Este 13 de abril es el Día del Kinesiólogo en Argentina, cuya fecha fue destacada por el Hospital de Alta Complejidad “Pte. Juan Domingo Perón” (HAC), debido a que es coincidente con los 20 años que cumple el Servicio de Kinesiología en la institución emblema de la salud pública en la provincia de Formosa.
En ese sentido, denotaron que si lo pensamos detenidamente, todo lo que hacemos se traduce en movimiento, desde caminar hasta funciones tan vitales como respirar, por eso la importancia de la tarea que desarrollan quienes se encuentran abocados a esta especialidad.
Por ello, en el Día del Kinesiólogo es de destacar el valor del trabajo que los y las kinesiólogas desarrollan, puesto que su rol y su dedicación “son pilares fundamentales para la recuperación y el bienestar de nuestros pacientes”.
Además, distinguieron que en el HAC se cumplen 20 años de la habilitación del Servicio de Kinesiología y Rehabilitación. El área cuenta con un equipo multidisciplinario de kinesiólogos, residentes, profesores en educación física, enfermeros, auxiliares y personal administrativo, quienes cumplen 20 años de crecimiento en el servicio.
En los últimos años, señalaron que la evolución de los equipos de fisioterapia y kinesiología ha propiciado el desarrollo de herramientas cada vez más sofisticadas que mejoran la recuperación funcional de los pacientes.
Es así que el Gobierno de la provincia de Formosa ha permitido durante estos años la innovación constante de los equipamientos, por lo que el servicio cuenta con consultorios y gimnasios completamente equipados.
Desde el área se trabaja a través de sus diferentes programas, los cuales se dividen en cardiovascular, respiratorio, reumatología pediátrica, neurología, amputados, dolor crónico, columna, pie diabético, obesidad y traumatología.
Además, los profesionales intervienen tanto en el área crítica de pacientes hospitalizados como así también en el área ambulatoria.
Fueron 20 años de servicios en crecimiento, gracias al Gobierno provincial, la administración general del HAC y a cada profesional que formó parte del área, por el compromiso de ayudar a otros a alcanzar su potencial de salud y movimiento. La labor es ardua, cada kinesióloga o kinesiólogo abriga la esperanza de mejorar la calidad de vida de todos los pacientes.