jueves, 30 enero, 2025
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El mercado espera inminente baja de tasas, a días del debut del nuevo ritmo de devaluación

Con la entrada en vigencia de la rebaja temporal de las retenciones a los principales cultivos del agro, y tras el muy buen resultado del canje de deuda en pesos que consiguió el Tesoro, en el mercado descuentan que el Banco Central bajará en breve la tasa de política monetaria.

Para algunos analistas, un recorte de la tasa monetaria se puede definir esta semana, probablemente el jueves, día en que suele reunirse el Directorio del BCRA, y luego de la licitación de deuda del Tesoro, que se realizará el miércoles, en la que hay que cubrir vencimientos por alrededor de $11,9 billones, y para acompañar la reducción del ritmo devaluatorio del 2% al 1% mensual a partir del 1 de febrero.

Otros expertos especulan que el ajuste de la tasa podría concretarse en los primeros días de febrero, para testear antes la reacción en los dólares paralelos con la puesta en marcha de la reducción del crawling al 1%, y cuando ya probablemente en el Gobierno tenga una estimación de cuánto cerró la inflación de enero, dato que el INDEC difundirá recién el 13 de febrero.

La última vez que el BCRA bajó la tasa monetaria fue el 6 de diciembre, varios días antes de conocerse la inflación de noviembre y con los dólares paralelos planchados, cuando la redujo de 35% anual a 32% anual, y a la vez los bancos ajustaron el rendimiento del plazo fijo a 30 días. Las entidades bancarias más grandes ofrecen actualmente una rentabilidad de entre 27% y 29% anual, lo que equivale a entre 2,25% y 2,4% mensual, lo que está en por debajo de la inflación de diciembre que fue de 2,7%.

Analistas esperan una baja de tasas inminente por parte del Banco Central

Nery Persichini sostuvo a iProfesional que «la medida de bajar temporalmente las retenciones a los principales cultivos podría exigir una menor tasa de interés; es decir, ahora que los productores pueden captar un mayor porcentaje del precio internacional (en el caso de la soja, pasó de 61% a 68%), un costo financiero elevado (spread entre tasa en pesos y ritmo del crawl) no es tan necesario».

«Sin embargo, hay que ver cómo el Gobierno decide mitigar los riesgos. Por un lado, mantener ese diferencial en 1,66% mensual en dólares desde febrero aceleraría la liquidación aún más en un contexto en el que el peso se fortalece. Por el otro, una tasa nominal sin cambios podría ofrecer una recompensa real no menor para enfrentar una desinflación más lenta producto del traspaso a precios que la baja de retenciones induce en los alimentos locales (harinas, farináceos, aceites y productos de economías regionales). Esto sería aún más importante en un contexto como el de febrero, en el que la demanda estacional de pesos pierde fuerza respecto de los meses previos», analizó.

La sociedad de Bolsa Cohen SA también prevé descenso de la tasa tras el exitoso resultado del canje de deuda en pesos por el cual se postergaron pagos de vencimientos por $14 billones para 2026: «El despejar vencimientos en el corto plazo deja la vía libre para bajar las tasas de interés sin correr muchos riesgos de faltas de renovaciones», aseguró.

Al respecto, Juan Pedro Mazza, estratega Senior de Renta Fija en Cohen SA, señaló a iProfesional que «lo más probable es que, de la mano de la reducción del crawling peg, el Gobierno aplique un recorte en la tasa para reducir el costo de financiamiento del Tesoro», y estimó que «debería concretarse en los primeros días de febrero».

En esa misma línea, la consultora PxQ aseveró que «el canje podría servir para otorgarle al BCRA más margen para ejecutar la política monetaria».

«El Gobierno está en una situación incómoda entre el límite cuantitativo que se autoimpuso para la Base Monetaria Amplia, la intención de bajar la tasa de interés para acompañar la desaceleración de la nominalidad y la necesidad de mantener una tasa alta en pesos para contener una creciente demanda por dolarización de carteras. En este contexto, el canje de deuda podría ayudar, liberando presión de corto plazo en el mercado de deuda del Tesoro y permitiendo que el BCRA maneje la tasa de política monetaria con mayor libertad, sin tener que preocuparse por el resultado de cada licitación a continuación de cada modificación de la política monetaria», recalcó.

