lunes, 21 julio, 2025
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En política no todo vale, hoy la pelea no es entre peronistas o radicales

Este fin de semana, visitó el piso de Expres en Radio Juan Ramón Lezcano, quien es mucho más que un referente de Nuevo Encuentro en Formosa. Es maestro, profesor en Ciencias de la Educación, militante peronista de toda la vida y un apasionado por la política como herramienta de transformación. Nacido y criado en el barrio Lote Cuatro –hoy conocido como Bernardino Rivadavia–, recuerda con nitidez los días de su infancia: “Vendíamos empanadas, verduras, querosén con mi hermano. En esa época no había cocina a gas en los hogares. Crecimos con mucho esfuerzo, pero con dignidad”.
Lezcano no reniega de sus raíces, al contrario: las lleva consigo todos los días. Aunque ya no vive en su barrio natal, asegura que no hay jornada en la que no vuelva a recorrer sus calles. “Ahí están mis afectos, mi historia, mi identidad”.

La política como
vocación temprana

Su primer contacto con la política fue en plena adolescencia. “Tenía 14 años, fue en la campaña de Floro Bogado. Hacíamos las famosas pegatinas, con engrudo, tambores y mucha pasión. Militábamos con convicción. Nuestra disputa era con el radicalismo, y hasta nos peleábamos por una pared para afiches”, recuerda entre risas.
Desde entonces, su militancia peronista nunca se interrumpió. Pero con el tiempo, y en medio de tensiones internas, se alejó momentáneamente del Partido Justicialista. “Me aparté por diferencias con algunas prácticas que no compartía. No dejé de militar, seguí hablando, escribiendo, compartiendo ideas. Fue en una clase de sociología, dando un artículo sin firma a mis alumnos, que surgió la idea: ellos me dijeron que yo debía organizar una nueva herramienta política. Me emocionó”.
Así nació el embrión de Nuevo Encuentro en Formosa, aunque en sus inicios se llamaba “Movimiento hacia la Democracia”. Lezcano lideró esa construcción, pensada por etapas: primero el boca a boca, luego la etapa mediática. “Fuimos críticos, muy duros con el gobierno provincial. El propio Gildo Insfrán me lo recuerda. Me decía: ‘Vos me trataste mal’. Y es verdad”.

De la confrontación
al entendimiento

Pasaron los años, y la experiencia fue moldeando la mirada del dirigente. Una reunión clave en Buenos Aires marcó un antes y un después. “Un referente nacional me hizo ver mis contradicciones. Me preguntó: ‘¿Quién es el referente del campo nacional y popular en Formosa?’ Y la respuesta era Insfrán. Me dijo: ‘¿Y vos, entonces, a quién estás ayudando con tus críticas?’. Fue fuerte, pero necesario”.
Ese punto de inflexión lo llevó a pedir una audiencia con el gobernador. “Quería ser honesto, pedir disculpas, y lo hice. Nosotros queríamos hacer lo que él hizo desde 1995. Pero claro, yo tengo 55 años y esa etapa ya pasó. Reconocí que era mejor construir juntos”.
Hoy, Lezcano trabaja con el gobernador Insfrán y su equipo, y valora ese vínculo. “La política es de idas y vueltas. Lo importante es ser coherente y tener objetivos claros”.

El desafío de
construir desde abajo

Lezcano también recordó el momento en que casi logra ser candidato a diputado provincial. “Francisco Nazar me había ofrecido el tercer lugar, pero después me bajaron al número once. Me dolió mucho, salí llorando del búnker. La política tiene eso: sueños que se caen y otros que nacen”.
A pesar de los obstáculos, su convicción no se quebró. “Seguimos construyendo, convencidos de que la política es una herramienta hermosa. Dinámica. Poderosa”.

Análisis del escenario
político actual

Consultado sobre la situación de la política en Formosa, Lezcano no duda en destacar el compromiso ciudadano. “En las últimas elecciones llovió intensamente y la gente igual fue a votar. Eso demuestra un pueblo que no se deja vencer”, dijo.
Respecto a la oposición, considera que hay una etapa de reorganización. “El radicalismo perdió figuras importantes, pero creo que, si se alejan del show mediático, pueden reconstruirse. La diputada Villaggi, por ejemplo, tiene potencial. También Naidenoff o Buryaile, a quienes respeto, aunque no comparta su línea”.
Sin embargo, advierte sobre prácticas que dañan el sistema democrático porque “hay sectores que solo se dedican a denunciar, agredir, generar caos. Eso no construye. Hay que ser responsables con la palabra”.

La política nacional
y el fenómeno Milei

Lezcano tiene una postura crítica y clara respecto al presidente Javier Milei. “Lo más grave es que no mintió. Dijo que venía a destruir el Estado y lo está haciendo. Su objetivo no es mejorar la vida del pueblo, sino entregar la soberanía”.
Para el referente de Nuevo Encuentro, Milei necesita al territorio y a la población “para entregarlos o explotarlos”. Y sostiene que el problema no es solo de la derecha: “También el peronismo tiene que hacer una autocrítica. Hubo errores, hubo falta de escucha”.
Advierte que la concentración mediática juega un rol clave en la construcción de discursos de odio. “Hoy está de moda agredir, viralizar ataques. Pero eso tiene consecuencias familiares, sociales. Tenemos que volver a la política con contenido, con respeto, con propuestas”.

Un llamado a la unidad

A modo de cierre, Lezcano destaca que el verdadero enemigo no es interno. “En política no todo vale. La pelea no es entre peronistas o radicales. La pelea real es entre los que defendemos la soberanía, el trabajo, la educación pública, y los que quieren un país para pocos”.
Convencido, reafirma su pertenencia: “Soy peronista, soy de izquierda, amo al Che. Pero más allá de las etiquetas, creo que la política bien entendida es la única forma de mejorar la vida de la gente”.

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