En medio de la tensión extrema entre el presidente Javier Milei y su vice Victoria Villarruel, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, asistirá por primera vez al Senado el próximo miércoles para dar su informe de gestión y no solo tendrá que sobrellevar la interna del Gobierno, sino que también le tocará lidiar con el nuevo intento de la oposición por rechazar en esa misma semana el DNU que facilita los canjes de deuda, tema clave para la administración libertaria.
La exposición de Francos tendrá lugar a partir de las 10:00. Su visita es una obligación que le impone la Constitución Nacional al establecer que «el jefe de Gabinete de ministros debe concurrir al Congreso al menos una vez por mes, alternativamente a cada una de sus Cámaras, para informar de la marcha del Gobierno». Hasta ahora, solo fue una vez a Diputados.
La convocatoria oficial a la sesión informativa la hizo Villarruel el último jueves, mientras lo más comentado del día eran las críticas —con tono de ruptura total— que le dedicó Milei y la expectativa por la respuesta que, como adelantó iProfesional, prepara la vicepresidenta en el más absoluto hermetismo. «Va a ser en el momento que elijamos nosotros, más allá de la presión mediática», señaló este viernes una fuente cercana a la vice.
Si bien la visita de Francos ya estaba pautada para el 27 de noviembre, el momento en que la vice firmó el decreto para convocar oficialmente a la sesión fue elocuente, dado que funcionó como una pequeña demostración de que seguirá poniendo por delante de la pelea con el Presidente su propio rol institucional, que hoy es lo único que ambos intentan cuidar para evitar un cataclismo.
¿Cómo será la visita de Guillermo Francos al Senado, en plena pelea entre Javier Milei y Victoria Villarruel?
Según supo iProfesional, Francos es uno de los pocos funcionarios del Ejecutivo que mantiene algún contacto con Villarruel en medio de la interna. De hecho, fue uno de los primeros en tratar de bajar el tono de la polémica luego de que Milei dijera que su vice «no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones, no participa de las reuniones de Gabinete» y que «está más cerca de la casta».
Villarruel podría no estar en el recinto el día de la sesión y dejar que su lugar lo ocupe el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala. En cualquier caso, la visita de Francos no estará ajena a la incomodidad del momento: el ministro coordinador de Milei hablará en «la casa» de Villarruel y, según deslizaron fuentes parlamentarias a iProfesional, no se descarta que haya «alguna chicana» de la oposición por la interna oficialista.
De todas maneras, el jefe de Gabinete tendrá otros temas sobre los cuales responder. Los senadores le enviaron por escrito unas 1.500 preguntas, la mayoría de ellas vinculadas al programa económico del Gobierno y a los recursos por los cuales reclaman las provincias, eje central de la dura pulseada que libra Milei con los gobernadores por el Presupuesto 2025.
Como siempre, el ministro coordinador enviará las respuestas por escrito y las repetirá (resumidas) en el recinto frente a los senadores, quienes a su vez pueden repreguntar y hacer observaciones o críticas. Ese es el momento de mayor relevancia en las sesiones de este tipo y, en este caso particular, la oportunidad para que se cuele alguna referencia punzante a la pelea en la cúpula del Gobierno.
No obstante, habrá temas más urgentes. Gobernadores y legisladores esperan que Milei convoque a sesiones extraordinarias para tratar el Presupuesto 2025 y, si para ese día el llamado no se produce, varios senadores presionarán al jefe de Gabinete con este tema.
La visita de Guillermo Francos, cruzada por una nueva presión de la oposición
Pero además, la visita de Francos estará cruzada por el clima «de batalla» que se respira en el Congreso, especialmente en la Cámara de Diputados, por la decisión del oficialismo de mantener en suspenso el tratamiento del Presupuesto 2025 que motiva o condiciona las otras discusiones de alto voltaje político.
Entre ellas está lo que ocurrirá un día antes de la visita del jefe de Gabinete, cuando parte de la oposición intentará otra vez reunir la mayoría en Diputados para rechazar el DNU 846/24 que le permite al ministro de Economía, Luis Caputo, renegociar deuda sin cumplir con las condiciones que manda la Ley de Aministración Financiera (mejora de plazos, montos o intereses) ni tener un aval del Congreso.
Ese decreto es clave para la Casa Rosada. Los bloques Encuentro Federal, Democracia para Siempre y Unión por la Patria, entre otros, intentaron discutirlo en el recinto el 12 de noviembre pasado, pero no juntaron quórum. Ahora volverán a intentarlo.
Fuentes de esos sectores confirmaron a iProfesional que esta nueva sesión la pidieron más «para presionar» al gobierno de Milei y que reabra la negociación sobre el Presupuesto 2025, dado que si ese decreto cayera se vería más obligado a tratar el tema de la deuda y cualquier plan de canje que esté pensando Caputo dentro de la ley de ingresos y gastos.
En los bloques opositores no descartan que algún gobernador levante el pie del acelerador y ordene a sus diputados no apoyar la iniciativa, pero «están laburando para tener los 129» que se necesitan para el quórum, según indicaron a este medio. Todavía no los tienen, pero si los consiguieran sería una derrota brutal para el Gobierno y al día siguiente Francos se encontraría con un escenario mucho más delicado en el Senado.
La batalla por el DNU de deuda y una semana de alto voltaje político en el Congreso
El bloque de senadores de Unión por la Patria que lideran José Matías y las cristinistas Juliana di Tullio y Anabel Fernández Sagasti intentó días atrás pedir una sesión para rechazar el DNU sobre deuda. Con 33 bancas, están a solo cuatro votos del quórum y la mayoría absoluta. Afortunadamente, para el oficialismo, los buscaron y no los consiguieron.
Sin embargo, si la oposición gana la batalla el martes en Diputados, el panorama podría cambiar en el Senado. Con el rechazo confirmado de la otra cámara, los senadores opositores podrían aprovechar el envión para tratar de tumbar el DNU y, si el Presupuesto 2025 siguiera trabado, incluso los dialoguistas podrían verlo como la última oportunidad para presionar al Gobierno.
En ese escenario —por ahora hipotético— Francos deberá moverse con más cuidado y hasta tratar de disuadir a la oposición de tratar el DNU. De hecho, desde hace una semana en el Senado evalúan convocar a una sesión para el día siguiente de la exposición del jefe de Gabinete. El objetivo del oficialismo es tratar la llamada «ley antimafias», pero el kirchnerismo buscaría meter el decreto sobre deuda, mucho más si fuera rechazado previamente por Diputados.
La otra pulseada que se dará en el Congreso en la misma semana tiene que ver con el proyecto de Ficha Limpia, que impide a las personas condenadas judicialmente presentarse a elecciones. La Libertad Avanza, el PRO y otros aliados no consiguieron el quórum por poco la semana pasada pero volverán a intentarlo el jueves y confían en lograrlo.
No obstante, la negociación sobre el Presupuesto 2025 volverá a influir en destino de ese proyecto con el que oficialistas y aliados le apuntan a Cristina Kirchner. En el Congreso reconocen que mientras no haya certezas sobre la «ley de leyes» cualquier otro debate se verá condicionado, aunque sea sobre temas distintos como es el caso de Ficha Limpia.
El primer informe de gestión ante el Senado de Guillermo Francos se dará en este contexto por demás difícil, con Javier Milei públicamente alejado de Victoria Villarruel mientras la oposición presiona al Gobierno con un DNU estratégico para su plan económico, con el fin de forzar el tratamiento del Presupuesto 2025 que la Casa Rosada puso en «stand by» pero intenta destrabar bajo condiciones que le sean más favorables.