A su vez, la consultora 1816 consideró que «el recorte de tasas luce prácticamente inevitable por el simple hecho de que la inflación va a seguir bajando» tras el anuncio de la reducción del crawling al 1% a partir del 1 de febrero. Y esgrimió: «Si el BCRA no baja la tasa de política monetaria, esta quedaría en 1,7% TEM (Tasa Efectiva Mensual) medida en dólares oficiales ((2,7% TEM de la LEFI menos el 1% del crawl). Un spread así sería notablemente alto (1,7% TEM es más del 20% anual) y, de hecho, es algo que no vemos desde mayo de 2024».

En ese marco, destacó que «un potencial efecto adverso de mantener sin cambios la tasa es que implica un mayor costo de financiamiento tanto para empresas no exportadoras como para el Tesoro«.

En sintonía, la consultora LCG alegó que «a favor de una reducción de tasas estaría el estímulo excesivo al carry mediante financiamiento bancario en dólares».

Tasas: ¿en cuánto estiman que la bajarán?

Las opiniones sobre la magnitud de la baja de tasas son dispares. Algunos analistas estiman que el recorte podría ser de 500 puntos básicos, es decir 5 puntos porcentuales, e incluso hay quienes piensa que podría llegar a 800 puntos. En cambio, otros esperan una reducción más cauta para evitar presiones sobre los dólares paralelos dado que en febrero suele caer la demanda de dinero y para que siga siendo atractivo el carry trade, un factor clave que le permitió al BCRA comprar divisas en el mercado oficial.

El equipo de PUENTE cree que «la baja de la tasa va a venir junto con el recorte del crawling peg, con lo cual probablemente se realice tras la reunión de directorio del jueves, y esperamos un recorte de alrededor de 800 puntos«.

«No vemos que los factores estacionales de la demanda de dinero sean un problema para ello. Sin embargo, puede haber mayor demanda en los dólares financieros. Una de las razones es que el carry se vuelve menos atractivo, pero también para el local el costo de devengar tasa fija se vuelve menor», argumentaron.

Para el economista Federico Glustein, el BCRA «probablemente esta semana no la baje, pero la semana siguiente podría darse midiendo el impacto de la reducción del crawling», y dijo que el recorte sería de «500 puntos si se acomoda el tipo de cambio sin presiones sobre los dólares paralelos».

Mazza manifestó que en Cohen «esperamos un recorte de aproximadamente 400 puntos a TNA 29% (TEM 2,4%); con la brecha CCL cayendo a 12% tras el anuncio de la baja de retenciones, el riesgo de generar un repunte en el carry trade es limitado».

Pablo Repetto, jefe de Research de Aurum Valores, opinó que el BCRA recortará la tasa para llevarla a un rango de «27% y 29% anual, y la decisión debería ser o esta semana antes de que baje el crawl y si no una vez que esté más clara la inflación de enero».

Pablo Lazzati, CEO de Insider Finance especuló que «es posible que el BCRA decida bajar la tasa monetaria» dado que «las últimas reducciones estuvieron fundamentadas en la evolución de la curva de las LECAPs, que hoy se encuentra en torno al 2% en tasa fija; esto sugiere que existe cierto margen para una reducción adicional».

«Además, el buen desempeño del reciente canje de deuda, que logró reestructurar aproximadamente el 60% de los vencimientos en pesos hasta 2026, ha contribuido a aliviar significativamente las presiones sobre el mercado cambiario. Esto, sumado a la rebaja de las retenciones que entró en vigencia, ha generado un contexto favorable con un dólar en descenso», fundamentó. Y concordó que «en caso de que se produzca una baja esta semana, se esperaría que la tasa se sitúe entre el 26% y el 27%» anual.

No obstante, consideró que el BCRA «podría postergar esta decisión para observar cómo evoluciona la demanda de dinero en febrero, dado que este período históricamente muestra una caída estacional que podría influir en la estabilidad financiera».

Leonado Chialva, analista de Delphos Investment, juzgó que ahora una baja «de 300 puntos sería razonable» y auguró que «luego deberían seguir bajando y si todo sale bien, bajarán en total 1.000 puntos básicos de acá a marzo».

