El mandato de Javier Milei atraviesa su primer año. Todavía no se cumplieron 12 meses desde el arranque. Faltan escasos días para que recién se cumpla el primer cuarto del período presidencial. Con todo, el jefe de Estado eligió blanquear lo que era un secreto a voces: la pelea con su vicepresidenta, Victoria Villarruel. Con sus dichos, Milei terminó de liquidar las últimas esperanzas de recomponer.
¿Por qué Milei elige este momento para transparentar la pelea? “Blanqueó una realidad; nada más”, explican en la Casa Rosada. Sin embargo, no es un momento cualquiera. El Gobierno atraviesa su mejor etapa. Con una economía que comienza a estabilizarse y una oposición totalmente fragmentada y desarticulada y con un Milei que mantuvo un encuentro con Trump y Xi Jinping en menos de una semana.
En ese contexto, el mandatario y su vice estarán obligados a convivir hasta el 10 de diciembre de 2027. Una tensión que podría traer cola en el funcionamiento del oficialismo. A decir del Presidente, Villarruel quedó fuera de las decisiones del Gobierno. Además, es una persona «cercana a la casta y al círculo rojo”. Del lado de la vice, responden que ella es “institucionalista”.
Esto no les gusta a los autoritarios
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Vínculo roto
Villarruel había intentado apaciguar. Hacía varias semanas que no había desplantes. De hecho, un día antes de que Milei le tirase con munición gruesa, había posteado un mensaje de agradecimiento al jefe de Estado por haberla elegido para la fórmula presidencial. Se había cumplido un año desde el balotaje que ungiera a la fórmula ganadora ante Massa. Pero Villarruel ya no tenía nada para hacer; el vínculo estaba definitivamente roto.
Milei y su vicepresidenta mantendrán una tensa relación con temas calientes por venir. Uno de ellos, la campaña 2025. Una carrera electoral que arrancará el año que viene formalmente en mayo, y la vicepresidenta quedará corrida de todas las decisiones.
No solo no podrá colar nombres propios en las listas, sino que tampoco será parte activa de las actividades. No habrá actos, discursos, recorridas ni fotos para “Vicky”. No tendrá la tarea de buscar votos como una referente más del Gobierno. Toda una rareza, teniendo en cuenta que Villarruel mantiene una buena imagen y que cosecha buenos números en los sondeos de opinión pública. Es, de hecho, una de las pocas figuras políticas que maneja números similares a los de Milei.
Incluso, en la pelea con Karina, hubo mucha militancia libertaria que en las redes apoyó a la vicepresidenta. Con todo, es el propio Milei quien salió a confrontar con Villarruel, lo que marca un escenario favorable para el Presidente, quien concita todo el apoyo.
Al mismo tiempo, quedará desarticulada la poca militancia territorial que Villarruel pueda aportar.
La pelea no es menor. Milei deberá ser reemplazado al frente del Ejecutivo cada vez que salga del país. En lo que va del año, el jefe de Estado ya salió dieciséis veces de la Argentina y pisó cerca de veintiún países. Con un ritmo similar el año próximo, no serán pocas las veces en las que la vicepresidenta deberá ocupar transitoriamente la silla del Presidente.
Temas candentes en el Congreso
Pero a su vez, quedan pendientes temas calientes en el Congreso por tratarse. Uno de ellos, los pliegos para cubrir las vacantes en la Corte Suprema. De hecho, Villarruel marcó diferencias con la postulación de Ariel Lijo. Con todo, la vicepresidenta quedó corrida de la búsqueda de voluntades para los pliegos.
Otro ítem será el del procurador general de la Nación, que tiene a Eduardo Casal como interino desde 2016. Si bien en la Casa Rosada dicen que se está lejos de avanzar con un pliego para los jefes de los fiscales, será un punto álgido en algún momento de los próximos tres años.
El Presidente y la titular del Senado deberán verse las caras, cada 1° de marzo, cuando en la Asamblea Legislativa Milei deba dar inicio al período de sesiones ordinarias y marque los lineamientos para el año legislativo. Un interrogante que se abre es el de la elección de autoridades de la Cámara alta, y si efectivamente Villarruel tendrá el margen de maniobra para cerrar lo acordado. ¿El Senado también será intervenido?
Lo mismo sucederá con el armado de las comisiones y los posibles acuerdos que pueda la vicepresidenta trazar. Hay sillas que podrían ser claves en las negociaciones. En ese escenario, ¿Villlarruel defenderá los proyectos remitidos por el Ejecutivo? ¿Continuará con las recorridas por las provincias reuniéndose con gobernadores?
Por ahora, la vicepresidenta eligió el silencio. No ha salido a hablar ni a contestar los dichos del Presidente, ni de la tropa digital libertaria.
Las declaraciones de Milei la tomaron desprevenida. “Sorpresa” fue la definición que cundió en su entorno. De hecho, fue un estrecho colaborador de ella quien le acercó las declaraciones del Presidente.
Es que Villarruel no mira a Luis Majul. No le gusta su estilo de periodismo desde hace tiempo. Cierto es que no era Majul quien le realizó la entrevista al Presidente, pero era su franja horaria.
La vicepresidenta ahora quiere manejar los tiempos de la comunicación. Es por ello que elegirá cuándo volver a hablar.
El jueves reunió a sus colaboradores. El viernes repitió el encuentro. En total, son 12 las personas que asistieron a los encuentros con Villarruel en los que analizaron los distintos y posibles caminos a seguir.
En el entorno de la vicepresidenta no reniegan contra Santiago Caputo, el asesor estrella del Presidente. Es que no le achacan a él los dichos de Milei ni la hostilidad que desde la Casa Rosada sienten desde hace meses.
El próximo cara a cara de Milei y Villarruel
El miércoles 27 de noviembre, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, dará su primer informe de gestión en el Senado y será recibido por la titular, Victoria Villarruel, quien quedó en el ojo de la tormenta tras los dichos del presidente Milei.
Fiel a su estilo, Francos buscó bajarle el tono la polémica. “Han tenido algunas diferencias de opinión y de criterio y ha habido desacuerdos”, dijo el jefe de Gabinete, intentando bajar los decibeles de la pelea.
Francos responderá 1100 preguntas que fueron remitidas por escrito por parte de los senadores sobre la gestión, que abordan distintas temáticas. Originalmente era 1500 las preguntas, pero al estar muchas repetidas el número se redujo.
El ministro coordinador se llevará el reclamo por parte de los senadores de que hay extraordinarias para poder abordar una ley de presupuesto, que en muchos casos es clave para las provincias, dado que necesitan prescindir de la discrecionalidad del Ejecutivo a la hora de contar con recursos y afrontar un año electoral. El bloque que mayor cantidad de preguntas realizó es el de Unión por la Patria.
Será la segunda vez que Francos vaya al Congreso (expuso a principios de septiembre en Diputados) y será la segunda vez que un jefe de Gabinete exponga en el Senado. El anterior fue Nicolás Posse.