Julián Álvarez, el joven talento de la Selección Argentina, ha vivido una experiencia que no estaba en sus planes cuando decidió mudarse a España. Tras firmar con el Atlético de Madrid, encontró junto a su pareja, Emilia Ferrero, su nuevo hogar en Boadilla del Monte, una localidad de prestigio que prometía ofrecerles el refugio de tranquilidad que tanto anhelaban.
Sin embargo, un giro inesperado en el mundo mediático irrumpió en esta burbuja de paz que habían construido. La lujosa mansión donde residían, valorada en más de 700 mil euros y equipada con seis habitaciones, una piscina, un gimnasio y maravillosos jardines, se convirtió de repente en un foco de atención que atrajo las miradas curiosas de la prensa.
El instigador de todo este revuelo fue la reaparición en la prensa de un escándalo amoroso del pasado, protagonizado por la vedette Bárbara Rey y el rey Juan Carlos I. Años atrás, imágenes comprometedoras habían sido tomadas dentro de la misma propiedad, atrapando en el ojo del huracán al ex monarca.
La publicación de esas fotos antiguas nuevamente revivió el interés, y con ello, el infierno paranoico de los paparazzis se desató en la vida de Álvarez y Ferrero. La pareja empezó a sentir cómo aquella casa, que hasta entonces prometía ser un lugar apacible para adaptarse a una nueva etapa personal y profesional, se convertía en un sitio de asedio y angustia constante.
Con los paparazzis al acecho, apostados día y noche en los alrededores, la privacidad del futbolista se vio irreparablemente violada, llevándolos a tomar la decisión de abandonar la mansión en busca de la ansiada paz.
Ante este hostigamiento, la pareja hizo maletas y partió hacia un nuevo destino dentro de la misma región de Boadilla del Monte. «Era imposible estar en el lugar ese. El club nos ayudó y dijimos chau. En España cuando se ponen pesados son peores que en Argentina», dijo el ex Manchester City.
Dejando atrás una propiedad que, aunque espléndida y llena de comodidades, había resultado insostenible bajo los focos de un escándalo ajeno a su vida privada y profesional que vive junto a su pareja, a la cual su familia no vería con buenos ojos y medios en España sostienen que habría una fuerte interna.