miércoles, 21 mayo, 2025
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Drogas sintéticas: una amenaza global para la salud pública

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El avance vertiginoso de las drogas sintéticas, su bajo costo y la creciente disponibilidad configuran una amenaza global. Francisco Dadic, Director de Toxicología de la Fundación Iberoamericana de Salud Pública (FISP), alerta sobre el impacto en la salud, la seguridad y la estructura social.

Mayo de 2025 –  El mundo atraviesa una crisis tan silenciosa como devastadora: el aumento sostenido del consumo de drogas sintéticas. Según Francisco Dadic, Director de la Fundación Iberoamericana de Salud Pública (FISP),  estas sustancias, que abarcan desde opioides sintéticos como el fentanilo hasta estimulantes, alucinógenos y nuevas sustancias psicoactivas (NSP) como las catinonas, están revolucionando el mercado ilegal y poniendo en jaque a los sistemas de salud pública a nivel global.

Una crisis global en números

Según datos recientes, en 2019 aproximadamente 27 millones de personas consumían estimulantes de tipo anfetamínico, lo que equivale a 1 de cada 200 personas en el mundo. Solo ese mismo año, 20 millones consumieron éxtasis. La producción de estas drogas también ha aumentado significativamente: más del 95% de los laboratorios descubiertos entre 2015 y 2019 dedicados a estimulantes de tipo anfetamínico fabricaban metanfetamina, una droga extremadamente potente y adictiva.

El mercado ilegal se ha visto modificado por una notable disminución de precios y una mayor disponibilidad, factores que han hecho que las drogas sintéticas sean más accesibles para la juventud, un grupo especialmente vulnerable. Esta accesibilidad, junto con el avance tecnológico, ha generado un aumento exponencial en la diversidad de sustancias: el número de nuevas sustancias psicoactivas conocidas se ha sextuplicado desde 2009 y, en 2020, se registraron 1.047 sustancias únicas. Además, cada año surgen más de 500 nuevas drogas sintéticas, desafiando la capacidad de regulación y respuesta de los gobiernos y sistemas de salud.

Un dato preocupante es la evolución en la concentración de sustancias activas. Por ejemplo, los comprimidos de éxtasis que se venden actualmente suelen contener más del doble de MDMA en comparación con 2011, pero mantienen precios similares, incrementando así el riesgo de sobredosis y efectos adversos.

Un desafío para los sistemas de salud y seguridad

Estas drogas sintéticas impactan no solo la salud individual, sino que también sobrecargan los servicios de emergencia y generan consecuencias sociales y económicas profundas. La clandestinidad y rápida evolución química (mediante modificaciones continuas) dificultan el diagnóstico y tratamiento, representando un desafío médico sin precedentes.

La globalización del mercado de las drogas sintéticas exige respuestas coordinadas internacionalmente. Se hace imprescindible fortalecer la educación pública, capacitar a los profesionales de la salud y urgencias toxicológicas, y desarrollar tecnologías para la detección rápida y efectiva de estas sustancias. Sin embargo, más allá de las respuestas técnicas, es fundamental abordar las causas estructurales del consumo problemático y construir una política integral y basada en evidencia científica.

El aumento de las drogas sintéticas representa uno de los mayores retos contemporáneos en salud pública. Frente a esta crisis, la comunidad global debe actuar con urgencia para proteger la salud y el bienestar de millones de personas.

¿Qué podemos hacer como comunidad?

  • Informarse y compartir información: Difundir los riesgos reales del consumo, especialmente entre los jóvenes.
  • Capacitar a los profesionales: Formar a médicos, personal de emergencias y fuerzas de seguridad para actuar ante sobredosis.
  • Apoyar políticas públicas eficaces: Promover leyes y programas de prevención y tratamiento basados en evidencia.
  • Fomentar la cooperación internacional: Controlar la producción y el tráfico de forma coordinada.
  • Ofrecer tratamiento y acompañamiento: Brindar recursos a quienes enfrentan problemas de consumo y a sus familias.

Las drogas sintéticas representan uno de los desafíos más urgentes y complejos para la salud pública global. Ante una amenaza que avanza en silencio, el llamado es claro: actuar ahora, con decisión, cooperación y una mirada integral.


Sobre FISP

La Fundación Iberoamericana de Salud Pública (FISP) es una Organización no Gubernamental sin fines de lucro dedicada a la formación, investigación y divulgación en el campo de la salud. Ofrece capacitaciones 100% online para profesionales de la salud, con una doble titulación otorgada por la Fundación y la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Con un equipo docente compuesto por expertos destacados, FISP ha formado miles de alumnos en diversas áreas de la salud, promoviendo el acceso a una formación de calidad y actualizada.

Además de su labor académica, FISP es un multimedio que produce contenido audiovisual en redes sociales, abordando temas de salud, bienestar y actualidad. A través de sus programas y entrevistas, la Fundación busca concientizar y educar a la sociedad sobre la importancia de la salud pública, brindando información clara y accesible para todos.

Sobre el Dr. Francisco Dadic

Director de Toxicología de la Fundación Iberoamericana de Salud Pública (FISP). Médico y profesor UBA, especialista en Medicina Interna y Toxicología. Diplomado en Adm de Servicios de Salud. Conferencista, escritor y divulgador científico.

Redes sociales:
LinkedIn: Francisco Dadic
Instagram: toxicologiahoy

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