La inflación fue del 2,7 por ciento en octubre, según los datos publicados este martes por el INDEC. El presidente Javier Milei celebró la baja del índice y felicitó al ministro Caputo “¡Vamos Toto carajo!”. En el año, el acumulado sobre el aumento de precios marca un 107 por ciento. Los rubros que aumentaron por encima del promedio general fueron vivienda, combustibles y servicios de agua, electricidad y gas.
El Gobierno esperaba que la medición del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) mostrara otra reducción en octubre y así ocurrió. A la celebración del presidente de la Nación en redes sociales, el titular del Palacio de Hacienda respondió el piropo: “Vamos Presi querido!!!!” y le sumó tres banderitas argentinas.
En el desagregado hay rubros que picaron en punta. Entre los que más subieron se encuentran con un 5,4 por ciento vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles. Un rubro que, claramente, hoy tiene una incidencia sobre la canasta de gastos de una familia muy superior a la que le asigna la vetusta encuesta de hogares que utiliza edl indec como base de cálculo. Es decir, que por este solo dato, ya la inflación «de bolsillo» resulta superior a la medida por el Indec.
Por encima del promedio también quedaron vestimenta y calzado con un 4,4; restaurantes y hoteles con un 4,3; prepagas con variaciones que rondaron el 3,6 (y en algunos casos treparon un 5,8), y educación, que fluctuó entre el 3,1 y 4,0 por ciento.
En medio de la polémica por el reclamo de las autoridades del Indec sobre la necesidad de una actualización en el cálculo del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que permita ponderar el porcentaje real que las tarifas ocupan en el salario, el presidente Milei sostuvo en su cuenta de X que «Si le restamos la inflación inducida (devaluación prefijada + la inflación internacional), la inflación monetaria viene viajando al 0,2% mensual, esto es, 2,4% anual. De confirmarse dos meses más esta inflación se bajará la devaluación mensual al 1%. VLLC !!!”.
La medición vigente toma como referencia una fórmula del 2004-2005, cuando los servicios estaban fuertemente subsidiados y, por lo tanto, no tenían un peso significativo en los ingresos de los hogares como ocurre en el presente. El propio Marco Lavagna, titular del organismo, le viene insistiendo al Gobierno nacional con una modificación estadística que pueda arrojar datos más representativos de la realidad actual.
Entre noviembre de 2023 y octubre de 2024, sólo en el AMBA la tarifa eléctrica para los sectores medios aumentó el 758 por ciento y la de gas, para los sectores de ingresos bajos, el 226%, estimó el último informe del Foro Multisectorial contra los Tarifazos.
En tanto, con la venia del Gobierno, las empresas continúan con los ajustes mes a mes. En noviembre, la electricidad aplicó una suba del 2,5 por ciento, el gas un 2,7 por ciento y el agua de AYSA un 4,0.
“Milei tiene una inflación acumulada de 159,7% en sus primeros 11 meses de Gobierno. Cristina Fernández de Kirchner tuvo una inflación acumulada de 159,2% en los primeros 55 meses de su Gobierno”, afirmó Alfredo Serrano Mancilla en su cuenta de X. El economista y director de Celag además aclaró que se trata de “un cálculo de PriceStats publicado por The Economist en reemplazo de estadísticas oficiales” para evitar cuestionamientos a las cifras.
Entre los productos de consumo popular que más subieron figuran el salame que saltó de 15022,56 a 15644,92 pesos; la salchicha tipo viena que varió de 1596,30 a 1646,79; el zapallo anco pasó de 849,07 a 1158,63; la papa, de 1326,9 a 1393,92; los huevos de gallina, de 2848,02 a 3038,06; el aceite de girasol, de 3025,31 a 3179,06; y las galletitas de agua, de 1083,85 a 1141,42 pesos, es decir una suba del 5,3 por ciento en octubre.
Sobre este punto, el ministro Caputo festejó en X que hayan bajado los precios de los alimentos básicos: “2,7% inflación Octubre , 2,9% inflación núcleo Convergiendo al nivel de crawl + inflación internacional; alimentos y bebidas 1,2% Canasta Básica Alimentaria 1,4%”.
La baja en el índice inflacionario se explica por la “fuerte caída del consumo, el crawling peg (tablita cambiaria del dólar oficial) y la baja de los dólares financieros”, analizaron desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
En este sentido, hace pocos días la UMET dio a conocer un documento donde sostiene que la inflación de los trabajadores en octubre fue de 2,9 por ciento pero “la desaceleración de los precios no implica mejoras distributivas”.
En octubre, el salario mínimo vital y móvil llegó a los $271.571,22, luego de una suba del 1,3 por ciento respecto al mes anterior. Para los trabajadores jornalizados, el salario es de $1.357,86 por hora.
Mientras Milei celebra la reducción de la inflación en un clima de euforia, los bolsillos sienten la sequía y la actividad industrial no ve la luz del sol.