Con una estrategia sostenida en el tiempo, la provincia se posiciona como un ejemplo de prevención y gestión sanitaria frente a una epidemia nacional.
En un escenario nacional marcado por el aumento sostenido de casos de dengue en varias provincias argentinas, Formosa se distingue como una excepción positiva. Mientras regiones como Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, San Luis y La Pampa reportan brotes, casos graves e incluso fallecimientos, la provincia gobernada por Gildo Insfrán mantiene una situación epidemiológica estable y con tendencia descendente en la curva de contagios.
Esta diferencia no es casual. Según explicó la doctora Claudia Rodríguez, directora de Epidemiología y Medicina Tropical de Formosa, los resultados actuales son el fruto de una política pública sanitaria coherente, planificada y sostenida en el tiempo. “Nuestra situación es totalmente diferente a otras jurisdicciones del país”, afirmó, y destacó que “aún en esta época del año, cuando históricamente se da el pico de casos positivos, se observa una curva estable”.
Rodríguez remarcó que la respuesta sanitaria se basa en una planificación estratégica e integrada, que implica el trabajo conjunto de brigadas sanitarias, municipios, fuerzas de seguridad, docentes y vecinos. Bajo la consigna impulsada por el gobernador Insfrán —“trabajar unidos, organizados y solidarios”— se despliega un abordaje territorial que va desde la fumigación casa por casa hasta la entrega gratuita de repelentes y larvicidas, pasando por campañas de descacharrado y educación preventiva en las escuelas.
“Las acciones se intensifican en los barrios con participación comunitaria. No es solo una tarea del Estado, sino de todos. Los vecinos tienen un rol protagónico porque el mosquito transmisor habita principalmente en las viviendas”, señaló la funcionaria, al tiempo que recordó: “Sin criaderos no hay mosquitos. Y sin mosquitos, no hay dengue, ni zika ni chikungunya. Continuemos para lograrlo”.
De acuerdo al último Boletín Epidemiológico Nacional, el 81% de los casos de dengue en Argentina se concentra en la región Centro, seguida por el NOA con el 14%. En contraste, Formosa no ha reportado ni fallecimientos ni cuadros graves en lo que va de la temporada, aunque sí hubo pacientes internados, todos con buena evolución.
Esta realidad sanitaria consolida a Formosa como un modelo de prevención en el país, resultado de una gestión que combina firmeza política, organización comunitaria y conciencia ciudadana. “Este es un logro colectivo, construido con compromiso y responsabilidad compartida”, concluyó Rodríguez.