jueves, 17 julio, 2025
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Adiós a los rebotes en los penales? La revolución que planea la IFAB para el Mundial 2026

Hay jugadas que, por su carga emocional, se convierten en postales imborrables del fútbol. El penal fallado por Kasper Schmeichel ante Inglaterra en la Euro 2020, con Harry Kane aprovechando el rebote para enviar a su país a la final, es una. El gol de Xabi Alonso en la remontada épica del Liverpool ante Milan en 2005, tras un rebote de penal atajado por Dida, es otra. Y mucho más acá en el tiempo, el tanto de Montiel, para Independiente, ante Nacional Potosí, en la actual Copa Sudamericana. Postales que, si prospera una de las reformas más audaces de los últimos tiempos, podrían quedar archivadas en un museo de acciones fuera de reglamento.

La International Football Association Board (IFAB), el organismo que desde 1886 regula las reglas del fútbol a escala global, estudia implementar un cambio que alteraría más de un siglo de historia. Según reveló el diario británico The Sun —y fue replicado por Daily Mail, Marca y otros medios europeos—, una de las propuestas más debatidas de cara al Mundial 2026 consiste en eliminar los rebotes en los penales. Es decir, que si el ejecutante falla, la jugada se anule inmediatamente con un saque de arco, sin posibilidad de que él o algún compañero aproveche el rebote.

La idea no es nueva. Ya fue discutida —y rechazada— en 2019. Sin embargo, en un contexto de revisión profunda del reglamento y con un Mundial atípico por delante (el primero con 48 selecciones), algunos jerarcas del fútbol internacional consideran que llegó el momento de aplicarla. “Hay un impulso creciente a favor de una reescritura radical de las reglas”, dice el artículo de The Sun, y todo indica que esta podría ser una de las modificaciones estrella que se presenten antes de la fecha límite de febrero de 2026.

El argumento central de los promotores es que el penal ya representa una ventaja excesiva para el equipo atacante, muy superior al perjuicio original que generó la infracción. “Dar al atacante una segunda oportunidad a partir del rebote es una ventaja adicional injusta, sobre todo porque los arqueros deben tener un pie en la línea en el momento del disparo”, explicó el periodista Martin Lipton en su artículo para The Sun.

Pierluigi Collina, el mítico árbitro italiano y actual presidente del Comité de Árbitros de la FIFA, ya había dejado clara su postura a comienzos de 2025: “Creo que hay una diferencia excesiva entre las ocasiones que tiene el delantero y las que tiene el arquero. Ya se marca un 75% de los penales. ¿El arquero tiene derecho a una segunda atajada en el rebote? En mi opinión, no”.

El impacto sería profundo. Cambiaría la naturaleza de los penales durante el tiempo reglamentario, pero no se sabe si afectaría otras jugadas similares, como los penales por infracción del arquero en un mano a mano o situaciones similares.

Lo que está claro es que convertir al penal en un “golpe único”, al estilo de lo que sucede en el hockey sobre césped, también permitiría zanjar de una vez por todas el debate sobre la invasión de área. Si la jugada termina al instante tras el disparo, cualquier movimiento previo o posterior se vuelve irrelevante.

No es casual que este impulso reformista haya cobrado fuerza justo después de una de las polémicas más resonantes de los últimos meses. En la serie de octavos de final de la Champions League entre Real Madrid y Manchester City, Julián Álvarez vio anulado su penal por un presunto doble toque accidental. El VAR detectó que el delantero argentino impactó la pelota con ambos pies al momento del remate. Hasta entonces, la regla contemplaba esa acción como inválida. Ahora, la IFAB decidió modificar esa interpretación: si el penal termina en gol tras un doble contacto involuntario, se repetirá. Si no entra, se concederá tiro libre al rival, o se contará como fallado si ocurre en una tanda.

Este tipo de episodios no hace más que confirmar que el fútbol está en plena revisión de su jurisprudencia. Y que el VAR, lejos de ser un simple ayudante, es ahora el faro que guía las decisiones técnicas y tácticas del reglamento.

La eliminación de los rebotes no es la única propuesta sobre la mesa. La IFAB también evalúa ampliar el alcance del VAR a situaciones que hasta ahora estaban fuera de su radar. Dos de las más resonantes: permitir que los árbitros de video intervengan en segundas tarjetas amarillas y en decisiones de córner cuando haya errores manifiestos.

Durante la reunión anual celebrada a fines de 2023 en Heathrow, ya se había abierto la puerta a esas posibilidades. Sin embargo, el miedo a retrasos excesivos en el juego había frenado su implementación. Ahora, con el Mundial de Clubes como caso testigo, las autoridades consideran que hay margen para avanzar.

La clave, según dejaron trascender desde la propia IFAB, es que “solo se revisarán decisiones que puedan corregirse en cuestión de segundos”. Cualquier intervención más larga podría ser descartada por riesgo de paralizar el ritmo del juego.

El VAR tendría injerencia en más decisiones del juegoJose Breton – AP

Mientras tanto, otras modificaciones ya comenzaron a implementarse. Desde el 1 de junio, por ejemplo, rige la nueva “regla de los ocho segundos” para los arqueros. El límite establece que un guardameta no puede retener el balón en sus manos por más de ese tiempo tras una atajada. En caso de que lo haga, el árbitro podrá sancionar con un saque de esquina para el rival. El primer caso oficial se dio el 18 de junio en Orlando, durante el duelo entre Ulsan HD y Mamelodi Sundowns por el Mundial de Clubes. El sudafricano Ronwen Williams quiso hacer tiempo… y terminó pagando con una pelota parada en contra.

La cuenta regresiva es visual: el árbitro levanta los cinco dedos de la mano, y allí comienza la cuenta. Un gesto que puede parecer menor, pero que sigue la lógica de “agilizar el juego”, mantra repetido en todos los despachos de Zurich y Londres.

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