Una excelente noticia ha conmovido a la comunidad ambientalista y a la provincia de Formosa: el registro de un nuevo ejemplar de yaguareté en el Parque Nacional Río Pilcomayo. Este hallazgo, ampliamente difundido, renueva las esperanzas en la lucha por la conservación de esta especie en peligro crítico de extinción.
En una entrevista exclusiva con el programa radial «Expres en Radio» de FM VLU 88.5, el Lic. Franco Del Rosso, Coordinador de la Licenciatura en Ciencias Ambientales de la Universidad de Laguna Blanca, compartió detalles y reflexiones sobre este importante evento.
«Siempre que se tiene un registro nuevo de una especie tan emblemática como el yaguareté, que además se encuentra en peligro crítico de extinción, siempre es una noticia muy bien recibida y que nos alegra mucho», expresó Del Rosso. «No solo habla de la supervivencia de ese individuo, sino que habla de la situación de conservación de un área natural. Si existen todavía ejemplares de yaguaretés, quiere decir que el ambiente está apto para que puedan sobrevivir».
El Avance de la Tecnología y el Trabajo Integral
El Lic. Del Rosso destacó que el incremento de registros de yaguaretés en el último tiempo se debe, en gran parte, al uso de cámaras trampa, una tecnología que ha permitido monitorear la vida silvestre de manera más efectiva. «Hace poco se vio uno cerca de San Isidro del Campo, ahora también en el Parque Nacional Río Pilcomayo», mencionó, señalando la rica biodiversidad de estas zonas. La presencia de grandes felinos como el yaguareté en estos lugares está determinada no solo por la tranquilidad de la zona, sino también por la abundancia de presas.
El trabajo de conservación no se limita a la tecnología. Del Rosso enfatizó la importancia de una metodología de trabajo integral que involucra a distintos organismos. Este enfoque busca crear un ambiente propicio para la reproducción de la especie y, al mismo tiempo, realizar una fuerte concientización ciudadana para prevenir la caza furtiva y otras amenazas.
«El hecho de hacer un trabajo de concientización hacia el pueblo, hacia la gente, hacia los comprovincianos para evitar las casas furtivas, para evitar las distintas situaciones… hubo que hacer un trabajo muy integral», afirmó. La participación de la comunidad, incluso en la asignación de nombres a los ejemplares, genera un sentido de pertenencia y «va creando escuela para las siguientes generaciones».
Desterrando Mitos y Abrazando la Coexistencia
Uno de los puntos clave abordados por el Lic. Del Rosso fue la necesidad de desterrar ciertos mitos en torno al yaguareté. «El yaguareté no es un animal peligroso», sentenció. Aunque ocasionalmente puede generar conflictos con el ganado, estos no son significativos en comparación con otras causas de mortalidad. «Hay que desterrar el mito de que el yaguareté es una especie problemática, que es peligrosa, para nada», insistió.
El verdadero desafío, según Del Rosso, es aprender a coexistir con el yaguareté en el mismo ambiente, integrando al hombre, la producción y la vida silvestre. En este sentido, la educación y concientización, especialmente con los más jóvenes, son fundamentales para construir un futuro de respeto y equilibrio.
El Licenciado también hizo hincapié en que el mayor peligro para la supervivencia del yaguareté no es la caza furtiva, como muchos creen, sino la fragmentación del hábitat. «Cuando su hábitat empieza a romperse y a quedar en parches, ese aislamiento que sufre la especie es su peor problema», explicó. De ahí la importancia de mantener los corredores biológicos en condiciones óptimas. «Creo que se llega con un poco del trabajo de todos», afirmó, reconociendo el aporte de concientizadores, investigadores, fuerzas de seguridad, vigilantes y la prensa.
Un Futuro Prometedor para el Yaguareté en Formosa
Este nuevo registro refuerza el trabajo de conservación y es una señal de que las estrategias implementadas están dando frutos. «Es gratificante que los ejemplares muchas veces se han registrado dentro de los corredores que la provincia ya definió como parte de su ordenamiento territorial», señaló Del Rosso. Esto valida la correcta definición de estas áreas.
El desafío a futuro es mantener estos corredores en condiciones para que el yaguareté siga siendo parte del ambiente y la cultura de Formosa. «No es solo una cuestión ambiental, esta también es una cuestión cultural, el yaguareté es un símbolo de la región», concluyó.
La noticia de un nuevo yaguareté en el Parque Nacional Río Pilcomayo es, sin duda, un motivo de celebración y un impulso para seguir trabajando en la protección de esta majestuosa especie y de los ecosistemas formoseños.