En otro viaje más (y van…), Javier Milei volverá a los Estados Unidos a mediados de febrero. Hace menos de dos semanas que el libertario estuvo en el país del norte, donde tiende a peregrinar con insistente frecuencia. ¿Relaciones carnales?…un culto renovado a la sumisión de la Argentina al mandato del imperialismo norteamericano, ahora conducido por el ultraderechista Donald Trump, en momentos en que este lleva adelante una ofensiva en toda la línea contra los migrantes – llegando a considerar utilizar la prisión de Guantánamo para encarcelar allí a decenas de miles de personas – y redobla la guerra comercial ya iniciada en su anterior gobierno.
El presidente argentino volverá a Washington para participar de una nueva cumbre de la CPAC. Ese encuentro de los líderes derechistas de distintas partes del mundo que vienen intentando difundir y desarrollar sus políticas xenófobas, represoras y de mayor explotación en un mundo ya fuertemente convulsionado. El último encuentro de este tipo había tenido lugar en Buenos Aires hace pocos meses y había contado con la presencia del diputado Eduardo Bolsonaro (uno de los hijos de Jair), Santiago Abascal (dirigente de Vox de España) o Lara Trump (nuera de Donald y vicepresidenta del comité nacional republicano), entre otros.
Además de pasar por esta cumbre, donde se espera que tenga una participación en el cierre del evento, se espera que Javier Milei podría volver a encontrarse con Elon Musk. El hombre más rico del mundo, recientemente incorporado como funcionario trumpista, había dado un discurso realizando el saludo nazi al momento de la asunción del republicano al gobierno. Milei se ocupó de defenderlo rabiosamente en sus redes sociales. Vale recordar que Musk cuenta en su historial haber reivindicado el golpe de estado en Bolivia y viene apoyando públicamente a Alternativa por Alemania, partido que reivindica al nazismo en ese país europeo.
Pero los paseos derechistas del presidente no terminarán en Estados Unidos. Para sumar a los 19 viajes ya realizados en poco más de un año de mandato, en marzo tiene previsto visitar Israel. Allí le harán entrega de un premio por su persistencia como uno de los más férreos defensores del estado sionista durante el genocidio perpetrado en la Franja de Gaza.
El presidente libertario «gasta millas» en una agenda que aplaude la barbarie contra los pueblos oprimidos del mundo. Mientras nuevos ataques se preparan contra los migrantes y trabajadores en todo el mundo, es necesario levantar bien alto las banderas del antiimperialismo y la más amplia solidaridad de clase con todos ellos.