Con sus raíces latinas y su sangre afro caribeña, Zoe Saldaña reconoce que cuando empezó a actuar se sentía una extraterrestre. Eso hasta que le tocó interpretar a un par de ellas, muy taquilleras, una azul en el planeta Pandora de Avatar (Neytiri) y otra verde en el universo de Marvel (Gamora, en Guardianes de la galaxia), que la convirtieron en millonaria.
Y no es que reniegue de ese éxito. Pero el año pasado decidió dejar la ciencia ficción de lado por un rato y apostarle a una película con mucho menor presupuesto que terminó siendo muy bien recibida por la crítica. Hablada en español y dirigida por un francés, Emilia Pérez la puso en carrera para su primera nominación al Oscar.
El director Jacques Audiard cuenta que venía escribiendo un guion hace años con protagonistas más jóvenes, y de cómo en una conversación que mantuvo en Zoom, Zoe Saldaña (46) logró convencerlo de que ella era más apropiada para interpretar a la abogada Rita Moro Castro, que la actriz de 25 que había imaginado y tanto le costaba encontrar. Fue tan buena la impresión en ese casting virtual que el francés también le cambió la nacionalidad a su personaje, de mexicana a dominicana.
Zoe y Selena Gómez bailan y cantan en la película, que cuenta la historia de un narco mexicano que busca a una abogada que lo ayude a buscar un doctor que le cambie el sexo para empezar a vivir otra vida transformada en mujer, rol que interpreta la actriz trans española Karla Sofia Gascón. El premio a la mejor actriz en el último Festival de Cannes se lo dieron a las 4 integrantes del elenco. Karla, Selena (la esposa del narco “Manitas”) y Adriana Paz lo recibieron en persona, Zoe se encontraba en Texas filmando la segunda temporada de su serie Lioness, donde es una agente de la CIA que trata de repartirse entre su rol de mamá y los peligros que afronta con su profesión. Casada con el director italiano Marco Perego, con quien comparte 3 hijos pequeños, ése es un balance que está acostumbrada a administrar en su vida.
De la reina de la franquicia a la reina de la danza
De padre dominicano y madre puertorriqueña, Zoe nació en Nueva Jersey, se crió en Queens y de los 10 a los 17 vivió con su familia en República Dominicana. Era chica cuando murió su padre, entre su madre y su abuela la hicieron tomar clases de baile y desde entonces se siente una bailarina de corazón. Fueron muchas semanas de ensayos coreográficos y de visitas al estudio de música donde grabó El mal, una canción que canta y baila en una escena donde su abogada, que es reservada en la vida real, se permite asomar un alter ego que imaginariamente pone a todos los invitados de una fiesta en su lugar. Selena Gómez, que también se luce con la canción Mi camino la elogia: “Zoe es la reina de la danza”.
“Soy neoyorquina y llevo en mi ADN al jazz, pero hacía mucho que no movía esos músculos y tuve que adiestrar al cerebro de nuevo” contó hace poco en una conferencia de prensa en la que participó Clarín y en la que terminó admitiendo que la mejor lección que se llevó de esta película es la de redescubrir no solo su idioma y su amor por el baile, sino que cuando las mujeres de un elenco se unen, son imbatibles.
Cuando la unión femenina hace la fuerza
“Cuando las mujeres nos unimos somos imparables, no hay montañas que no podamos subir” arenga Zoe Saldaña. “Durante muchos años creí que mis oportunidades me llegaban siendo la única mujer en la habitación. Era joven y eso me hacía sentir especial, pero en realidad estaba alimentando inconscientemente ese pensamiento diseñado para mantener a las mujeres separadas”.
La película estrenó en pocos cines en los Estados Unidos (donde Netflix acaba de subirla a su plataforma; en la Argentina estrena en salas en enero, en plena temporada de premios) y Zoe asoma en las portadas de artistas que brillarán en 2025 según Vanity Fair, en la de Latinas en Hollywood de la revista Elle y en la de “El Poder de las mujeres” de la revista Variety. Pocos dudan que la próxima temporada de premiación la va a encontrar sentada en las primeras filas.
POS