El pésimo estado de la Ruta Provincial N° 2 volvió a generar preocupación este viernes, tras el vuelco de una ambulancia del centro de salud de Mojón de Fierro que trasladaba a un niño de seis años junto a su padre. El siniestro, que ocurrió alrededor de las 6:30 de la mañana en inmediaciones al santuario del Gauchito Gil, no dejó heridos de gravedad, pero reavivó los reclamos por el abandono de una vía clave para la zona.
En el vehículo sanitario viajaban cuatro personas: el conductor, una enfermera, un hombre y su hijo, quien era el paciente. Todos fueron asistidos y trasladados al Hospital Distrital 8, donde se constató que sufrieron lesiones leves.
El hecho fue atendido por personal de la Subcomisaría de Mojón de Fierro, junto con efectivos de la Dirección de Policía Científica y la Unidad Regional Uno. Según informaron fuentes policiales, aún se investigan las causas del vuelco, aunque no se descarta que el mal estado del camino haya sido determinante.
Vecinos de la zona y trabajadores del sistema de salud denuncian desde hace años las condiciones intransitables de la Ruta Provincial N° 2, que conecta Mojón de Fierro con la ciudad capital. Baches profundos, tramos de asfalto totalmente destruidos, falta de banquinas y señalización precaria convierten a esta ruta en un riesgo permanente, incluso para vehículos de emergencia.
En este contexto, las críticas apuntan también al Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia, responsable de garantizar el funcionamiento del sistema sanitario, incluyendo los traslados de pacientes. La falta de mantenimiento vial y la desatención logística evidencian un abandono sistemático de las zonas rurales, donde los recursos escasean y los riesgos aumentan.
“Es una ruta que está rota desde hace años, cada traslado es una odisea. Hoy no pasó una tragedia de milagro”, señalaron fuentes vinculadas al centro de salud de Mojón de Fierro.
El accidente no dejó víctimas fatales, pero la situación vuelve a dejar al descubierto una realidad que se repite: rutas olvidadas, vehículos sanitarios circulando en condiciones peligrosas, y un Estado que no responde con la urgencia que la salud pública requiere.