La petrolera YPF implementó este miércoles un nuevo ajuste en el precio de los combustibles en todo el país. El incremento, que promedió entre un 0,2% y un 0,5%, afectó tanto a las naftas como al gasoil, y fue atribuido al reciente aumento en el precio de los biocombustibles —biodiésel y bioetanol— que se mezclan de forma obligatoria en las refinerías.
En Formosa, la medida fue calificada como “insignificante” por el contador Luis Bigatti, presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio de la provincia y titular de Bigatti Combustibles. “El aumento fue insignificante, ni siquiera pequeño. Casi al mismo tiempo, inexplicable, justamente por la magnitud irrelevante. La nafta pasó de 1478 a 1481, solo aumentó 3 pesos. O sea, un 0,2%”, detalló.
Respecto al origen del incremento, Bigatti fue contundente: “No, ni siquiera lo pedimos porque no es una cuestión que nos compete a nosotros. La verdad es que no tengo idea. Ese incremento fue de 6 pesos en el caso del gasoil, pero igualmente no llega ni al medio por ciento”.
Por otro lado, el empresario explicó que si bien el Gobierno ha postergado en reiteradas ocasiones la actualización del impuesto a los combustibles líquidos, sí se han producido ajustes graduales en los últimos meses. “El primero de marzo, por ejemplo, el impuesto a los combustibles líquidos pasó de 188 a 193 pesos, y el impuesto al dióxido de carbono, que aplica al gasoil, subió de 129 a 142 pesos. Fue pequeño, pero existió”, precisó. “El último aumento fue el primero de abril: el impuesto pasó de 193 a 197 en las naftas y de 142 a 145 en el gasoil. Así que este nuevo ajuste podría deberse precisamente a esas pequeñas actualizaciones de los impuestos internos”, añadió.
A pesar de su escaso impacto en los surtidores, el nuevo aumento reaviva el debate sobre la política de precios del combustible y las decisiones que inciden directamente en el bolsillo de los consumidores.