La comunidad católica formoseña celebró con devoción y alegría el día de San Antonio de Padua, uno de los santos más populares del calendario litúrgico.
La jornada comenzó en la noche del jueves con la tradicional serenata en honor al santo, que convocó a una gran cantidad de fieles y vecinos de distintos puntos de la ciudad de Formosa. Con cantos, oraciones y muestras de fe, se vivió un momento cargado de emoción que dio inicio a las actividades centrales del día.
Durante el viernes, se realizaron diversas celebraciones eucarísticas en honor a San Antonio, todas con una importante concurrencia. Las misas fueron acompañadas por expresiones culturales, cánticos y una fuerte participación de la feligresía, que mantiene viva una devoción histórica en la ciudad.
Como es habitual, se instaló una feria en los alrededores del templo donde emprendedores y vecinos ofrecieron alimentos, productos artesanales y otros artículos, generando también un espacio de encuentro comunitario y colaboración.
La celebración reafirma cada año el profundo arraigo de San Antonio de Padua en la cultura religiosa de Formosa y la vitalidad de las expresiones populares que lo acompañan.