domingo, 30 marzo, 2025
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La sequía y la presión impositiva acorralan a los productores ganaderos de Chaco y Formosa

La Confederación de Sociedades Rurales de Chaco y Formosa (ChaFor) ha vuelto a alertar sobre la grave crisis que atraviesan los productores ganaderos en ambas provincias, atrapados en un círculo vicioso entre los efectos devastadores de la sequía y la presión fiscal asfixiante.
Este combo de dificultades amenaza con desestabilizar aún más la ya difícil situación de los productores rurales, cuyas condiciones empeoran día a día.
Uno de los factores principales que agrava la situación es la prolongada escasez de precipitaciones, que ha reducido significativamente la disponibilidad de pasturas y fuentes de agua en amplias zonas rurales de Chaco y Formosa. La falta de lluvias ha afectado gravemente la producción ganadera, limitando la alimentación de los animales y deteriorando su estado físico.
Muchos productores se han visto obligados a malvender sus animales debido a la falta de recursos para mantenerlos, mientras que otros incrementan los costos de suplementación para evitar una mayor caída de la producción, lo que impacta directamente en su rentabilidad.
A pesar de las esperanzas que algunos tienen de que las lluvias puedan mejorar la situación, la realidad es que la recuperación de los pastizales y fuentes de agua llevará tiempo, y no hay garantía de que la normalidad vuelva rápidamente a las zonas más afectadas.
Este escenario desesperante pone en peligro la viabilidad a largo plazo de la actividad ganadera, que constituye una de las principales fuentes de ingresos para miles de familias rurales de la región.
Si bien la sequía es uno de los principales factores de la crisis, los productores también enfrentan una presión fiscal que dificulta aún más su supervivencia. Impuestos como el inmobiliario rural, el IVA, bienes personales y el impuesto a los ingresos brutos, entre otros, generan una carga económica que los ganaderos no pueden afrontar en un contexto de ingresos reducidos y elevados costos operativos. La combinación de una rentabilidad baja y una carga impositiva elevada ha creado una situación insostenible para muchos productores, que deben lidiar con la imposibilidad de cumplir con sus obligaciones fiscales mientras tratan de salvar sus unidades productivas.
Ante esta compleja realidad, la Confederación de Sociedades Rurales de Chaco y Formosa hizo un llamado urgente al gobierno, solicitando la implementación de medidas que ayuden a mitigar los efectos de la sequía y aliviar la presión impositiva que sufren los productores. Entre las propuestas se incluyen la creación de subsidios para los productores afectados por la crisis, la posibilidad de renegociar las deudas impositivas, y la implementación de líneas de crédito con condiciones más accesibles. Además, los productores exigen políticas públicas que prioricen la asistencia a los sectores más vulnerables, para que puedan sobrellevar la crisis sin que se vean obligados a liquidar sus activos productivos.
Sin una respuesta efectiva, la Confederación advierte que la producción ganadera en las provincias de Chaco y Formosa podría enfrentar una caída sostenida, con consecuencias económicas y sociales de gran alcance. La crisis no solo afectaría a los productores, sino que también pondría en peligro el empleo rural y la economía de las regiones, ya que la ganadería es un pilar clave para el desarrollo de la zona.
El panorama es crítico, y la falta de acciones inmediatas podría generar un daño irreversible a la actividad ganadera, lo que afectaría gravemente el bienestar de miles de familias rurales y de toda la economía regional. La sequía y la presión impositiva son, por ahora, las principales amenazas, pero también lo es la falta de políticas públicas claras que ofrezcan soluciones a este sector clave. El tiempo corre, y los productores necesitan respuestas urgentes para poder seguir adelante.

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