La empresa de transporte urbano Fermoza volvió a ser blanco de actos vandálicos, esta vez en la cabecera del barrio 20 de Julio. Sin embargo, desde la firma advierten que no se trata de un hecho aislado: los ataques a las unidades y a las instalaciones se repiten con frecuencia y generan preocupación tanto por el costo que implican como por el sinsentido de las agresiones.
“Otra vez nos toca sufrir daños. Si no son los vidrios de los colectivos, ahora fue la casilla de control en la cabecera”, explicó el gerente de la empresa, Guillermo Santos, quien lamentó que estos hechos se hayan vuelto parte del paisaje cotidiano. En esta última ocasión, personas desconocidas rompieron vidrios e intentaron forzar una garita sin lograr ingresar. “Se llevaron muy pocas cosas porque no alcanzaron a entrar, pero sí rompieron los vidrios de la casilla y la ventanita de aluminio”, detalló.
Más allá del valor material de lo dañado, Santos hizo hincapié en el carácter irracional y recurrente de este tipo de hechos, que no parecen responder a fines delictivos tradicionales. “En la mayoría de los casos ni siquiera hay un robo. Son actos vandálicos, sin explicación. No le encontramos el sentido”, expresó.
“El colectivo es de todos”
Desde Fermoza insisten en que estos ataques terminan perjudicando a toda la comunidad. “El colectivo es un servicio que usamos todos los días. Hubo 120 días sin transporte, chicos que dejaron de ir a la escuela porque no tenían cómo llegar. Y hoy, lamentablemente, hay quienes no valoran lo que tenemos”, expresó el gerente.
En muchos casos, los daños son cometidos por menores o personas bajo el efecto de alcohol o drogas. Sin embargo, el resultado siempre es el mismo: equipamiento destruido, asientos rotos, vidrios dañados, y un gasto constante para reparar lo que otros rompen. “Estamos cambiando entre 20 y 25 tapizados por semana. Los cortan con trincheta, los rayan con corrector. Es increíble lo que hacen, y se acumula todos los días”, señaló.
Acompañamiento y
balance del primer año
Pese al escenario adverso, Santos destacó el rápido accionar de la Policía en algunos puntos críticos, como en el barrio Namqom, donde agentes acompañan al personal de la empresa para garantizar su seguridad durante el servicio. También reconoció el apoyo del intendente Jorge Jofré, que ha respaldado la gestión desde sus inicios.
A un año del relanzamiento del servicio en la ciudad, Fermoza realiza un balance positivo. “Estamos trabajando con mucho compromiso. Manejo esto como si fuera mi propia empresa, y todo lo que antes derivábamos a terceros hoy lo hacemos nosotros: tenemos taller propio, gomería, y más de 180 personas trabajando”, explicó.
Finalmente, Santos llamó a la reflexión y a la conciencia colectiva: “Estos ataques no solo dañan a la empresa. Son una pérdida para todos. Se afecta un servicio esencial, que es de la comunidad. Necesitamos que la gente entienda eso y cuidemos entre todos lo que es de todos”.