sábado, 19 julio, 2025
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Buscan contener la inflación a expensas de la desocupación y el deterioro del salario real

Julio Svartz, Director de Estadísticas y Censo de Formosa, compartió un análisis profundo sobre la compleja situación económica de Argentina en una entrevista para “Expres en Radio” de FM VLU 88.5. La entrevista se centró en el reciente Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC y el impacto de las políticas económicas en la pobreza e indigencia del país.

Inflación nacional:
un promedio con
impactos dispares

Svartz explicó que el último informe del INDEC reveló un IPC del 1,6% a nivel nacional. Sin embargo, detalló que este promedio oculta aumentos significativos en rubros específicos. Por ejemplo, el sector de Educación experimentó un alza del 3,7% debido al incremento de las cuotas en colegios y universidades privadas. De manera similar, Vivienda, hogar y combustibles subió un 3,4%, impulsado por los alquileres, expensas y el alza en los precios de los combustibles.
El rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas, que incluye productos básicos de supermercados y almacenes, mostró un aumento más moderado del 0,6%. No obstante, dentro de esta categoría, la harina subió un 3,9%, el pan de mesa un 3,4% y la carne y sus derivados un 2%. En contraste, algunos productos estacionales, como ciertas verduras y frutas, vieron una disminución en sus precios, destacando la lechuga con una baja del 28% respecto al mes anterior.
Svartz también señaló que la inflación acumulada en el primer semestre alcanzó el 15%, y la variación interanual (junio de 2023 a junio de 2024) fue del 39,4%. Subrayó que, a pesar de los discursos, “Argentina es cara” tanto para sus habitantes como para los extranjeros. Esta situación se agrava con la entrada de productos importados, una política del Gobierno Nacional que busca fomentar la competencia y bajar los precios. No obstante, esto ha tenido un efecto perjudicial en la industria nacional, llevando al cierre de empresas alimenticias y despidos masivos, lo que a su vez ha impulsado al alza la tasa de desocupación.

La realidad del NEA y
desafíos en la medición del IPC

En lo que respecta a la región NEA, Svartz informó que la inflación fue del 1,1%. Los rubros con mayores aumentos en esta zona fueron Restaurantes y hoteles (3,7%) y Vivienda y hogar (3%). Sorprendentemente, el rubro de alimentos tuvo una variación mínima del 0,02%, y en algunos productos esenciales como la harina y el pan, no se registraron variaciones, a diferencia de otras regiones del país.
Un punto crítico abordado por Svartz fue la desactualización de las canastas utilizadas para calcular el IPC, que datan de 2004-2005. Esta obsolescencia implica que servicios de consumo masivo actuales, como los de streaming, no están incluidos en el cálculo, lo que distorsiona la verdadera imagen del consumo de los hogares argentinos.
El ingreso de productos importados, aunque pretende generar competencia, no ha logrado impulsar el consumo. De hecho, Svartz alertó que el consumo está en caída libre, evidenciado por la disminución en el consumo de carne (por debajo de los 46 kg anuales por persona, una cifra no vista en más de 30 años) y leche. Este escenario, sumado al contrabando de productos que eluden impuestos, afecta aún más la recaudación y la viabilidad de la industria nacional.

Salario real y
perspectivas a futuro

Svartz se mostró crítico con las políticas económicas actuales, argumentando que, si bien buscan contener la inflación, lo hacen a expensas de la desocupación y el deterioro del salario real. Recordó la drástica devaluación del 118% del peso y la inflación del 25% en diciembre de 2023, que “destrozaron el salario real”. Afirmó que los salarios reales tanto en el sector público como en el privado continúan rezagados entre un 20% y un 30% con respecto al proceso inflacionario.
Mencionó que la imposición de un tope del 1% a las paritarias, muy por debajo de la inflación mensual, perpetúa la pérdida de poder adquisitivo. Para julio, anticipa un panorama aún más complejo, con el reciente aumento del 5% en los combustibles y una nueva devaluación que llevó el dólar oficial a $100 y el dólar blue a superar los $3400, lo que seguramente se traducirá en nuevos incrementos de precios.
Finalmente, Svartz explicó que las políticas económicas ortodoxas buscan enfriar la economía y generar un proceso recesivo para reducir la demanda y, en teoría, los precios. Sin embargo, enfatizó que, para lograr un crecimiento económico sostenible, es indispensable mejorar el consumo interno. También criticó la falta de inversión del gobierno en infraestructura clave, como el gasoducto, necesaria para generar los dólares que el país tanto necesita. Concluyó que, aunque el objetivo gubernamental es llegar a octubre con cifras controladas por razones electorales, la situación actual es “alarmante”, ya que el proceso inflacionario parece estar “despertándose” nuevamente.

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