascender que un acuerdo con bancos internacionales para reforzar las alicaídas reservas del BCRA podría anunciarse en las próximas semanas.
Sería una poderosa señal al mercado de que ya están los dólares para pagar los vencimientos de deuda de principios y mediados del próximo año.
Esta chance abrió las puertas a una mejora adicional de los bonos de la deuda. El «riesgo país» volvió a quedar ayer levemente por debajo de los 1.300 puntos.