martes, 5 noviembre, 2024
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Celeste Chucky Alaniz dejó el alma pero Gabriela Fundora la mandó a la lona con un nocaut estremecedor que paralizó el aire en Las Vegas

Celeste Chucky Alaniz lo dejó todo pero no le alcanzó para ganarle a una boxeadora que era más joven, más alta y más rápida que ella, la local Gabriela Fundora, que la vención con un nocaut técnico en el séptimo asalto de un combate celebrado en el hotel Virgin de Las Vegas para unificar los títulos de la división mosca.

La boxeadora argentina de 28 años, fanática de Boca, que se destaca por subir al ring con los colores del club de La Ribera, ponía en juego los tres cinturones que posee desde hace seis meses, el de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB).

Del otro lado estaba Fundora, la invicta monarca de la Federación Internacional de Boxeo que a sus 22 años ya había expuesto dos veces su título y partía como favorita. La hermana menor de Sebastián Fundora, el campeón superwélter del CMB y la OMB, mide 1,75 metros de altura, 15 centímetros más que la Chucky, diferencia que resultó clave dentro del cuadrilátero.

Las tarjetas de los jueces fue mucho más piadosa de lo que se observó round tras round a través de la transmisión por TV. Fundora lucía segura y dominante, trabajando con paciencia sobre el ímpetu de la Chucky, que sabía que tenía que esforzarse un poco más para mostrar sus quilates como visitante.

Celeste Chucky Alaniz y su pasión por Boca, en las buenas y en las malas.

Ese duelo de intenciones quedó claro en el séptimo round, el capítulo que terminó siendo el que definió la historia a favor de Fundora, cuando Alaniz cayó dos veces a la lona, la segunda con el árbitro decretando el final de la batalla.

Faltaban 52 segundos para la campana y la Chucky perdió el equilibrio tras un recto de Fundora, veloz en las combinaciones y metódica en el balanceo de las piernas. Se levantó sonriente la nacida en Merlo, como si esa caída fuera producto de algo ajeno a los puños de su contrincante. Recibió la cuenta y volvió a la pelea pero cinco segundos después recibió otro guantazo de zurda sobre la mandíbula que la mandó de boca a la lona.

«Sweet Poison» o «Dulce Veneno», como le llaman a Fundora, se convirtió en la tercera campeona indiscutida que tiene el boxeo en estos días, sumándose a la irlandesa Katie Taylor, en la división superligero, y la estadounidense Alycia Baumgardner, en la categoría superpluma. A ellas se le podría agregar la también estadounidense Seniesa Estrada, que reinaba en el peso mínimo, pero la semana pasada anunció su retiro.

La Chucky, encambio, se anota en la lista de boxeadores argentinos que intentaron unificar las coronas y ser campeones indiscutidos pero quedaron en el camino.

Gabriela Fundora, la merecida campeona indiscutida, que promete dominar en la división mosca.

Brian Castaño no lo consiguió en sus dos intentos ante el estadounidense Jermell Charlo por el reinado de los superwélter (empató en julio de 2021 y fue noqueado en mayo de 2022). Y entre las mujeres, quien más cerca estuvo fue Ana Laura Esteche: entre 2016 y 2017 reinó en la división superligero reconocida por la AMB, la OMB y la FIB.

Marcela Acuña, una histórica del boxeo femenino, obtuvo los cuatro cinturones de la categoría supergallo, pero lo hizo en distintos períodos. De yapa, la Tigresa consiguió la faja de la Asociación Internacional de Boxeo Femenino (WIBA), también homologada por la Federación Argentina de Boxeo.

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