Cuando este martes Lionel Andrés Messi pise, como marca su costumbre, con su pie derecho el césped del estadio Monumental para enfrentar a Bolivia por la fecha 10 de las Eliminatorias Sudamericanas habrán pasado 333 días desde la última vez que jugó en el país con la camiseta de la Selección Argentina, en aquella derrota ante Uruguay en La Bombonera. Es el retorno del Rey, la primera vez después de la conquista del bicampeonato de la Copa América. Una oportunidad más (y una menos, también) de verlo disfrutar con la Albiceleste.
Porque a sus 37 años, se sabe, cada función de Messi es un paso más hacia lo que nadie quiere, pero es inevitable con el correr del tiempo. Nadie se atreve, por caso, a ponerle plazo al rosarino. Él tampoco. Y parece lo más lógico por su vigencia futbolística y extra futbolística.
Foto Marcelo Carroll – CLARIN“Me pone muy feliz jugar en Argentina, extraño estar allá, así que me pone contento volver a jugar en el país”, se sinceró Leo el jueves, después del empate 1-1 en Maturín ante Venezuela, donde volvió a la Selección tras la lesión en el tobillo derecho en la final de la Copa América.
Los casi 85.000 privilegiados que se darán cita a partir de las 21:00 (transmisión de Telefé y TyC Sports) para acompañar desde las tribunas tienen un motivo más: ese desafío interno de la Selección de recuperarse después de dos partidos consecutivos sin victorias, algo que solo ocurrió en tres ocasiones (antes en 2019 y 2021) en todo el ciclo de 80 presentaciones conducido por Lionel Scaloni.
Lo palpita Messi, también, como dejó en claro con su foto elegida para una historia de Instagram durante este lunes: en primer plano y con la cinta de capitán en el brazo izquierdo luciendo la camiseta albiceleste con las tres estrellas, se lo ve concentrado en el icónico momento del Himno Nacional. Es paradójico, pero es el mismo instante que tantas veces, durante la época de -para los detractores- resultados ‘flacos’, se le achacó a uno de los dos mejores jugadores de la historia por no cantarlo.
«En el juego cambia todo su presencia, porque en una jugada de gol casi siempre está él. Pero la idea del equipo es la misma, esté o no. Nuestro concepto futbolístico no cambia, tenemos una manera de jugar e intentamos hacerlo de la misma manera», evaluó Scaloni.
Para la Pulga, Bolivia es un rival que le sienta bien. En once veces que lo enfrentó con la Selección, ganó siete, empató tres y solo perdió una, la del recordado 1-6 con Diego Maradona como DT en la altura de La Paz. Le marcó ocho goles.
Foto: Xinhua/Martín ZabalaEn estos once meses sin jugar en Argentina, Messi no dejó de estar presente. En septiembre pasado, contra Chile, apareció en la pantalla gigante del estadio Monumental en forma de video para homenajear a su amigo Ángel Di María, en el emotivo reconocimiento por su retiro de la Selección.
Será un martes de regresos en Núñez. Porque también reaparecerán en el equipo titular Cristian Cuti Romero y Alexis Mac Allister. El baluarte defensivo tuvo que cumplir una fecha de suspensión por acumulación de amarillas, mientras que el termómetro del mediocampo fue preservado por una sobrecarga muscular en el aductor derecho con la que llegó desde Liverpool.
También volvería Lautaro Martínez al once inicial. Es un hecho que saldrá Thiago Almada y el otro que dejaría su lugar sería Gio Lo Celso. Así habría tridente de ataque con Julián Álvarez por primera vez desde el arranque en el ciclo Scaloni.
Foto Marcelo Carroll – CLARINArgentina es líder con ventaja de las Eliminatorias y su camino al Mundial 2026 no está en duda. Pero Bolivia llega en alza, como el equipo que más sumó después de la Copa América. Es el único que ganó los tres partidos que se disputaron desde que ‘Toro’ Martínez convirtió el gol del título para la Selección.
«No nos podemos confiar en ningún sentido», advirtió Scaloni, que sin nombrarlo piensa en el duelo entre Nicolás Tagliafico y Miguel Terceros, la joya de 20 años que juega en el Santos de Brasil y se convirtió en una carta letal del equipo del altiplano.
Dos de esos partidos, Venezuela (4-0) y Colombia (1-0, con un hombre menos durante 70 minutos) fueron en el estadio de El Alto, a más de 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar. El restante en Santiago contra Chile, con una postura agresiva. Todos fueron bajo la conducción de Óscar Villegas, el DT que reemplazó a Antonio Carlos Zago y revolucionó al país.
La lluvia podría ser, otra vez, un invitado inesperado. Pero nada frenará la ilusión y expectativa de ver a la Selección con su Rey marcando el tempo y reencauzando el camino rumbo al Mundial 2026. ¿Lo jugará?