El deterioro de las instituciones de la Democracia está llegando a su punto más crítico. Al atentado cotidiano contra los derechos de los argentinos y argentinas por parte del Gobierno nacional se suma la posible inminente condena judicial contra Cristina. Con esta injusta e inédita maniobra la Corte Suprema podría satisfacer el anhelo del poder económico de proscribir políticamente a la principal representante del Pueblo Argentino. Es su venganza y su prevención: saben que fue ella quien junto a Néstor profundizó el modelo popular del peronismo y quien enfrentó a los poderes más oscuros y privilegiados. Y saben también que es la única que puede ganarles y devolverle al Pueblo sus derechos. Por eso la quieren presa o muerta, pero fuera de la participación política.
No hay dudas de que esta situación tiene correlato con el anuncio de su candidatura en la Provincia de Buenos Aires para enfrentar en las urnas a los grupos económicos para los que trabajan Milei y Macri. Saben que su participación es un obstáculo para la ambición desmedida y cruel de la derecha. Saben que, donde esté y como sea, Cristina es y será la líder popular más importante del presente y el futuro.
Intentaron todo para destruirla, hasta matarla. Le inventaron causas judiciales; la bombardearon con noticias falsas y estigmatizaciones como pocas veces se vio en la historia; llenaron el Poder Judicial de fiscales y jueces cuya complicidad con los poderes concentrados está probada; le organizaron campañas, movilizaciones, escraches. Llegaron al punto de financiar y organizar a marginales que le terminaron gatillando un revólver en la cabeza.
La organización y la unidad del campo popular, con Cristina a la cabeza, son los únicos caminos para poder resistir este avance de la derecha y darle al Pueblo una esperanza concreta de recuperar sus derechos y construir la Argentina que deseamos y merecemos.
Comunicado de la Mesa Nacional de Nuevo Encuentro