lunes, 21 abril, 2025
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Tras la presión del Gobierno para no subir los precios, empresas y supermercados retoman las negociaciones

Tras el revuelo que generó el rechazo de supermercados a remarcaciones de precios de entre 9% y 12% que alimenticias y compañías de consumo masivo les informaron por la salida del cepo, las empresas retomarán las negociaciones con las principales cadenas. Como anticipó Clarín, se reanudarán al término de Semana Santa para intentar llegar a un acuerdo.

Después de la primera reacción a la devaluación del 12% del lunes pasado, ahora, con el dólar oficial que cerró el miércoles a $ 1.135 –un retroceso diario de 5,4%, equivalente a $ 65–, los proveedores van a monitorear su evolución para entender el impacto en su estructura operativa. Analizan aumentos menores y que no se reflejen de golpe en las góndolas.

El recálculo se da también luego de la presión que ejerció el Gobierno con la publicación en X de Luis Caputo, que expuso a Molinos Río de la Plata y Unilever –aunque no fueron las únicas que comunicaron su intención de aplicar subas, también lo hicieron SC Johnson, Softys, Aceitera General Deheza (AGD) y Bunge en aceites, harinas y productos de higiene personal y limpieza para el hogar–, y los retuits de Javier Milei en alusión a “no comprarles a quienes aumentan” y “que se metan los productos en el o…”.

Así, mientras que en el frente externo el equipo económico viajará a los Estados Unidos a la Asamblea del FMI, a nivel interno busca que queden sin efecto los incrementos para que no incidan en los próximos índices de inflación. Pero aunque logró que algunos dieran marcha atrás, ya hubo ajustes en otros rubros como electrónica, ferretería y materiales de construcción.

Aceites, harinas y productos de higiene, los que primero intentaron remarcar. Foto: Luciano Thieberger

¿Hay margen para más aumentos?

Con costos en alza –especialmente por la suba de los servicios públicos–, las empresas buscan recuperar rentabilidad y revertir la caída de ventas que demuestran sus últimos balances contables. Pero con un consumo aún retraído, el interrogante es si existe margen para más aumentos. Por eso, las conversaciones se centrarán en llegar a un punto medio.

En marzo, los alimentos subieron 5,9%, versus la inflación general de 3,7%, el registro más alto en los últimos siete meses. Y según el último relevamiento de la consultora LCG, lo hicieron 0,8% en la tercera semana de abril. A la par, el el consumo bajó 5,4% en marzo, el 15º mes consecutivo de caída.

Si bien, por ejemplo, el 80% de una botella de aceite o un paquete de fideos responde a materia prima con insumos dolarizados, para la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), el mercado no está en condiciones de absorber los incrementos anunciados. Por ello, expresó que no aceptará los “desmedidos y/o especulativos”.

Según la Federación de Almaceneros de la Provincia de Buenos Aires (FABA), el consumidor ya no acepta toda suba, sino que compara precios y compra solo con promociones. En ese sentido, comercios de barrio y mayoristas también se resisten a convalidar las nuevas listas.

Advierten que los aumentos podrían tener un efecto negativo en el consumo. Foto: Luciano Thieberger

La Cámara de Supermercados Mayoristas (Casma) –que nuclea a Diarco, Makro, Maxiconsumo, Nini, Vital y Yaguar– anticipó que pondrá atención al precio ofrecido, porque “es la base del valor de venta al público”. “Si no va a ser competitivo, se decidirá no comprar y sustituir dicho producto”, remarcó, y agregó: “Después de los anuncios del Gobierno, consideramos que las empresas deben esperar a que se estabilicen las variables económicas para definir su posicionamiento de precios. Confiamos en que tendrán cautela”.

Al respecto, aclaró que si bien “no hay una acción conjunta de la cámara para la negociación” y que “cada empresa se maneja de forma independiente de acuerdo a su estrategia comercial”, los miembros de la entidad coinciden en que “es necesario esperar a implementar cualquier aumento hasta tener una mejor comprensión del contexto”, ya que podría afectar negativamente al consumo, que enfrenta una recesión”.

“Los mercados han respondido positivamente, especialmente en lo que hace a la cotización del dólar”, destacaron, por su parte, la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), la Red Súper Argentinos y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA) en un comunicado conjunto.

Para los mayoristas, “tampoco hay fundamentos para remarcar”. Foto: EFE/Juan Ignacio Roncoroni

También la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam) apuntó sobre la baja de los dólares financieros: “La liberación del cepo representa la apertura positiva del mercado. Ya de por sí las empresas operaban con el dólar MEP o Contado con Liqui, que registraron una baja, lo que refuerza la idea de que no hay fundamentos para remarcar”.

Por fuera de los supermercados, la semana pasada llegaron a otros rubros aumentos de entre 5% y 10%. Según un análisis de la firma PxQ, se destacaron los relacionados a componentes electrónicos como computadoras, impresoras y monitores, con una suba de 6,3%, accesorios para computadoras (5,7%) y televisores (3%). Fuera de este segmento, resaltó también la categoría “comida fuera del hogar”, que registró 6,2%.

De acuerdo a la Cámara Argentina de Ferreterías, hubo un 10% de aumento y algunos proveedores están vendiendo con remitos abiertos, es decir, sin precios. Pedidos hechos con anterioridad anunciaron que si se abonan de contado, mantienen los importes anteriores al fin del cepo. Caso contrario, se les aplicará el incremento.

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