lunes, 25 noviembre, 2024
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Canje de deuda: si se cae el DNU, el Gobierno admite que será un retroceso en caso de negociar con bonistas

Si la oposición voltea esta semana el DNU 846 del canje de deuda, el Gobierno podría enfrentar dificultades para aliviar la carga de la deuda en 2025. En el Ministerio de Economía dicen que »no sería el fin del mundo», pero reconocen que implicaría »volver a la situación previa’‘, ya que el equipo de Luis Caputo tendría menores libertades para negociar con los tenedores de bonos 2030.

La caída del decreto significaría tener que someter esa operación al Congreso y negociar la deuda respetando el artículo 65 de la Ley de Administración Financiera, que exige el cumplimiento de 2 de 3 condiciones (mejorar el plazo, las tasas o el monto), cuando lo que se busca es tener a mano la opción de una salida «amistosa» para reestructurar vencimientos de deuda,

Para Caputo, el decreto es clave porque permite flexibilizar el manejo de las obligaciones financieras en moneda extranjera. Así, por ejemplo, podría aplazar vencimientos de deuda en dólares a cambio de elevar la cantidad de los cupones sin recortar capital. En enero y julio, vencen US$ 7.300 millones de la deuda con bonistas, entre capital e intereses, según la secretaría de Finanzas.

Tal como reveló Clarín, el ministro trato de llevarles buenas noticias a los inversores durante una reunión en la sede del JP Morgan a fines de septiembre en Nueva York, donde le dijo que no volverá a tomar deuda en los mercados hasta el 2026, que pagará los vencimientos de deuda con los dólares generados por el ajuste fiscal y sugirió que el DNU 846 implicaba la posibilidad de una mejora a los bonistas.

«Los decretos previos decían que los canjes deberían realizarse al valor técnico, no al valor de mercado. Si se produjera una conversión o algo así, el valor de mercado debería ser más relevante, pero no hay un momento para analizar aquí, solo una corrección que queríamos que se hiciera. Algo que simplemente tenía que suceder», explicó ante las dudas que habían surgido en Wall Street.

Sucede que el DNU fue oficializado un día antes de la gira de Milei y el ministro por Nueva York, y provocó una fuerte reacción de Cristina Kirchner, quien acusó al funcionario de querer «reestructurar la deuda» sin pasar por el Congreso y «empapelar» a los argentinos de bonos, como en el megacanje de 2001. Las tensiones también están cruzadas por la pelea por el presupuesto 2025.

Mientras tanto, desde la reunión en el JP Morgan, los bonos subieron más del 20% y el riesgo país cayó de 1.300 a 745 puntos, en medio del blanqueo, la baja de la inflación y el superávit fiscal. »En esa presentación el ministro dijo que les iba a dar un canje con valor presente neto positivo y que para eso necesitaba el decreto. Y por eso los fondos salieron a comprar deuda de Argentina«, dijo una fuente al tanto de las conversaciones.

Semanas después, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, explicó en el Congreso que los cambios en el decreto apuntan a que »se pueda pagar más, que son los valores de mercado». No obstante, Caputo volvió a minimizar la posibilidad de avanzar en una conversión de deuda el 12 de noviembre pasado, cuando la oposición intentó derribar el decreto, sin éxito. »No tenemos previsto un canje», le dijo a Clarín a la salida de la Bolsa de Comercio.

Según Cohen, los bonos GD30 y el AL30 son los candidatos a un canje. Debido a su elevada amortización semestral de 8%, representan la mitad de los vencimientos privados en 2025. El Gobierno podría canjear los bonos a 2030 por un nuevo título a 2032 con un cupón del 6%, con seis cuotas desde enero de 2030. En ese caso, la extensión de pagos permitiría avanzar en la salida gradual del cepo y reduciría los vencimientos en 2025, pero aumentaría la deuda total para la próxima gestión.

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