Especialistas en cibercrimen brindaron una capacitación intensiva a magistrados y funcionarios del Poder Judicial de Formosa, con el objetivo de fortalecer la capacidad de respuesta ante delitos cometidos a través de internet, en particular el acoso y la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en redes sociales.
La jornada de formación se desarrolló en la Escuela Judicial de la provincia y estuvo a cargo de la doctora Natalia Molina, coordinadora del programa federal del Observatorio de Cibercrimen y Evidencia Digital de la Universidad Austral, y la doctora Mariana Chávez. El proyecto forma parte de una iniciativa nacional impulsada por el Observatorio junto con la plataforma TikTok, que no solo apunta a capacitar al sistema judicial, sino también a generar conciencia en escuelas sobre el uso responsable de las redes.
Durante su estadía en la ciudad capital, las especialistas también visitaron establecimientos educativos, donde ofrecieron charlas de sensibilización destinadas a estudiantes, padres y docentes.
Una amenaza global con
impacto local
En su presentación ante un auditorio compuesto por jueces, fiscales y otros operadores judiciales, la doctora Molina destacó que el cibercrimen es un fenómeno de escala global que requiere un abordaje integral, enérgico y colaborativo. Advirtió que los delitos digitales –como el tráfico de material de abuso sexual infantil– no reconocen fronteras: “Podemos tener un IP de origen en Formosa, pero las víctimas estar dispersas en todo el país o incluso en otros continentes”, afirmó.
Por eso, subrayó la necesidad de que jueces y fiscales trabajen en conjunto, apoyados por equipos especializados y en coordinación con organismos internacionales. “La Convención de Budapest, por ejemplo, ya prevé equipos conjuntos de investigación transnacionales para afrontar este tipo de casos”, explicó.
Molina también puso énfasis en el respeto a los derechos de las víctimas y en el cumplimiento estricto del debido proceso. “No se puede investigar en el ciberespacio sin tener en cuenta a los asesores tutelares ni sin preservar correctamente la evidencia digital”, dijo, y advirtió que muchos principios tradicionales del derecho están en crisis frente a estos delitos, por lo cual es imprescindible adaptar nuevas normativas y prácticas.
Redes sociales: del
entretenimiento al delito
Durante la apertura de la jornada, el ministro del Superior Tribunal de Justicia, Ariel Gustavo Coll, destacó la importancia de la iniciativa frente a una realidad cada vez más compleja. “Las redes sociales irrumpieron como algo lúdico, pero hoy son el escenario de delitos muy graves, como el acoso sexual a menores”, expresó.
Coll citó al semiólogo italiano Humberto Eco para describir el fenómeno de desinformación y exposición que generan las redes: “Al principio eran lugares de expresión inofensiva, pero hoy, además de idiotas, se han colado los perversos”. En ese sentido, advirtió sobre la necesidad urgente de capacitar al Poder Judicial en herramientas tecnológicas y jurídicas para enfrentar con eficacia los delitos en entornos digitales.
Capacitación con
enfoque de protección
Uno de los aspectos más valorados de la capacitación fue su enfoque centrado en la protección integral de niños, niñas y adolescentes, quienes son las principales víctimas de estos delitos. Según datos compartidos por Molina, en Argentina se registran entre 300 y 400 casos diarios de tráfico de material de abuso sexual infantil.
“Estamos frente a un fenómeno de crimen organizado que exige un tratamiento especializado y urgente”, remarcó, y agregó que la formación busca generar un cambio cultural en el abordaje judicial de estas causas, desde la investigación hasta el juicio oral.
Un compromiso con el
presente y el futuro
El programa del Observatorio de Cibercrimen y TikTok continuará su recorrido por otras provincias del país, combinando actividades en escuelas y capacitaciones para el sistema judicial. En Formosa, la jornada dejó una fuerte impresión entre los participantes y marcó un nuevo punto de partida para el desarrollo de políticas judiciales que puedan dar respuesta a una de las amenazas más complejas del siglo XXI.
“Las redes sociales ya no son un juego, son una realidad que interpela directamente a la Justicia, y por eso debemos estar preparados para actuar con rapidez, sensibilidad y eficacia”, concluyó el ministro Coll.