«El BCRA entra en una fase de baja de la tasa. Pero la tasa se mide contra la inflación. Entonces hay un delay entre la baja del crawl y que eso se refleje en la inflación. Por ende el BCRA creo que bajará cautamente la tasa ahora, para luego ir acomodandola aún más. Si la inflación de enero (se conoce a mediados de febrero) da bien (zona de 2,2) hay argumento para ajustar algo más, pero luego vendrá la inflación de febrero que dará aún más espacio a bajas», señaló.

Por su parte, Persichini evaluó que «frente a los desafíos que esta primera parte de 2025 trae, creo que la baja de tasa, de ocurrir podría ser más moderada que lo inicialmente esperado». E indicó que «con 200 puntos de baja, la tasa real contra la inflación esperada de enero quedaría neutra».

De igual mirada, Javier Casabal, analista de Adcap Grupo Financiero, sostuvo que «actualmente el mercado está descontando una baja de unos 200 puntos para estos dias y es muy posible que ocurra especialmente si el BCRA ve la inflación en 2% en enero, como ya señalan algunas mediciones privadas».

Asimismo, remarcó que «el mercado ya descuenta una serie de recortes para los próximos meses porque confía en que la inflación va a seguir bajando, especialmente ahora que ya es oficial la baja del crawling al 1% mensual». Así, vaticinó que el BCRA «bajaría otros 250 puntos en marzo, y otro tanto entre abril y mayo y terminaría el año en torno al 22%».

A su vez, Horacio Miguel Arana, Senior Research Fellow de la Fundación Internacional Bases, comentó que «indudablemente la reducción efectiva del crawling al 1% va a presionar hacia la baja, porque la TEM está en 2,7% y una diferencia como esta elevará la demanda de intensificar el carry trade».

«Dado que la inflación seguirá descendiendo, la baja de tasa existirá.El equipo económico va a tomarse el tiempo que sea necesario para coordinar todas las variables que se ajusten a la desinflación. Tratarán de ir de a poco. Podríamos ubicarla entre 200 o 300 puntos básicos», pronosticó.

¿Qué efectos positivos tendrá una baja de la tasa y qué riesgos hay?

Mazza explicó que «el principal efecto positivo es que reduce el costo de financiamiento del Tesoro, y además ayuda a moderar un poco el incentivo de hacer carry trade contra dólar oficial para importadores/exportadores, lo que sirve para evitar futuros riesgos cambiarios».

Christian Naud, analista de ACM, expresó que «creemos que habrá una baja de tasas en los primeros días de febrero pero será leve de 2 o 3 puntos porcentuales llevando la TEM de 2,7% a 2,5%. Y esgrimió que «tras la baja temporal de las retenciones, quizás busquen mantener la tasa en un nivel más atractivo para incentivar aún más la liquidación temprana por parte del sector agropecuario»

También afirmó que «serán cuidadosos» porque una baja de tasas puede ser riesgoso en un contexto en donde la autoridad monetaria está interviniendo activamente, en enero gastó más de u$s600 millones en mantener la brecha».

«Al bajar la tasa, el incentivo al carry se reduce (lo que puede llevar a tensiones cambiarias), pero como contrapartida el costo del financiamiento del Gobierno en pesos se abarata si lo medís en dólares«, enfatizó sobre los efectos de un ajuste en la tasa.

De igual diagnóstico, Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieras dijo que «no ve veo una baja mayor a 200 puntos por ahora, me parece que más puede ser demasiado arriesgado».

Por su parte, Glustein advirtió que una baja de la tasa «puede ser riesgoso primero porque puede desalentar el carry trade pero también porque en un escenario de caída de demanda de dinero al inicio de febrero y dólar barato en términos reales».

En contrapartida, subrayó que una reducción de la tasa «puede ser positivo porque permite mejorar el financiamiento de los proyectos productivos, mejorar el empleo y apuntalar el crecimiento».

Lazzati relativizó los peligros de una baja de tasas en febrero: «La rebaja en las retenciones generan un contexto favorable que podría compensar los riesgos asociados a una menor demanda estacional de dinero. Los exportadores tienen hasta junio para aprovechar estos aranceles reducidos, lo que brinda un horizonte temporal de estabilidad en el mercado cambiario. En este escenario, una baja de tasas podría estimular la actividad económica sin necesariamente desalentar el carry trade, siempre que la decisión sea calibrada cuidadosamente».

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