El programa radial «Expres en Radio» (FM VLU 88.5, de lunes a viernes de 9 a 12 hs) del Grupo de Medios TVO, entrevistó a Isaac Rudnik, director del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI).
La entrevista giró en torno al reciente informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) difundido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y su impacto en la vida de los argentinos, generando un contrapunto entre los datos oficiales y la percepción cotidiana de los consumidores.
Desaceleración inflacionaria versus poder adquisitivo
Rudnik señaló que si bien en los últimos meses se observa una desaceleración en la dinámica inflacionaria, con aumentos por debajo del 2% en los últimos dos meses, la realidad que experimentan las familias dista de esa cifra. «La realidad es una sola, y es la que uno siente cada vez que va al kiosco, cada vez que llega hasta un negocio de cercanía y ve el impacto de los precios más allá del índice que salga después mes a mes en el INDEC», afirmó.
El director del ISEPCI remarcó que, si bien los precios de los productos de consumo masivo siguen aumentando, lo hacen en menor medida que en la primera parte del año pasado, cuando se registraron incrementos superiores al 10-12% e incluso un 25% al inicio del actual gobierno. Sin embargo, persisten dudas sobre la representatividad de la medición oficial.
La canasta del INDEC: ¿desactualizada?
Una de las principales críticas de Rudnik al INDEC se centra en la canasta de consumo utilizada para calcular el IPC y las canastas básicas. Según el ISEPCI, esta canasta está desactualizada, ya que fue conformada a principios de siglo (alrededor de 2005).
El especialista argumenta que elementos como las comunicaciones (internet y telefonía móvil) tienen hoy una incidencia mucho mayor en el consumo y el presupuesto familiar de la que tenían hace dos décadas, y son precisamente estos servicios los que más han aumentado en el último tiempo.
«Lo que sucede es que en parte la canasta de consumo con la que se conforman estos índices del INDEC no están reflejando la totalidad y la profundidad del consumo actual de las familias», explicó Rudnik. Esto genera dudas sobre si los valores publicados por el INDEC realmente reflejan el gasto cotidiano de los hogares. «Es generalizada la manifestación cuando uno pregunta en la calle o en el barrio… que el anuncio del INDEC de que la inflación de junio fue del 1,4% en líneas generales se dice que no es eso lo que está reflejando en su propio presupuesto», sostuvo.
El costo de los alimentos: diferencias marcadas en el conurbano
Al analizar la variación mensual de los alimentos en los barrios del Gran Buenos Aires, Rudnik destacó diferencias significativas. Los productos que más han aumentado en los últimos meses son las carnes y los lácteos (leche, yogur, manteca, quesos), a pesar de una caída en el consumo.
En el último mes, también se observó un incremento sustancial en la harina y sus derivados del trigo.
Esta tendencia muestra una «continuidad de las subas en productos que son de consumo infantil en la dieta familiar», lo que impacta directamente en el bienestar de los hogares.
Degradación de la calidad alimentaria y cambio de hábitos
También abordó la degradación en la calidad de la alimentación de los argentinos. Rudnik confirmó que el consumo de productos que aportan nutrientes esenciales, como carnes, frutas y verduras, ha disminuido.
La Federación Argentina de Empresas de Comercio (CAME) reportó en su última publicación una caída del 10% en las ventas de junio a mayo, y dentro de eso, una reducción de cuatro puntos en las ventas de productos alimenticios.
Esta situación es consecuencia de un ajuste en el presupuesto familiar. Ante gastos ineludibles que han aumentado, como el transporte, las familias se ven obligadas a recortar en otros rubros, y la alimentación es uno de ellos. El ajuste se da, principalmente, en la elección de los productos.
Los argentinos están «corriendo de salir de los productos que son más caros… y corriendo a mayor consumo de productos con harina y grasa que tienen lo mejor de este aporte, por lo menos en el hambre», lo que implica un deterioro en la calidad nutricional de la dieta.
La entrevista con Isaac Rudnik concluyó con un agradecimiento por parte del equipo de «Expres en Radio», destacando la importancia de la perspectiva del ISEPCI para comprender la compleja realidad económica que viven los argentinos.