Juan Manuel Urtubey declaró que Argentina necesita una “reconstrucción federal” y observó que las tensiones del sistema político presentan la oportunidad para una renovación en 2025. Además, sostuvo que la oposición debe presentar un acuerdo nacional de cara a las presidenciales. “La elección de 2027 nos va a encontrar a aquellos que tenemos una mirada común caminando juntos”, afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Juan Manuel Urtubey fue gobernador de la provincia de Salta entre 2007 y 2019. Además, fue precandidato a presidente en 2019 y diputado nacional en 1999, donde fue presidente del bloque justicialista.
Cada año, parece que continúa la maldición de que nadie del interior puede lograr tener la visibilidad como para ser candidato triunfante a presidente. La polarización se llevó al paroxismo y la centralita porteña y bonaerense también…
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Tengo ascendencia vasca, entonces soy como de pocas ideas pero fijas, y creo que lo que necesitamos en Argentina es una verdadera reconstrucción federal, que debe tener la forma de una concertación.
El hecho de que esté tan roto el sistema político argentino representa una oportunidad para una renovación. Luego de la reforma del 94, hemos ido hacia un camino complejo en lo que significa haber convertido a Argentina en el patio trasero de la zona metropolitana de Buenos Aires.
¿Cómo imaginás que va a ser 2025?
En 2025 se despolariza la elección inevitablemente porque estamos frente a una elección de medio término distrital. Una cosa va a ser la demanda y la estrategia electoral en Salta y otra va ser la de Córdoba, la de Chubut, la de la Ciudad de Buenos Aires, la de la provincia de Buenos Aires y la de Misiones, por ejemplo.
Esa es la gran oportunidad para poder construir nueva legitimidad en cada una de las regiones de la Argentina y plantear un proceso de renovación hacia el 2027 desde esa nueva legitimidad. Como se suele decir en política, no hay un 27 sin un 25 previo. Lo que plantea el 2025 es lograr nuevos actores en el sistema político argentino con una mirada más federal.
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Decís que al haber elecciones con distintas estrategias en cada región, los gobernadores tienen la posibilidad de reforzar el federalismo al no haber candidato a presidente que unifique a nivel nacional. ¿Cómo afecta a los gobernadores las candidaturas locales y provinciales de La Libertad Avanza?
Cuando hablo de federalismo de concertación, los gobernadores ocupan un lugar importante. Pero por lo que ha pasado en otras épocas de la vida institucional en Argentina, estoy convencido de que ese debate en términos de construcción de una Argentina federal se deberá de dar en el Congreso de la Nación, porque no alcanza con el planteo de los gobernadores.
En el andamiaje y en la estructura institucional argentina, ese planteo federal requiere de un Congreso que esté ordenado desde los representantes de las provincias hacia el poder central.
Naturalmente, ese posicionamiento del Gobierno en cada una de las provincias va a tener apoyo, pero mi convicción es que hay que lograr de una vez por todas que los que resulten representantes de las provincias no sean delegados del Gobierno nacional ni de gobiernos provinciales de turno, sino representantes del pueblo de sus provincias.
Durante casi cuatro décadas nos pasamos discutiendo cómo se hacen las cosas, y a partir de este Gobierno se discuten las cosas mismas. Este Gobierno ha planteado una batalla cultural para discutir las bases del constitucionalismo social argentino, que es el contrato social fundante del institucionalismo, y eso nos permite elevar la vara del debate político.
Alejandro Gomel: En este contexto de la discusión del federalismo, ¿hay margen para que algunos gobernadores como Pullaro o Llaryora hagan un armado para enfrentar al gobierno de Milei?
Esa discusión tiene que tener sede en el Congreso, e inevitablemente se va a dar el marco para eso en 2027 porque Argentina acompaña el proceso global en donde la elección del presidente se resuelve en segunda vuelta, no en la primera, y eso va a requerir de grandes niveles de acuerdo.
Independientemente de cuál sea la estrategia de un gobernador para 2025, la elección nos va a encontrar a aquellos que tenemos una mirada común caminando juntos en 2027. Si tenemos la madurez política de plantearlo en un proceso previo con un acuerdo nacional, mejor. Si no tenemos esa madurez, la gente nos va a obligar a hacerlo a través de una segunda vuelta en donde deberemos trabajar con quien esté posicionado para enfrentar a este modelo.
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AG: Dentro de la política nacional, ¿qué es el peronismo hoy?
Creo que conviven dos posiciones diversas. En la primera, le encuentran la misión al Partido Justicialista de resistir a Milei. Por otro lado, los demás creemos que lo que el PJ debe hacer es construir las bases para un gran acuerdo nacional que planteé una instancia superadora a Milei.
La tensión puede encontrar nombres propios o no, pero hay dos miradas diferentes, y me parece que tienen que ver con una cuestión cronológica. Inevitablemente hoy estamos más cerca de la etapa previa a Milei que de la posterior. Imagino que cuando vaya pasando el tiempo, aquellos que queremos construir una instancia superadora vamos a construir mayor consenso.
Elizabeth Peger: Según las encuestas, hoy en el interior hay más paciencia con la gestión de Milei que con la gestión de los gobernadores. ¿Cuál es efectivamente la capacidad de acción de los gobernadores?
Esa construcción no debe ser de poder para ser exitosa, sino que debe ser la organización de una expresión ciudadana. De hecho, el actual esquema de poder de la Argentina es una expresión ciudadana que se hartó de un sistema político.
EP: Pero el de Milei era un lugar no institucional. No sé si se puede construir lo mismo desde el lugar de los gobernadores, que tienen el peso que tienen por su función…
Pero si creemos que el federalismo es sólo una expresión de poder de caciques territoriales, tenemos una mirada parcial del tema. Mi percepción es que el triunfo del actual Presidente fue una expresión federal, paradójicamente, en donde la gente apostó a algo distinto por el hartazgo de tantos años de centralismo en Argentina.
Esa nueva alternativa todavía tiene el tiempo de gracia de ser algo nuevo, pero en la medida en la que vaya pasando el tiempo, así como hubo una reacción al viejo régimen, el desgaste del nuevo régimen va a ser inevitablemente mayor.
Estamos conscientes de que recién se va a cumplir un año de un gobierno que recibió la herencia de una situación desastrosa del gobierno anterior, que fue uno de los peores de la historia, y eso es un condicionante a corto plazo. Estamos más cerca del inicio de la gestión que del final, y esta charla dentro de dos años puede tener otro tenor.
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