La familia que habita la vivienda contigua al matadero municipal en Las Lomitas volvió a sufrir otra situación de violencia. En la madrugada de este miércoles 26, se registró un incendio en el lugar que destruyó a cenizas todas sus pertenencias y que, de acuerdo a la inspección efectuada por los bomberos, surge que el siniestro obedeció a un hecho intencional mediante la introducción de una fuente ígnea.
Son tres los hechos violentos que padeció la familia de Daniel Verón y Micaela Farías, quienes junto a sus hijos viven en ese terreno en el matadero municipal, donde el hombre trabajaba realizando tareas de construcción y limpieza de tierra.
En dos de estos incidentes se encuentra involucrado el intendente actual de la localidad, Atilio Basualdo. El primero fue el año pasado, en época de clases, cuando se apersonó en el matadero y amenazó a la familia, quemándoles la mochila y el guardapolvo de una de las hijas del matrimonio, de lo cual inclusive existen filmaciones.
El segundo se produjo el pasado viernes 21 cuando cuatro las personas que irrumpieron en el lugar, entre ellas una de apellido Fretes que sería personal de la Intendencia. Fueron demoradas, dos de ellas en la comisaría y las restantes en la alcaidía, y la causa judicial fue caratulada como violación de domicilio y hurto. En tanto, este tercer hecho se encuentra ahora en investigación.
Según denunció Micaela, en la madrugada de este miércoles 26 “le prendieron fuego a todo, mis niños quedaron sin nada, teníamos dos cuchetas, una motoguadaña que no era de nosotros, era prestada y así quedó todo, reducido a cenizas”.
También “había ropa de mis hijos, tres camas, la cama de la nena más chica, las cuchetas, documentos y muchas cosas que nos servían. Quedó todo en la nada”, dijo entre lágrimas.
Desestimó la versión de que el incendio podría haberse producido por cortocircuito, ya que “el intendente (Basualdo) nos cortó la luz, no teníamos, todo es obra del mismo intendente”.
“¿Qué tanto daño le hicimos con mi familia a él para que nos haga esto? Quemar así la ropa de las criaturas y las cosas que con tanto esfuerzo tenemos… no sé ni qué decir. Todo esto nos duele mucho, nos quedamos sin nada”, dijo.
“Hace poco nos sacaron cosas y nos robaron otras. No se puede vivir así. Es cansador, insoportable. No lo insultamos ni le pedimos nada. Y está cumpliendo (las amenazas) que nos hizo, que nos iba a quemar como ratas. Si nosotros estábamos acá en la noche, quiere decir que nos iba a prender fuego, nos iba a matar”, advirtió, con desesperación.
“No le hicimos nada como para que se ensañe tanto con nosotros, para que nos hagan tanto daño. Nunca le pedí nada al señor intendente, nosotros vivimos trabajando. Esto colmó el vaso”, finalizó.