Los perros, compañeros incondicionales, han trascendido el rol de simples mascotas para convertirse en miembros esenciales de la familia. En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, superan en número a los niños menores de 10 años, y para el 75% de los argentinos, su mascota “es como un hijo”. Esta cercanía genera interrogantes sobre sus comportamientos y uno de los más comunes es: ¿por qué mi perro duerme en mi almohada?
Según los especialistas, que un perro duerma en la almohada de su dueño es una clara señal de que se siente seguro y protegido. Este objeto se asocia directamente con la presencia del amo, convirtiéndose en un refugio donde puede descansar sin temores. Es un acto de confianza absoluta, donde la almohada simboliza el fuerte vínculo y la seguridad que siente hacia su humano.
Existen múltiples razones por las cuales un perro prefiere dormir cerca de su amo:
Dormir con perros, lejos de ser perjudicial, puede aportar beneficios tanto para el animal como para el humano. Un estudio de Mayo Clinic, realizado en el Centro de Medicina del Sueño en Arizona, reveló que de 74 personas que vivían con mascotas y las dejaban dormir con ellos, el 41% sentía que su sueño mejoraba gracias a la compañía del animal, quien les brindaba calor, bienestar y relajación. Además, la presencia del perro en la cama aliviaba la soledad al dormir.
Otra investigación, llevada a cabo en Japón, demostró que el contacto visual y físico con los perros libera oxitocina, reduce el estrés y genera sensaciones de felicidad en los seres humanos.