Agentes de la Dirección de Investigaciones de Trata de Personas y Operaciones Complejas de la Policía de la Provincia de Buenos Aires detuvieron a Walter Daniel Jiménez (52), un hombre que se mantuvo prófugo de la Justicia desde 2019 tras ser acusado de abusar sexualmente de su hijastra de apenas 10 años.
Según dijeron fuentes policiales, fue arrestado mientras caminaba en una calle de Ingeniero Budge. De acuerdo con la investigación, el presunto abusador se ocultaba en una vivienda de esa localidad bonaerense del partido de Lomas de Zamora y tras un seguimiento, que incluyó tareas de observación en el barrio, lo detuvieron en las inmediaciones de la calle Trelles, entre Intendente Felipe Castro y Gaucho Rivero.
El arresto obedecía a una orden de captura nacional e internacional emitida el 24 de octubre de 2019, reforzada por una Alerta Roja de Interpol, elevada casi al mismo tiempo.
El caso se originó a partir de una denuncia formalizada el 17 de noviembre de 2014, cuando la madre de la menor, tomó conocimiento de los abusos cometidos por Jiménez, quien era su ex pareja.
En la denuncia consta que, durante una visita a la vivienda del imputado en González Catán, partido de La Matanza, con quien la mujer tenía una hija en común, la niña –de 10 años en ese momento– relató que el padrastro le tocó sus partes íntimas en presencia de sus hermanos. El hombre dejó de abusarla sólo después de la intervención de su hermana, quien escuchó los gritos de la nena y acudió al lugar.
Los abusos no se limitaban únicamente a ese episodio. La madre de la menor descubrió que existían antecedentes desde que la niña tenía 5 años, período en el que convivieron bajo el mismo techo, por lo que Jiménez figuraba entonces como responsable legal.
A raíz de estos hechos, la UFI N° 4 de La Matanza, a cargo del fiscal Gonzalo Agustín Tarrio Suárez, y el Juzgado de Garantías N° 4, bajo la titularidad del juez Fernando Pinos Guevara, ordenaron la detención nacional e internacional de Jiménez.
En el transcurso de la investigación, se desplazaron grupos operativos que realizaron extensas tareas de campo y análisis del entorno social y familiar del prófugo. Finalmente, los equipos lograron establecer que Jiménez se escondía en Ingeniero Budge y actuaron de manera sorpresiva en la vía pública para evitar que escaparan.
En el medio, los exámenes practicados a la menor dieron cuenta del daño que ocasionó el padrastro en la menor.
De acuerdo con las fuentes consultadas por este medio, durante la instrucción judicial, peritos del Cuerpo Técnico Auxiliar del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil practicaron exámenes psicológicos y físicos a la menor.
Un informe forense practicado el 20 de febrero de 2015 detectó en la niña una comprensión sexual inusual para su edad, sobreadaptación, apariencia seudomadura, tristeza, desesperanza, trastorno alimentario, episodios de disociación y depresión.
Los expertos consideraron que la víctima estaba en condiciones de declarar bajo el régimen de la Cámara Gesell. Además, los exámenes médicos revelaron abuso sexual de larga data, con rotura de himen anular y fisura lateral.
El hombre fue imputado del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por ser el autor encargado de la guarda de la menor víctima y aprovechando la situación de convivencia preexistente con la misma en concurso ideal con corrupción de menores agravado por ser la víctima una menor de 10 años y por ser el autor persona conviviente y encargada de la guarda de la misma.
Abusador prófugo
La ciudad de Viedma fue escenario de la fuga de Sergio Gustavo Razzari, un hombre que cumplía una condena de 10 años de prisión por abusar sexualmente de una menor, pero que sólo estuvo 10 días tras las rejas antes de escaparse.
Según la investigación, Razzari aprovechó una “distracción” para escapar: dejaron la celda abierta.
Fuentes del caso indicaron a Infobae que los agentes, los mismos que hace 10 días lo habían esposado, tras una larga madrugada de búsqueda intensa en medio de un importante operativo, divisaron a Razzari en la mañana de este lunes cuando caminaba por la intersección de calles Bv. Contin y Moreno, en dirección a la Ruta Nacional N° 3. Ese punto está muy cerca del puente Basilio Villarino, que podría haberle permitido cruzar hacia la provincia de Buenos Aires, una jurisdicción diferente.
El abusador condenado, incluso, ya había cambiado la vestimenta: llevaba ropas distintas a las que utilizaba al momento de la evasión, detallaron fuentes policiales a Infobae.
Sobre el modo en el que Razzari habría logrado zafarse de la detención, las fuentes apuntaron a “una distracción”. El hombre recapturado habría aprovechado que su celda quedó abierta. Simplemente, abrió la puerta y dejó su calabozo. Es un misterio, aún, cómo pudo cambiar la indumentaria en el camino.
Razzari era buscado desde marzo de 2023 por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOC) N° 30 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), a cargo del juez Guillermo Enrique Friele.
El procedimiento de su primera captura fue realizado por efectivos de la División Unidad Operativa Federal Viedma, quienes luego de tareas investigativas lograron localizar al prófugo, y procedieron a su detención inmediata.
De acuerdo a fuentes oficiales, las autoridades esperaban un cupo en el sistema penitenciario, para que Razzari cumpla su pena en una cárcel por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por haber sido cometido contra una menor, aprovechando la situación de convivencia preexistente y reiterado en, al menos, dos oportunidades.