¿Se puede devolver el dinero de la estafa pergeñada a través de $Libra? Es una de las preguntas aún abiertas en torno al escándalo.
Para el emprendedor y consultor de negocios cripto Germán Gismondi es prácticamente imposible. No sólo por la naturaleza de la operación -en definitiva, es un proceso de compra y venta de un activo- sino por la propia característica de la plataforma en la que se gestó toda la movida “libriana”.
“Vos tenes dos formas de operar en el mercado cripto, a través de una Exchange centralizada como puede ser Binance, donde entras con tu nombre, mail, DNI, foto y compras y haces tu trade, o en un exchange descentralizado donde no tenes que identificarte como tal. No hace falta y no lo controla una empresa como Binance. Ahí se usa un programa o protocolo que se llama Fantom que es como una billetera para intercambio. Primero tenes que entrar y comprar Solana, después hacer la conversión de Solana respaldada en USDT, luego pegarle el contrato que puso Milei y recién ahí podes hacer el swap con $Libra. Es muy complejo, alguien que tiene conocimiento le lleva un bien rato hacerlo. Los que participaron es gente que sabe del tema”, explica.
Esa descentralización es la clave para la poca perspectiva de recuperación del dinero.
“Se puede hacer una trazabilidad y detectar parte de las operaciones, pero no identificas quien es la persona, es muy difícil devolver eso. Se supone que vos ya la vendiste a la moneda. Es prácticamente imposible esa recuperación. Aún con un exchange centralizada sería difícil y no es este caso”, remarca Gismondi.
Yendo a la operatoria de $Libra en sí, para Gismondi se trató de una estafa en la que Milei fue usado para potenciar la moneda, lo que no lo exculpa de su participación.
“La impresión es la misma que tengo desde el viernes, Milei se come la curva, no sabia en lo que se metía. Creo que el tipo no entendía nada. Lo que hicieron es un fraude que se llama pump and dump y que es muy común en el mercado. Bombear y borrarse se usa mucho. Desde hace muchos la operación es así; se coordina vía Telegram un grupo de traders con objetivo de potenciar alguna moneda que este dormida, se organiza una estrategia comercial donde a algunos de los clientes se les da información para que pongan plata antes de que suba su cotización. Se entra a Binance, por caso, compras 500 dólares, cuando llega todo el malón, 5.000, 6.000 personas comprando el precio aumenta. Hay gente con bots que están programados en modo FOMO (por fear of missing out, miedo a perderse algo) que entrar para invertir. Muchos incautos entrar a comprar, y los promotores se organizan para salir en un momento todos juntos y se cae el precio como un piano. Es pumpeo y dumpeo. No es un sistema piramidal, no estás entrando vos y reclutando a otros, no es un Ponzi, pero es una estafa programada”.
-Se asemeja más a inflar una subasta.
-Exactamente, tal cual. Y el precio es totalmente artificial no está anclado en que la moneda se apoya en un fundamental y va a crecer por algo o porque la va a usar alguna empresa o Estado. Aumenta porque hay gente manipulando para que aumente y luego en un punto la venden y se cae. Es totalmente artificial.
–En el caso de $Libra el anabólico para que suba fue Milei.
-Sí, era absolutamente necesaria su participación, sino pasaba como una de las miles de monedas que se crean todos los días. En 10 minutos y con US$200 hacemos la criptomoneda de Perfil Córdoba, pero hay que ver para que sirve, qué respaldo tiene, qué proyecto tiene. Si la Provincia quiere hacer su criptomoneda y Llaryora sale y dice que la va a aceptar, y va a servir para consumo, para pagar impuestos, tiene respaldo político. O si fuera un security token o tiene respaldo en oro o en algo y se legaliza. No es este caso. Este pump and dump que es muy común tuvo relevancia mundial porque no había pasado nunca algo así con un jefe de Estado.