Robinho sufrió un nuevo revés judicial en Brasil. El Supremo Tribunal Federal (STF) rechazó el recurso de hábeas corpus presentado por la defensa del ex jugador, quien fue condenado por la justicia italiana a nueve años de prisión por violación en grupo. De esta manera, el brasileño permanecerá detenido en la prisión de Tremembé.
El Supremo Tribunal, equivalente a la Corte Suprema en Argentina, decidió mantener a Robinho en la cárcel, luego de una audiencia virtual que concluyó en la madrugada de este miércoles. Nueve de los 11 jueces participantes votaron a favor de que continuara detenido, mientras que los dos magistrados restante votaron a favor de otorgarle un habeas corpus.
Robinho en la audiencia previa a entrar a la cárcel.
La defensa del ex futbolista, con sus últimas apelaciones ante el Tribunal Supremo, busca impugnar la decisión judicial, que determinó que el brasileño cumpla la condena en su país.
Robinho fue denunciado en 2013 por una violación en grupo junto a otros compatriotas a una joven albanesa de 22 años en un boliche de Milán. En noviembre de 2017, todos los acusados fueron condenados a nueve años de prisión y al pago de una indemnización a la víctima. En diciembre de 2020, la Justicia italiana confirmó la sentencia y, tras varias apelaciones, la Corte Suprema la ratificó en 2022.
Sin embargo, pese a la sentencia, el brasileño no pudo ser detenido en Italia porque, antes de conocerse el fallo, regresó a Brasil, donde la Constitución prohíbe la extradición de sus nacionales. Pero, el 21 de marzo del 2024, fue detenido luego de que un tribunal brasileño homologara la condena y permitiera su cumplimiento en el país.
Así pasa Robinho sus días en la cárcel: un curso para arreglar televisores y un programa de lectura
Tras su sentencia, el ex futbolista de 40 años tomó un curso de electrónica básica y participa en programas de lectura. El programa de electrónica es ofrecido por el Instituto Universal Brasileño, y le enseña a reparar televisores, radios y otros electrodomésticos.
Según su abogado, Mario Rosso Vale, Robinho está cumpliendo 600 horas de aprendizaje remoto: «Se ha inscrito en un curso de electrónica básica para aprender a reparar televisores y radios», explicó Vale. «Es difícil decir si lo está disfrutando o no, pero le está ayudando a pasar el tiempo».
Además de sus estudios en electrónica, se ha ofrecido como voluntario para dirigir un programa de lectura que distribuye 500 libros al mes a otros internos.
Desde su residencia lujosa en Santos, fue trasladado a la prisión rural de Tremembé, cerca de São Paulo, donde ahora vive en una celda de ocho metros cuadrados. Pese a las duras condiciones, ha sido descrito como un recluso ejemplar. Vale afirmó: «Robinho mantiene la cabeza gacha y sigue adelante tranquilamente… está siendo un recluso ejemplar y no ha tenido problemas con otros presos».
Patio interno de la penitenciaría Tremembé, en la que está preso Robinho.
Robinho fue denunciado en 2013 por una violación en grupo junto a otros compatriotas a una joven albanesa de 22 años en un boliche de Milán. En noviembre de 2017, todos los acusados fueron condenados a nueve años de prisión y al pago de una indemnización a la víctima. En diciembre de 2020, la Justicia italiana confirmó la sentencia y, tras varias apelaciones, la Corte Suprema la ratificó en 2022.
Con la imposibilidad de extraditarlo, se homologó la condena para que su cumplimiento efectivo se realice en tierras brasileñas. En marzo de este año, Brasil confirmó la pena y el cumplimiento efectivo en el país.
Patio interno de la prisión en la que está Robinho.
Los abogados del ex delantero están trabajando actualmente en la apelación de su sentencia. Según la ley brasileña, podría optar a un régimen carcelario más flexible por buena conducta, siendo elegible en 2027, cuando haya cumplido casi la mitad de su condena. Hasta entonces, se le mantendrá bajo el régimen penitenciario establecido.
Robinho, quien alguna vez fue una de las mayores promesas del fútbol mundial, ahora se enfrenta a una realidad muy distinta, lejos de los reflectores y la gloria.
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