Las ventas de indumentaria registraron una caída interanual de 11,5% en el bimestre septiembre-octubre, de acuerdo con un informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI).
Esta disminución muestra una leve desaceleración respecto al bimestre anterior, cuando la baja fue del 12,1%; mientras que la mayor retracción en el año se registró en el bimestre marzo-abril (-23,4%).
Se trata de un sector señalado por los altos precios de muchos de sus productos, que se encuentran en varios casos en niveles más elevados que países de Europa, la región y Estados Unidos, según distintos informes recientes.
Cayó la venta de indumentaria en el bimestre septiembre-octubre
La cámara señaló que aun un porcentaje relevante de empresas (65%) reporta caídas en sus ventas.
Además, destacó que las unidades vendidas para el Día de la Madre disminuyeron un 7% en comparación con la misma fecha de 2023. El Día de la Madre no logró crecimiento de ventas, a pesar de que el 39% de las empresas aplicó mayores descuentos y promociones en relación con la celebración del año pasado.
En este contexto, el 24% de las empresas reportó un excesivo nivel de stock en relación con su volumen de ventas; y el 29% de los encuestados informó una reducción en su dotación de personal, ya sea por jubilaciones, renuncias no reemplazadas o despidos.
Para las empresas, la caída de la demanda es el principal problema para el 58% de las empresas, seguido por el incremento de los costos con un peso del 35%.
Prendas de vestir y calzado fue la segunda categoría con mayor suba de precios después de vivienda y tarifas, con un incremento de 4,4% en octubre, según los últimos datos del INDEC.
Por qué la ropa es tan cara en Argentina, según un informe de ProTejer
La Fundación Pro Tejer presentó hace algunas semanas un exhaustivo informe en el que no solo muestra cómo los precios del sector acumulan, hasta agosto, subas inferiores al resto de los sectores. Y detalló que eso no ocurrió producto de las mayores importaciones, sino de la fuerte caída del consumo.
«Muchos afirman que la apertura comercial explica la caída de precios. Se considera que durante el gobierno pasado (2020-2023) la ropa era cara y aumentaba su precio porque la economía estaba cerrada. Pero 2020-2023 fue récord de importaciones, a pesar de la restricción externa, superando la gestión de Macri de mayor apertura comercial relativa. Crecieron las importaciones y aumentaron los precios. Entre enero y agosto de 2024, cayeron las importaciones con caída de precios», explicó la entidad que dirige Luciano Galfione, en el mencionado informe.
Según un informe de Fundar, aunque no toda la ropa es igual de cara, en la Argentina es un 35% más costosa al dólar oficial que en otros seis países de la región, una diferencia que se atenúa al considerar el tipo de cambio MEP. Al respecto, asegura que comparado a los Estados Unidos, la ropa es el rubro más caro de la economía argentina.
«El problema no es producir, sino comercializar. El punto no está en la eficiencia productiva, sino en lo que sucede puertas afuera de la fábrica. Por eso, se venden caras tanto las prendas nacionales como las importadas», señaló el informe de Pro Tejer presentado este martes, en el que admitieron que «no son los culpables» y que la indumentaria que se importa hoy resulta más barata para el consumidor.
Al referirse a los precios de la indumentaria, ProTejer argumentó que el 75% del precio que abona el consumidor está vinculado a costos que «nada tienen que ver con la producción nacional, el diseño ni la rentabilidad», lo que se acentúa, para la entidad, en superficies como shoppings por los mayores costos de operación. Remarcó que apenas un 8,5% son gastos de la industria, con una rentabilidad del 4,8% para los fabricantes.
En ese sentido, apuntó al Estado como el mayor responsable con los impuestos nacionales, provinciales y municipales, que corresponden al 50,3% del precio de una prenda, con casos de doble tributación como Ingresos Brutos, que se paga en la provincia de origen y de destino. «De $ 100.000 que, por ejemplo, sale una remera, $ 50.300 se lo lleva el Estado en recaudación», graficó.
A su vez, describió que un 12,7% se va en alquileres, un 12,2% en comisiones de servicios de bancos y fintech por la oferta de cuotas y promociones, un 9% en logística y comercialización, y un 2,5% en publicidad y diseño.